Cap 23

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Cr: Ahí viene alguien
Dr: Familiares del señor Álvarez?
Co: Somos nosotros
( Todos lo rodearon)
Dr: Deben ser muy fuertes, lo siento mucho, pero el señor falleció.
M: Ay no!
Co: Dios mio!
Cristina se quedó muda, totalmente impresionada, pero a los segundos
las tres rompieron en llanto.
El médico se acercó a María.
Dr: Luego, deberan pasar a iniciar los trámites...lo siento.
M: Si está bien...usted es...
Dr: Dr Heriberto, Heriberto Ríos Bernal.

M: Tranquila...( Lloraba y la abrazaba)
Co: Cometió muchos errores pero quiso compensar el tiempo perdido.
Cr: Lo sabemos mamá... ( También lloraba)
Ambas abrazaban a Consuelo, y al hacerlo las hermanas se rozaron las manos. María dejo atrás las diferencias, aunque sea por ese momento en que habían perdido a su padre y la abrazó también.
Cristina lloro aún mas...

Se quedaron en el cementerio mirando el féretro y cada una le depositó una rosa. María del Carmen también le arrojó una florcita.
Federico se mantenía aparte, obviamente acompañaba a su esposa en tal momento de dolor. A su lado también estaba Julieta.

A los minutos todos se dirigieron a donde se encontraban estacionados los vehículos no sin antes despedirse. Federico saludó abrazando a Consuelo y también a Cristina, quien respondio de una manera muy incomoda.

María desvió la mirada hacia su amiga, quien la saludo con un efusivo abrazo
J: Sabes que me tienes cuando quieras ¿si?
M: Lo se Julieta, gracias.

Encaminaron el viaje de regreso.

F: Estas muy callada...
M: Si, me duele
F: La muerte de un padre causa muchísimo dolor
M: Me duele todo ...no sólo eso.
F: ¿María no crees que deberías perdonarla?
M: No! Confié en ella.
F: Pero piensa que se arriesgo por nosotros, para salvarte a ti y a Nachito.
M: Eso no le daba derecho a meterse contigo
F: María... no pasó nada.
M: Porque regresé! y ya no quiero hablar del tema..
Justo llegaban a la hacienda, se bajó de la camioneta y fue directo donde estaba el niño

Clínica
Consultorio de Heriberto

A.L: ...Con Federico Rivero. Yo, estuve enamorado de ella, pero claro, ella tenia ojos para un solo hombre.
Heriberto: No se, pero la vi y ...cielos es tan hermosa.
A.L: ¿Intentarás acercarte? No sé si te deseo suerte ( rió)
H: Voy a volver a verla
A.L: ¿Y cómo estás tan seguro?
H: ( montrando una prenda) Olvidó su pañuelo.

Flashback

Golpean la puerta
H: Adelante
Cr: Disculpe doctor, mi hermana comentó que había que hacer los trámites para... ( hizo una pausa) retirar el cuerpo de mi padre. ¿Puedo hacerlo yo, verdad? Es que mi mamá no se encuentra bien.

Heriberto no se había percatado de la belleza de Cristina hasta que la vio cruzar esa puerta. Ese rostro angelical lo hizo estremecer.

H: Si ( tartamudeando) si claro señora.
Siéntese.

Cristina tomó asiento, llevaba un pañuelo en su brazo de la misma manera que sostenía su bolsa.
Heriberto confeccionaba un papel y mientras lo sellaba y firmaba no pudo evitar levantar la vista y observarla. Era imposible ser discreto, aunque de todas maneras ella tenía la mirada perdida fija en aquel papel que ahora detallaba la hora de deceso de su padre.

H: Bien, aquí tiene señora Álvarez
Cr: Gracias doctor

Tomó su bolsa que la había dejado en su regazo y al levantarse cayó el pañuelo al piso. Estaba tan distraída que no se dio cuenta de ello.
Él le abrió la puerta, Cristina se retiró y cuando miró a su escritorio, pudo notar la prenda. Lejos de alcanzarla en el momento, esperó a que ella regresara a buscarla y así verla a solas nuevamente.

REMEMBRANZA (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora