Infernais (𝙩𝙤𝙢𝙖𝙧𝙧𝙮)

Infernais I

Harry estaba molesto, porque Tom no hacia otra cosa que querer hablar con él, ¿Cómo se atrevía? ¿¡Después de las cosas que le había dicho!? ¡De lo que le había hecho! ¿¡Quien se creía que era!? Había sido un golpe bajo, y le dolía, mucho, y pese a la insistencia de sus seguidores no había estado comiendo mucho, tomaba té o agua, y quizás comía un poco de banana, o chocolate derretido o queso cremoso, y su rendimiento académico había bajado considerablemente, porque se quedaba dormido en clase, no atendía, no entregaba las tareas, ¡Incluso había ido ebrio a clases! Vivía en otro mundo, recordando las palabras dulces de Tom, pero luego caía a la realidad, lo cual lo hacía enfadar mucho...

— ¡Maestro!— escuchó la voz de Avery, sin saber que detrás de ese pasillo unos ojos azules los espiaban, con la esperanza de poder averiguar algo

— Lo siento, decías— pidió Harry y Jacob suspiró.

— ¿Qué le ocurre? Y por favor, no me diga nada— pidió el adolescente.

— Algo, pero no te diré— respondió con falso humor.

— Yo creo que debería hablar con el profesor Burke, él siempre sabe que decirle— aconsejo Avery, pero la mirada de Harry se oscureció, su mandíbula se tensó y lo fulminó con la mirada.

— No quiero volver a oír su nombre— ordeno en un tono de voz mordaz.

— Creí... que eran amigos— Jacob se sentía igual de confuso que el que espiaba.

— Jamás lo fuimos Avery, todo fue un malentendido... Él no es más que un profesor— confeso, pero no era asco lo que había en su voz sino dolor disfrazado de ira. —Y yo jamás fui otra cosa más que su alumno— afirmo tratando de convencerse a sí mismo...

— Pero... yo vi cómo se preocup— Jacob se vio interrumpido por el ojiverde.

— ¡Que no Avery! Malos entendidos, yo también lo creí, pero fui un insensato, busqué la aprobación de Burke cuando solo me necesito a mí y a ustedes— afirmó Harry molesto —De ahora en adelante, vamos a enfocarnos en nuestro entrenamiento y solo nuestro entrenamiento, quizás hasta podríamos darle una probada a la sociedad de lo que les espera— hablo el ojiverde haciendo sonreír a Jacob...

Por lo que el espía aprovechó el momento para entrar en la mente de Harry, donde vio las cosas que habían sucedido. Pero esto no le pasó desapercibido al azabache, quien alzo sus escudos y se fue de ahí

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Harry y su acompañante se fueron a la sala común, donde se separaron inmediatamente, ya que el ojiverde corrió a su habitación, y como era de esperar se encerró en ella y rompió en llanto, había sido un completo estúpido al creer que Tom lo quería de verdad, era un Slytherin después de todo, y se caracterizan por usar cualquier medio para obtener su fin, y él había sido su medio. La realidad le volvió a caer como un balde de agua fría: La única persona que quería, en quien confiaba su sabia todos sus secretos lo odiaba, lo quería lejos... la persona que debía amarlo... tenía tantas cosas para usar en su contra...

Recordó las palabras de sus tíos, aquellas que habían sido enterradas por las palabras de admiración de sus seguidores y de Tom, habían salido a flote, inundándolo "Deberías hacernos un favor y morir ya que solo estorbas" "El día que alguien diga quererte va a estar mintiendo" "Pequeño fenómeno" "¿Quién querría a alguien como tú?" ellos se burlaban de él y las voces eran cada vez más fuertes... el aire volvió a decidir escapar de sus pulmones, se arrodilló aferrándose al dorsal de la cama como si éste fuese un salvavidas... Tomo una decisión junto con la capa de invisibilidad y corrió a enfermería, miro el reloj, el cual marcaba las once y algo, corrió hasta las estanterías, y buscó, y busco hasta que las encontró, tomó el frasco y leyó la etiqueta corroborando que fuesen aquellas, sonrió con melancolía, para luego destapar el frasco y tragarse diez consecutivas, sabía que tardarían al menos veinte minutos en hacer efecto, por lo que se dirigió a las mazmorras guardando el frasco en su bolsillo, en caso de necesitar más... Pero a mitad de las mazmorras sus párpados pesaban, su cabeza latía, su cuerpo era de plomo y caminaba de lado, Al parecer son de efecto rápido, pensó riendo

— ¡Harry! ¿Qué ocurrió?— pregunto esa voz.

— N-nada— contestó el y siguió tambaleándose.

— No me digas nada, estás mal, ¿Te han golpeado?— inquirió el otro.

— ¡¿Que t-te... immmporta?!... M-me pueden... asssesinar y s-seguiría... sin ser problema t-tuyo— afirmó revoloteando los ojos y arrastrando las palabras.

— Harry— habló Tom en tono de súplica.

— No... m-me...— su voz de desvaneció y cayó hacía adelante, pero Tom lo atrapó, como siempre

— ¿Qué tomaste?— el menor aprieto los labios y lo empujó lejos, pero el frasco chocó contra el piso, y Tom fue más rápido al agarrarlo ya que el ojiverde estaba bastante adormecido

— ¡¿Píldoras para dormir?! Este frasco trae veinte, ¿¡Porque faltan diez!?— demando tomando al menor por los hombros y sacudiéndolo.

— ¡Nnno m-me hables! T-tu mmme lo pediste y te... he estado h-haciendo... cassso, así que v-vete, déjame hacer lo que mmme pegue la... g-gana— ordeno tratando de correr a la sala común pero chocando con las paredes más de una vez, por lo que Tom no tardo en alcanzarlo, y cuando lo hizo agarró a Harry de la cadera y medio su varita en la boca.

— Evanesco— susurro y la luz anaranjada iluminó la boca del menor, pero Riddle recibió un puño en la mandíbula

— ¡Te dije lejos! ¡Deja de joder mi vida, y entiende que no te quiero cerca!— le gritó.

— ¡Escúchame!— le ordeno Tom molesto, haciéndolo retroceder medio paso

— ¡No! ¡Me importas una mierda! ¡Eres la peor persona que jamás conocí en mi vida y te quiero lejos de mí! Y si te me vuelves a acercar, ni mis seguidores ni yo dudaremos en cruciarte— amenazó Harry molesto —Eres un ser despreciable, ¡El peor Slytherin que conocí jamás! Es por personas como tú, que hay prejuicios hacía nuestra casa— le gritó y desapareció entre los ladrillos de la entrada de la sala común.

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— Los reuní aquí con un motivo— explico a sus seguidores los cuales estaban acomodados en la habitación de Deméter Travers. —Tenemos marca, conocimiento, poder... pero no tenemos un nombre— comentó el y todo asintieron

— Lamento haber descuidado los entrenamientos, ahora con Voldemort en nuestro trasero debemos salir a la sociedad, demostrar quién manda. En la guerra, habrá otra guerra, para ver quién es más poderoso— afirmó Harry y todos aplaudieron.

— Caballeros de la noche— sugirió Rosier.

— Que bruto, hay chicas aquí—acotó Avery

— Nuevos— comentó Milicent.

— Es bueno, no sé, me gusta— dijo Zabini encogiéndose de hombros

— Demonios nocturnos— inquirió Nott con una sonrisa

— Ombres— dijo Draco y todos lo miraron con el ceño fruncido —Significa sombras en francés— agregó con obviedad

— No. No somos la sombra de nadie— Harry acotó por primera vez en la discusión.

— Infernais— fue Stephan Carrow quien habló.

— ¿Y eso?— preguntó Pucey.

— É o mesmo que infernizais, torturáis, lo mismo que, infernal, tortura— explicó en portugués y luego en español, pero Harry había entendido a la primera.

— Me parece perfecto Carrow, no sabía que hablabas portugués— todos aplaudieron al chico y vitorearon

— Infernais— repitió Harry, y todos alzaron las varitas, sacando chispas rojas