—¡Alastor, hora de cenar!— le gritó sacando la cabeza por la ventana.
—¡Sí madre!— respondió alegre el niño volviendo a su casa después de jugar todo el día en el bosque cercano al arroyo.
Se sentó en el comedor, su madre le sirvió un plato gigantesco de Jambalaya y un vaso de fresca limonada.
El niño comía gustoso, de todos los platillos de Louisiana el Jambalaya era su favorito, y más si era preparado por la mejor cocinera del mundo, su mundo.[...]
La radio era un aparato que siempre le llamaba la atención. Desde que tiene memoria ama sentarse junto a ella a escuchar e imaginar todo lo que el locutor decía; desde las noticias matinales hasta los radiodramas de la tarde pasando por la sección de música y de cuentos infantiles.
Siempre soñó con formar parte de aquel medio de comunicación tan importante, el poder hablar, comunicarse con las personas y ser escuchado por todo Louisiana era una fantasía que deseaba poder cumplir cuando fuera grande.
[...]
—Pobre de ti madre— exclamó con lástima el adolescente —Algún día se te cobrarían tus deudas—
Recostada parecía que dormía, y de alguna manera lo hacía, pero para no despertar jamás.
Nada es gratis en esta vida, todo y todos tienen su precio, y tarde o temprano se tiene que pagar.El Hoodoo tiene su precio, jugar con magias de todos colores no es barato. Tanto su madre como el mismo sabían que este día tendría que llegar pronto.
Ahora era su turno, era joven y osado, con la valentía a todo lo que da. Estaba en su sangre, la magia corría por sus venas producto de generaciones de santería y hechizos.
Y su favorito era el Hoodoo.
[...]
—¡Muy buenos días Louisiana! Son las 8:30 a.m. les habla Alastor dándole la bienvenida a un nuevo amanecer. Despierten a los niños y alistense para trabajar ¡Jaja! Ahora con las noticias matinales...—
Amaba su trabajo más que nada en el mundo, horas y horas en la cabina hablando y comentando, siendo escuchado por todo Louisiana desde la radio más grande de todo el estado.
Su vida parecía perfecta, junto a su mejor amiga Mimzy, quien era dueña de un club, narraba y ambientada los días de las personas a través de la radio.
Pero, como ya se mencionó antes, todo cuesta y llegar a ser un gran locutor no fue de gratis.
[...]
—¡Niftty! Estoy en casa— gritó alegre al regresar de su exitosa cacería
—¡Bienvenido señor Alastor!— respondió la chica —¿Que trajo hoy para cenar?—
—Un exquisito manjar cariño— respondió alegre colgando su escopeta en la entrada y poniendo el saco sobre la mesa —¡Un político!—
Niftty saltó de alegría —¡Amo comer políticos! Su carne es deliciosa pues se alimentan bien—
—¿Y como no? Si les pagan como si mucho trabajasen— respondió.
Se quitó su ropa sucia de sangre y la dejó en el cesto de la lavandería.
Niftty sí que sabe cocinar un muy buen smuthered steak de carne de corrupto.
El alma de las víctimas son la cena de sus amigos del más allá
[...]
Los perros ladraban detrás de él.
Ladrido
Ladrido
Sentía como le rozaban los talones
Ladrido
Ladrido
Corría tan rápido como sus piernas le permitían
Ladrido
Ladrido
Se había quedado sin su escopeta
Si se adentraba en el bosque lo suficiente podría perderlos
Ladrido
Ladrido
No alcanzó a subir al árbol
Mordida
Mordida
"El ciervo de Louisiana finalmente fue capturado la madrugada del día de ayer en las afueras de la ciudad, después de una exhaustiva persecución fue trasladado hacia la comisaría de New Orleans para llevar a cabo su proceso jurídico"
ESTÁS LEYENDO
PACIENTE ZERO [RadioDust]
FanfictionEn el hospital de Saint Louis justo en las afueras de la bella New York de los años 30's se encuentra aquel ser despiadado que con solo un bostezo podría hacer llorar hasta al mismísimo Satanás. ¿Que secretos hay por descubrir? Doctor Anthony March...