PACIENTE ZERO [RadioDust]

Inevitable

—Alastor~— canturreo el doctor entrando a la habitación

El mencionado volteó —¡Angel!— gritó con alegría corriendo hacia su enamorado —Te extrañé mucho—

—Pero si nos vimos apenas ayer— respondió con una sonrisa acariciándole el cabello al contrario

—Lo se, lo sé, pero siento que fue como estar 24 horas sin ti— dijo con su típico sentido del humor

Anthony río —Bien, bien, es hora de comenzar— dijo y se sentó en la mesa —¿Que tal tu día?—

—Mucho mejor ahora que estás aquí—

—Me alegra— respondió ligeramente sonrojado —Tu reporte esta semana está muy en orden, veo que tenemos un significativo progreso—

—¿No crees que eso merece un premio?— preguntó chantajeando

—¿Un premio por cumplir lo que deberías hacer desde siempre?— respondió alzando una ceja y con una sonrisa burlona

—Demonios...— musitó en voz baja, tenía un buen punto

Le dio ternura la escena, nadamas por eso le daría un premio.

Se acercó a él y le dio un corto pero cariñoso beso en los labios, Alastor solo atinó a sonreír como un idiota.

[...]

—¿Y que pasó después?— preguntó con interés colocando los codos sobre la mesa para apoyar su cabeza

—Al final no volví a ir a ese club, de todas maneras nada ni nadie me llamaba la atención en ese lugar—

—¿Ni siquiera ninguna de las chicas?— quería indagar más

—Ew claro que no, todas bamboleantes con su cara llena de maquillaje y su ropa rosada— hizo una pausa al darse cuenta que Angel lo miraba con desaprobación —Claro que en ti se te ve muy bien— dijo tratando de remediar la situacion

—Ya ni le muevas Alastor—

[...]

—¡Hazlo otra vez!— exclamó Anthony con entusiasmo

—Bien pero solo una vez— respondió Alastor quien con un par de palabras en un idioma desconocido hizo levitar la pluma del doctor para que escribiese lo que el quiera —¿Que quieres que dibuje?—

—Uh...— lo pensó un poco —¡Un ciervo!—

—Ja, ja, muy gracioso— respondió Alastor con sarcasmo, viró los ojos y dibujo un venado pequeñito —¿Que más?—

Tony volteó a ver la habitación para ver qué podría dibujar Alastor, en una esquina oscura llena de fina red encontró la inspiración —¡Y una araña!—

—Sus deseos son órdenes mi señor— y dibujó una araña

Terminaron jugando tik tak toe.

[...]

Ambos se quedaron en silencio al escuchar la campaña señalar el cambio de turno y pusieron una mueca de disgusto.

—Bueno, creo que nuestra sesión término por hoy Al— dijo levantandose y guardando sus cosas

—¿Nos veremos mañana?—

—Claro que si, nos veremos mañana—

Se acercó a él y le quitó la camisa de fuerza para poder abrazarse.

Se dieron un abrazo muy grande y después un besito, algo pequeñito.

Lo que no sabían es que no eran tan discretos.

Las paredes oyen y, en algunos casos, inclusive ven.

No sé alcanzó a notar el beso pero si el abrazo.

El doctor Marchetti rompió una de las reglas primordiales.

Jamás quitarle la camisa de fuerza a un interno sin autorización ni protección.

Y ahora, debía ser sancionado.

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:)