CAPÍTULO 21

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POR CIERTO, TE DROGUE (3)

{CUANTO MÁS NIEGAS O RECHACES ALGO, ES PORQUE TIENES LA CERTEZA DE QUE ERES ASÍ}

Guil:

Remy.

Ese era el primer nombre que venía a mi mente ya sea antes de dormir o al despertar.

Verla tan maltratada e inerte, pensé que ya no vivía. Por lo que perdí mi mente por unos instantes y Fenn terminó atacando a los cazadores. Por suerte ellos no dijeron nada al respecto, de igual manera entregue el informe y dentro de poco ya circulaba la noticia de que Remy sobrevivió al mundo demoniaco. Aun me inquietaba el saber cómo estaba, pero tenía la certeza de que estaba mejor ya que fui yo quien la curó.

El problema más grande era su mente.

Aun me mantengo algo inquieto ya que este suceso me hizo darme cuenta de algo que ya sabía, como también trajo viejos sentimientos y recuerdos.

Inhalo profundamente y dejó escapar el aire contenido.

Sostengo mi frente, tengo una fuerte jaqueca y mi humor no parece el mejor. Ya era de noche ya que se escucha voces en la planta de abajo.

Risas y movimientos bruscos. Los alumnos de Sarosh y Julios estaban aumentando.

Hoy era igual que esos días, en los que trataba de no pensar en ella, un acto tonto sin duda, ya que su presencia dominaba mi ser, debo admitir que últimamente había empeorado. Casi podía sentir el perfume de su piel.

Claro, puedo hacer mi vida cotidiana sin problemas, trabajo, misiones, informes e incluso entrenar a Charlie, no obstante, ella estaba presente en mi mente en cada instante.

Camino hacia el lavabo, necesitaba lavar mi rostro con agua fría para despertar por completo. Observó unos segundos a la persona en el espejo, con el cabello mojado y goteando, los ojos de azul profundo y verde me devuelven una mirada irritada.

Tengo la ropa con varios cortes por lo que busco una nueva muda.

Hace algo de tiempo ya que no pensaba en ellos.

Una camisa blanca con mangas cortas encima de un polo sin mangas y unos yines azules, con unas botas de cuero. Até a mi muñeca el collar de luna creciente.

El recuerdo como si hubiese pasado ayer llega a mi mente, su sonrisa de su último día aun me perturba.

Nací de un matrimonio sin amor. Una unión solo para crear un mago fuerte. Mucho más que ellos. Nunca me trataron con hostilidad o desprecio, tan solo la palabra cariño o amor, nunca existió en esa casa. Ninguno de ellos me amaba y estaba bien con ello. Por eso no me afecto cuando mi padre me entrego a Katze con indiferencia y menos que preguntara por mí. No, nunca lo hizo.

Katze no era cariñoso, más bien era estricto y algo amable y el mago más fuerte de la historia. Aun así, debía convivir con mis padres.

Nunca sentimos el apego de familia, por eso ninguno lloró cuando madre murió.

Un día cambió algo, comencé a sentir emociones, creí que estaba enfermo.

A la edad de ocho años ya participaba en misiones por lo que tuve que acompañar a mi padre al bajo mundo, si fue aquel día que mi padre también cambio. El hombre frío como el hielo, cobró vida en un parpadeo, sus músculos atrofiados de su rostro formaron una sonrisa, maravillado. Ese hombre que no conocía el amor, por primera vez se enamoró.

Sus manos frías en mi hombro se tornan cálidas, pareció quedarse sin aliento mientras miraba a una mujer mago que danzaba con unas hadas y mostraba una sonrisa deslumbrante, su pelo corto del color del trigo, su piel bronceada y sus ojos azul cristalino realzaba su belleza. Por primera vez en mi corta vida pude sentir miedo al poder de ese sentimiento.

Bloodbell - despise me- en búsqueda de lo perdidoWhere stories live. Discover now