CAPÍTULO 14

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BIENVENIDA

{ENGULLELO, DEVORARLO Y DEJA AL ACTOR LIBRE}

Ross:

Tome el camino corto hacia la habitación de mi hermana, aunque ya era algo tarde quería verla. Ver que estuviera bien, me tranquilizaba un poco del tema de Remy Black. Antes de que tocase la puerta una mujer sale, inclinó la cabeza un poco tratando de reconocerla y ella palidece un poco antes de saludar con una especie de reverencia.

_ Honor a los cinco _ sus palabras temblorosas salen apresuradas y sus pies ya la sacan de mi vista en una huida. Me vuelvo para ver cómo se pierde por el pasillo con bandeja en manos. El eco de sus pasos resuena en las paredes.

Creo que era ella, a la que golpee con la espada. ¿debería disculparme otra vez? Pues aún me temía. Suelto un suspiro cansado. Quizás en otra.

La bandeja que sujetó con fuerza al escapar indicaba que trajeron algo a la habitación, la emoción arremolina mi estómago al pensar que mi hermanita ya despertó.

Toque un par de veces, ya que ella se enfadaba cuando entraba sin llamar.

_ ¡Adelante! _ una voz ronca y débil contesta.

Al entrar en la habitación veo a Loreline sentada sobre la cama, aun en pijama. El camisón dejaba ver el vendaje alrededor de su cuello y la tez completamente pálida, el rosa de sus mejillas se fue por completo y sus labios casi desprovistos de color, me muestran una sonrisa cálida, girando apenas su cuello, me acerco a toda prisa y tomó su barbilla para verlo mejor. Ella se sorprende un poco. Sus ojos están rojos e inyectados en sangre. Estiró sus vendajes y ella se queja.

La herida ya no tiene sangre negra, pero aun las venas están coloradas y marcadas como una ramificación marrón-rojo, aunque pequeña, aprieto los dientes. El veneno seguía en su sistema. Entonces aún corría peligro... ella coge mi mano entre las suyas.

_ Tranquilo, estoy bien.

_ Pero el veneno...

_ Hermano, estoy frente a ti, con vida _ dice con dulzura por lo que apoyo mi frente contra la suya. Su cuerpo esta algo frio y me culpo por ello.

Tenía razón, este tipo de heridas, eran mortales, no sé cómo lo hizo, pero aquel mago había salvado a mi hermana. Por ello ahora la tenía frente a mí aun respirando.

_ Aquel maldito mago, tu compañero... _ me deshago de su agarre.

_ No fue su culpa _ ahí va otra vez, incapaz de culpar a alguien por lo que le suceda, ella se da cuenta y prosigue _ hablo enserio, me emocione y por ello me adelante, no espere al mago, fue mi culpa.

No sé si creerle, ella suele culparse de los errores de los demás. Pero será mejor que por esta vez le siga la corriente.

_ No, es mi culpa, debí ser más precavido...

_ No te culpes, esta es nuestra vida y nadie pudo saber lo que sucedería..._ se detiene y sonríe _ si no fuera por esa chica, aquella cazadora.

_ ¿La que te salvó?

_ Sí, si no fuera por ella, el demonio me hubiese matado... aunque no vi cómo se deshizo del demonio. ¡Es verdad! Debo informarle. _ Trata de levantarse, pero se lo impido.

_ No te fuerces, no luces bien.

_ ¿Qué? ¡estoy bien! No me duele casi nada y esto es urgente... _ su voz sonaba cada vez más rasposa y ronca.

Bloodbell - despise me- en búsqueda de lo perdidoWhere stories live. Discover now