M: Y a ti, ¿que pasó? ¿Te ahogue los planes? Ni sueñes que ibas a acostarte con ella! F: No lo iba a hacer! Aunque tengo unas ganas locas de hacer cosas. La jalo del brazo trayendola hacía él M: Sueltame! ( Intento zafarse) Ve a buscar por otro lado F: ¿De verdad ? Quieres que vaya a desahogarme por ahí...porque para eso le hubiese pedido a Raquela que se quede. M: Maldito! Lo ibas a hacer!! F: No!! Para que?! si tengo a mí esposa. M: No! Ya déjame! Federico la tomó con fuerzas de la cintura y la beso... fervientemente...
Ella quiso soltarse del agarre pero por Dios!, tenía tantas ganas de besarlo también que dejó de resistirse. La tomó de su cabeza sin separar sus labios y la despojo de su bata y el camisón que llevaba puesto. La besaba desesperadamente, hacía tiempo que la necesitaba, que quería sentirla suya...tanto, que no le importo olvidar cerrar la puerta.
Maria correspondía del mismo modo. Estaban muy excitados, atrás quedaron los rencores, aunque los celos, en este caso los de ella, hicieron que reaccionara de esa manera, posesiva.
Con una mano la abrazaba y con la otra le bajó las bragas, ella con las piernas y sus manos se deshizo de ellas sin dejar de besarlo.
La sentó a horcajadas suya mientras él estaba contra el respaldo de la cama. Le apretujaba la espalda cuando la embistio de una sola vez, a lo que María soltó un gemido. Le besaba el cuello dejándole marcas, entre besos le hablaba...
F: No ibas a dejar que estuviese con otra...eso me encanta M: No!! eres mío Federico, solo mío ... le mordió el labio hasta que lo hizo sangrar. No lo hubiese querido hacer pero la pasión del momento los llevaba al límite de sentir algo de dolor, y les gustaba. F: Te amo tanto María, tu me amas?..( Mientras entraba y salía de ella) M: Mucho mí vida, Ayy! Mu- cho... Eso lo encendio más por lo que giro y quedó sobre ella.
Siguió moviéndose hasta que salió, le tomo las piernas flexionandolas más y comenzó a darle lenguetazos en su centro, de arriba a abajo, una y otra vez. María no aguantaba tanto placer, le tomo la mano y comenzó a succionarle uno de los dedos, hasta que tuvo que parar porque se vino en su boca. Sin repulsión alguna, el seguía lamiendo y jugueteando en esa zona que ya desbordaba de humedad. M: Ay, entra nuevamente, por favor. (Suplico) El la volvió a embestir y en pocos minutos acabó dentro de ella.
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F: La puerta quedó abierta
Maria rió y Federico la estrecho entre sus brazos. F: Los extrañé tanto ... Son todo para mí. (Mientras le acariciaba el vientre).
Luego puso su cabeza alli y lo besaba. Ella lo observaba al tiempo que le peinaba con sus dedos el cabello.
M: Nosotros también
Federico la miró F: Mí vida, no quiero que te separes nunca de mí...se que fui un tonto, un necio, un ... idiota pero es que yo...una vez pase por algo así. M: Ya lo sé... F: ¿Como? M: Ya se lo que pasaste con Cristina F: Quien, quien te lo dijo? M: No importa, estamos juntos y nos amamos F: Si ( le sonrío) mucho...( La volvió a besar) prométeme algo María M: Que? F: Prométeme que jamas me abandonaras M: Federico F: Por favor, prométemelo M: Lo juro y ahora quiero que seas sincero conmigo. ¿Tuviste algo con Raquela? F... Si, fue antes que tu llegaras a mi vida M: No puede ser Federico! cómo puedes tenerla viviendo bajo el mismo techo que yo que soy tu esposa? F: Porque no me interesa M: Ay Federico. ( No lo miraba) F: Yo, escúchame bien, no tengo ojos mas que para ti. M: No quiero que esté más aquí ( enojada y haciendo un mohín) F: ( Riendo) ya se lo dejaste bien claro. Me gusta que me celes M: A mí no me gustan tus celos... F: Me cuesta María, si te pierdo a ti y a nuestro hijo...yo me muero M: Deja de una vez la desconfianza, si no nunca podremos vivir en paz Federico... Cómo puedes pensar que yo podría engañarte? F: Lo siento, lo siento tanto M: Ya, está bien ¿Que pasaría si vuelve Cristina? F: Cristina? ( nervioso) Nada, que va a pasar ... si ella regresara no va a cambiar nuestra situación. M: Lo prometes F: Con todo mi corazón
