8|C e n a

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CHARLOTTE:

La noche había llegado, y con eso la cena con Bridget y sus amigos, los cuales incluían a Cameron, mi jefe.

El motivo de mi nerviosismo era ese, temía hacer el ridículo y que pensara que era una idiota, o alguien incapaz de cuidar de su hija. Y yo no quería que me despidiera, primero porque sería muy difícil volver a encontrar otro trabajo y segundo porque Wendy me caía super bien, aunque a veces metiera la pata.

Recuerdo el día que le dijo a Cameron que si yo podía ser su mamá, por todos los santos y las estrellas, esa niña me había hecho pasar la humillación de la semana, pero aún así le había tomado cariño.

Divagando en mis recuerdos, me acerque al pequeño espejo de cuerpo entero que había podido comprar con algunos ahorros.

No sabía cómo sería la cena, si informal o formal, por lo que decidí vestirme con ropa que pudiera servir en los dos casos. Ni muy formal y ni muy con pintas de andar por casa.

Mi vestimenta consistía en unos jeans muy bonitos que me había regalado mi abuela por Navidad, mis botas negras, un sweater de hilo blanco, con flores bordadas en los hombros y por debajo una remera manga tres cuartos de color salmón.

Me gusta mi look.

Pasados unos quince minutos después, mi teléfono sonó anunciando un mensaje. Lo tomé y vi que era Bridget.

"Hola guapa, espero que estes lista, estamos a media calle."

No había pasado desapercibido el hecho de que puso "estamos" y no "estoy", pero ya era tarde para arrepentirme.

"Ya voy bajando..."

Esperaba con todas mis fuerzas no cagar la noche con mi torpe personalidad, o con mis comentarios infantiles.

***

Cuando bajé Bridget me estaba esperando junto a un auto color azul, suspiré al saber que no era de Cameron, el de él era gris, porque lo había observado, lo había observado mucho.

Ella se acercó a mí y me envolvió en un cálido abrazo, el cual correspondí al instante.

-Hola, te ves genial- dijo ella luego de separarnos.

-Hola, gracias, tu también, estás preciosa.- Y vaya que no mentía, la chica de pelo colorinche llevaba una falda a cuadritos, unas botas muy parecidas a las mias, solo que un poco más altas, una bella camisa roja y una chaqueta de lanilla negra. Se veía mega genial.

-Ven, subamos que el frío de Londres se empieza a notar.

La seguí hasta el auto en el que anteriormente estuvo apoyada y de él bajó un chico-más bien, un hombre- alto. Tenía el cabello castaño claro, llevaba una camisa blanca arremangada hasta los codos, haciendo contraste con la tinta negra que adornaba sus brazos.

Era guapo, demasiado. Apuesto a que si él, junto a Cameron participará en un concurso para ver quien era el hombre más guapo ambos ganarían.

Aunque... pensándolo bien, Cameron ocuparía el primer lugar.

-Hola, tu debes de ser Charlotte, Wendy y Cameron me han hablado sobre ti.- dijo extendiendo su mano.

-Hola, un placer. Y sí, esa soy yo...¿Tu eres?

-Oh, soy Jaden, Jaden Barry, el placer es mío bella señorita.

Nunca hemos recibido tantos halagos como el dia de hoy Lottie.

Cierra el pico.

¿Aunque tenga razón?

Aunque la tengas.

En el gris de tus ojos [Libro I bilogía "Miradas"]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora