Deudas Pendientes /Libro 1/

Capítulo 7

Llegaron a la casa y Grace, siendo la mujer inteligente que es, decidió cambiar el tema, para no verse obligada a hablar de su vida. Al abrir la puerta, encontraron a los padres de George viendo una película, tomando el desayuno.

—¡Hey! Una nota hubiera estado bien, nos despertamos y, ¿cuál fue nuestra sorpresa? Que ambos habían desaparecido a mitad de la noche. —Marianne, los regañó un poco haciendo que Grace le regalara una mala mirada a George, puesto que ella le había dicho lo mismo. Él solo la ignoró rodando los ojos.

—Buenos días, madre. —George colgó su chamarra, guantes y gorro en la entrada y fue a darle un beso en la frente a su madre.

Al parecer George tenía ese encanto que hacían que todas las mujeres le perdonaran cualquier cosa, porque después, su madre sonrió y les ofreció ponche.

—Buenos días. —Grace saludó y se sentó en el sillón de tres personas en la sala. Colin el papá de George le dió un guiño y una sonrisa.

—¿Y qué película ven?

—Rocky. —Contestaron los padres al unísono.

—Es un clásico. —Respondió George. Grace solo asintió.

Ambos tomaron asiento y se quedaron en el sillón hasta que la película terminó para después, cada quien ponerse hacer otras cosas.

George y su padre habían salido a comprar algo para ayudar al hermano mayor de George a arreglar su coche, mientras que Grace se había metido a bañar. Se sentía limpia y más cómoda, sabía que Marianne estaba abajo preparando la comida, tal vez en un rato bajaría a ayudarle, pero antes había escuchado que la familia tenía una gran cantidad de libros y Colin le había dado permiso de tomar alguno para leerlo en su estancia. Fue directo a donde estaba el estudio y tomó un libro que siempre había querido leer, ya iba de salida cuando vio una repisa de fotos, todas llenas, no pudo evitar acercarse.

Iba a paso lento, como si estuviera invadiendo la privacidad de la familia, pero moría por ver esas fotos, en la sala había una buena cantidad de ellas, pero eran recientes, y muchas eran de los nietos, estas eran de los hermanos cuando eran niños.

Se detuvo frente a la repisa y las vio, las primeras eran de la boda de Marianne y Colin, luego era de como se había mudado a esa casa, por lo que veía en la fachada, con una Marianne ya embarazada, suponía ella que de Simón, el mayor. Luego se ve el bebé en los brazos de su papá y Marianne de nuevo embarazada. Así hasta que lo vio, podía reconocer a George deinmediato, era un niño gordito con el cabello muy negro y unos ojos azules llenos de felicidad. En la foto estaba corriendo con la manguera persiguiendo a sus hermanos mayores y con una mueca que indicaba una risa escándalosa. No supo cuando pero cuando sintió ya tenía el marco en sus manos para poder observar más de cerca esa foto.

—Era muy tierno, ¿no crees? —Esa voz la espantó, era Marianne que la observaba a lo lejos.

Grace no pudo evitar brincar y dejar la foto en su lugar por miedo a que fueran a regañarla, se sintió como una chiquilla asustadiza.

—Sí, muy lindo. —¿Espera? ¿Lindo? ¿Ella había dicho eso?

—Estas fotos son mis más preciados recuerdos, al igual que la casa. Está llena de nosotros, ya es como otro miembro de la familia. —Mariane volvió a hablarle. —No quise asustarte, pero te llame y al no responderme te vine a buscar.

—Lo lamento.

—Ay niña, no me digas eso, pensé que te había pasado algo en el baño, que tal que te resbalaste o algo, mejor asegurarnos, no se si George me perdone si te pasa algo. —Grace rió por lo bajo, no creía que a George le importara mucho.