En el gris de tus ojos [Libro I bilogía "Miradas"]

27| F i n a l m e n t e

Mirrors- Justin Timberlake

CHARLOTTE:

¿Alguna vez has sentido esa sensación de caminar sobre nubes? En donde todo en tu vida está yendo tan bien que cuando te paras a pensarlo, temes que la caída te golpee tan fuerte y todo se derrumbe.

¿Nunca te ha pasado? Porque es justo lo que siento en este momento. He estado este último mes caminando en suaves nubes de algodón, donde tengo una familia feliz, unos amigos espectaculares y un prometido maravilloso. Pero, hace una semana la realidad me golpeó a modo de email.

Es el día del juicio. Hoy la justicia determinará que esta persona que al parecer tiene un problema mental, deje de lastimar gente. He leído junto a Cameron el email que nos han enviado, pues resulta que esta persona sufre un trastorno de bipolaridad, que no toma sus medicaciones y que cuando sufre un episodio maníaco, suele hacer cosas demasiado horribles, pero cuando sale del episodio no recuerda nada.

Es entonces cuando caigo en cuenta de que June sufre bipolaridad, ella quiso hacerme daño. Solo por el hecho de haberse obsesionado con Cameron justo cuando sufría un episodio. Es en donde también me pongo a pensar en el por qué ella no tomaba sus medicaciones. Estaba sola.

Cameron, quien se estaba duchando, entra vestido ya con su traje a la habitación, mientras se acomoda el cuello de la camisa. Me quedo embobada viendo y recordando que este es el hombre con el que pasaré el resto de mi vida. Él se da cuenta de mi mirada y me guiña un ojo con coquetería. 

—¿Estás lista, caramelo?— él se acerca hasta mi lado de la cama, en donde estoy sentada para ponerme mis tacones negro, a juego con mi falda entubada y mi camisa blanca de seda. Parezco toda una empresaria.

—Ya estoy lista.— Menciono una vez he terminado de ponerme los zapatos. Cam, quien se sienta a mi lado, me dedica esa sonrisa ladeada que causa millones de sensaciones en mí. Le devuelvo el gesto, y tomando mi mano nos dirigimos hasta la sala, donde Wendy y Hyacinth juegan junto a su nuevo amigo, Owen. Para que Wendy no se quedara sola mientras nos íbamos, Lorene pensó que sería buena idea invitarlos. Así que esta tarde serán Lorene y los niños.

Ella nos dedica una sonrisa y nos ofrece una taza de té, mientras corta una rebanada de pastel de frutas.

—¿Seguro que estarán bien, ma?— pregunta Cam, aceptando el trozo de pastel que su madre le ofrece. Creo que siento un poco de envidia hacia él, el muy condenado come como si el mundo se terminara y no engorda. Aunque debe agradecer que su metabolismo es rápido y que las pocas horas que pasa en el gimnasio lo ayudan.

—Claro que sí, niño. La cuido desde que usaba pañales.

—Bueno, pero hoy estás a cargo de otros dos niños.

—Tranquilo, estaremos bien. Además, tu padre vendrá cuando salga de la empresa.

—Está bien. Sabes que pase lo que pase debes llamarme.

***

Como Jaden debe dar su declaración también, ya que el fue testigo del choque que fue adrede, lo encontramos parado en la puerta del lugar donde debemos entrar, vestido de traje, y con ¿un bate de beisbol?

—Empiezo a pensar que la noticia de que será padre lo ha vuelto loco— murmura Cam, mientras caminamos hacia él.

—Buenas tardes, estrellitas— dice Jaden.

—Sí, definitivamente se ha vuelto loco— digo mirando a Cameron, quien rueda sus ojos.

—¿Enserio, J?¿Un bate?