Bloodbell - despise me- en búsqueda de lo perdido

CAPÍTULO 5

REUNIÓN

{ES PREFERIBLE UN HOMBRE ORGULLOSO QUE SE DA CUENTA DE SU HERROR, QUE ALGUIEN SINCERO QUE NO ACEPTA QUE SE EQUIVOCÓ}

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Skay limpiaba la herida en mi brazo con su habitual media sonrisa, su pelo castaño claro, con un hermoso ondulado, volvía a estar más corto. ¿En qué momento volvió a cortarse el pelo? Sus ojos verdes claros como agua, me descubren observándole, y suelta una risa nasal, hago una mueca de dolor cuando aplica desinfectante. Volteo a un lado para no mostrarle esa expresión. Elia más que triste parecía molesta, no conmigo sino consigo misma. Gira el rostro para ignorarme su pelo rubio oscuro cubre por completo su rostro. No la culpaba. Elia era amable hasta delicada, incluso tímida, pero en cuanto se daba cuenta de su debilidad se ponía de mal humor y esta vez no fue la excepción. Debió pasarlo realmente mal, pues volvió a escapar por miedo. Pero vi su arrepentimiento en cuanto me vio de rodillas ensangrentada, apenas pudo contener el llanto.

Ahora eso ya era pasado, la cuestión era _ miro hacia James que se muestra confuso por mi mirada fulminante _ James era el tercer miembro en el grupo de mi hermano, por lo tanto, si estaba con Skay frente a mí, no me sorprendería que mi hermano ya supiera. Porque James siempre, y digo siempre porque, James le informaba todo a mi hermano. Ni siquiera podía estornudar dos veces sin que mi hermano se enterase. James me muestra una sonrisa, dejando a relucir sus hoyuelos en su rostro varonil, sus ojos oscuros brillan al verme molesta, como siempre. Dejó escapar un suspiro cansado por imaginar la reacción de mi hermano.

Y como invitándolo, como la misma brisa de verano en su habitual abrigo de cuero negro, con su caminar firme entra en la sala, hace tres semanas que no lo veo y su pelo negro azabache estaba más largo, sus ojos de color avellana se detienen primero en todas las vendas llenas de sangre. Frunce el ceño, solo podía esperar que no supiese de quien fue la culpa.

Atraviesa la sala por completo casi empujando a James, él lo esquiva como si supiera de antemano lo que sucedería, algo que solo James puede hacer.

Con un movimiento brusco jala mi brazo para observar la herida, la cortadura era larga y profunda y con los escasos cristales y sin un mago costaría sanar, aunque no me importaba mucho.

Dependemos mucho de los cristales, hasta el punto de no saber qué hacer ahora que tenemos una cantidad limitada.

_ ¿Quién fue? _ por un segundo nado en el alivio al ver que no sabe nada al respecto hasta que me acuerdo que mi hermano era bueno sacando la verdad o reconociendo a los culpables.

_ Fue mi culpa...me distraje _ digo, para no agrandar las cosas, atraigo su rostro contra el mío. Sus ojos se desvían hacia Elia, ésta se pone nerviosa y comienza a sudar y él se da cuenta. Se vuelve por completo hacia Elia, ella clava sus uñas en el sofá. Era sabido que Elia temía a dos personas más que nadie. Uno era a mi hermano el heredero de la cada Odell. Rossner Odell, aunque suelen llamarlo Ross y el otro era altanero y orgulloso heredero de la casa Arián. Ezra Arían.

_ ¡¡Tú, estúpido ratón y poco talentosa mocosa!! _ desenvaina una espada corta y me alarmo con ello _ ¿Cómo te atreves a dejarla en pleno combate, te cobraré con creces lo que mi hermana padeció..._ con mi brazo bueno le doy una bofetada en el rostro, sus compañeros nos miran en silencio, Elia está pálida, incluso parece temblar? Odiaba estos arrebatos de sobreprotección suya. Él se detiene por completo.

_ ¿Quién te crees para hablarle así a una chica? ¿Mis palabras son tan difíciles de entender? Te dije que fue un accidente por mi descuido, ahora discúlpate con ella _ Ross aprieta los puños con fuerza. Me gustaba sentirme protegida sin importar el peligro, pero no cuando intentan despellejar a alguien solo porque me lastime.