26|P e r f e c c i ó n

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No hay nadie más- Sebastián Yatra.

CHARLOTTE:

—¿Qué?— digo girando mi rostro hacia ella.

—Lo que escuchaste, estoy embarazada.

—Wow...

—De gemelos.

—Doble wow. Vaya que J es potente.

—¡Charlotte!

—¿Qué? Digo lo que pienso. ¿Él lo sabe?— inquiero mirándola. Su silencio me da a entender que no.— Brid. . .

—Tengo miedo de decirle. Él dice que no tiene madera de padre, y yo creo todo lo contrario. Pero estoy aterrada, apenas tengo 23, no he terminado mi carrera. Yo. . . yo no sé que hacer.— en ese momento, mi amiga rompe en llanto, no sé desde cuando sabe que está encinta, pero si supongo que lo ha guardado tanto que ya llegó este punto en el que debía decirle a alguien.

Me acerco a ella y la envuelvo en mis brazos, y ella a pesar de ser un poco mas alta que yo, esconde la cabeza en mi pecho.

—Tranquila, muñequita. Sé que debes sentir un miedo terrible, y que piensas en cómo se tomará J la noticia. Pero, créeme cuando te digo que ese hombre te ama con cada fibra de su ser, que por más aterrado que esté, no te dejará sola. Serán unos padres geniales, y piensa en lo sexy que se verá tu novio cargando a dos niños. Será el prototipo de padre soñado.

Ella suelta una risita que se mezcla con un sollozo. Levanta su mirada y sorbe por su nariz para luego envolverme en sus brazos.

—Gracias. De verdad,  debía descargarme con alguien y justo pasó todo esto de tu accidente, yo de verdad agradezco haberme encontrado contigo.

—Yo también estoy feliz de tenerte en mi vida. Ahora, cuéntame. ¿Desde cuando lo sabes?

—Hace un mes.

—¿Y estás?

— De un mes y medio.

—Vaya, Brid, no puedes seguir aplazando la noticia, debes decirle a Jaden. No creo que se enoje pero quizás debas darle una explicación de tu comportamiento estas semanas.

—He actuado como una idiota.— suspira mientras camina hasta el sillón de la sala y se deja caer allí. Con la segunda taza de té en mano y varias rebanadas de budín, me siento frente a ella. De manera inmediata, Brid toma una porción de budín y en cuatro mordiscos ella se la ha devorado.

—Mujer hambrienta.

—Lo siento, es que estas dos últimas semanas han sido un infierno. Tengo muchas náuseas, duermo poco y quiero comer de todo pero a la vez no, porque luego lo vomito.

—Síntomas de embarazo, cariño. Pero, debo decirte que serás una embarazada hermosa. ¿Cómo te sientes al respecto? Ya sabes. . .

—Si bien tengo muchísimo miedo de lo que pueda pasar, también me siento feliz de saber que tengo a dos personitas creciendo dentro de mi, aunque deben tener el tamaño de un guisante, pero aún así, siento. . . que ya los amo.

—Serás una gran madre, amiga. ¡Seré tía! ¡Que emocionante! Debemos ir pensando nombres. Oh Dios, debemos comprar ropa para bebés.

—Calma Lottie, si estás así por mi embarazo, no me quiero ni imaginar para cuando tu lo estés.

—No lo sabremos hasta que suceda— digo bebiendo de mi té, ella ríe.

***

CAMERON:

En el gris de tus ojos [Libro I bilogía "Miradas"]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora