CAPÍTULO 4

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EL NACIMIENTO DE UN MAGO LIBRE.

{DEJA QUE LA SANGRE FLUYA, DEJA QUE LAS CADENAS SE ROMPAN, DEJA QUE LA MALDICIÓN SE ALEJE, ¡OH! PORQUE AHORA ERES LIBRE}

Reiven:

David ya no estaba, se fue sin que pudiera hacer nada. El dolor de su recuerdo relame mi piel. No hay día en que no tenga en mi mente aquella imagen de su cuerpo frío y sin vida. Si no hubiese sido por Remy, no lo hubiese soportado. Ella me distrajo de aquel dolor, su existencia fue primordial en todos los sentidos, hasta que apareció aquel muchacho que me seguía y admiraba. Sin darme cuenta le tome aprecio. Pensé, me pertenecen, por lo tanto, no dejaré que les pase nada. Entonces ¿por qué había dejado que pasara una vez más? Su cuerpo inmóvil yace en el suelo. Estaba a mi alcance y no pude hacer nada, me sentía un completo incompetente, aun cuando me prometí no perder nada más. La ira se mezcla con mi poder impulsados a salir a pesar del impedimento mágico. Sentía como mi piel se rompía por mi poder contenido.

Era un mago, aun así, fue el único mago que me agrado _ Una lágrima de sangre baja por mi mejilla _ ellos no dudaron en matarlo, ni siquiera les importaba, dejo que mi mente se pierda en la ira y un rugido grotesco sale de mi boca.

Remy:

El juzgado se queda en silencio unos momentos. Thien está inmóvil ya ni siquiera respira. Todos están extrañados por mi risa, me duelen las rodillas. La imagen que vi era insuficiente para saber a quién le pertenecía esa sangre, me faltaba fuerzas para seguir buscando, Nell trata de ponerme en pie e ignoro su ayuda, mis ojos se abren como platos al ver la lágrima que derrama Reiven mientras observa el cuerpo inmóvil de Thien, con ello se me oprime el corazón. Chispas eléctricas se desprenden de su cuerpo rasgando su piel.

_ ¡OH vaya! No debería ser capaz de emitir ningún poder..._ decía el cazador cuando un grito gutural proveniente de Reiven, llena la sala.

_ ¿Cuánto más deben quitarme para ser felices? _ ruge con una voz profunda. Su cuerpo tiembla, sus venas sobresalen de su piel y sus colmillos crecen, la expresión de su rostro se vuelve aterradora y llena de rabia.

Eso no era bueno, todos se inclinan hacia delante, en parte asombrados, en parte preparados para atacar. Nell se pone delante del cazador para cubrirlo.

Debía detener a Reiven antes de que alguien lo lastime. Lo máximo que consigo dar es un paso antes de que mi cuerpo se paralice por el miedo, aquella presencia que no había osado aparecer en un buen tiempo se hizo presente, no pude voltear para verle, no obstante, parecía tener la forma de un inmenso ojo con una especie de tentáculos casi encima de mi espalda. Mis manos tiemblan y empiezo a sudar, me cuesta respirar, incluso olvido que puedo hablar. Me siento como una inofensiva presa que está expuesta a monstruos feroces.

Nunca me había lastimado ¿Por qué le temía tanto? El corazón me late con fuerza en respuesta

_ Vamos, vamos, muévete, ¡¡maldita sea solo muévete!! ...debes detenerlo _ grito en mi interior y doy un paso, una sonrisa de felicidad se forja en mi rostro al ver que puedo contra el miedo, esa felicidad dura poco porque soy sofocada con una presión invisible, que me obliga a caer de rodillas, me cubro la boca con las manos, mi estomago no lo puede soportar, como un enorme ciempiés recorre mi cuerpo intensificando el miedo, produciéndose arcadas, me inclino para tratar de contenerlo. ¿Por qué te temo tanto? ¿Qué eres? Pronuncio en mi mente y escucho una risa en respuesta, una de un varón, no lo aguante más y vomite, aunque no tuviese nada en el estómago.

Tosí por mi garganta irritada y las lágrimas producidas por el vómito. Hasta que el rápido movimiento de Guil me distrae de aquello que me atemorizaba.

Bloodbell - despise me- en búsqueda de lo perdidoWhere stories live. Discover now