Albus Dumbledore sonreía complacido en su despacho mientras comía un caramelo de limón, ya que su plan marchaba sobre ruedas, bueno no del todo porque Potter aún no se había acercado a él, pero su conducta dejaba mucho que desear... Y esa era una buena excusa para traerlo a su despacho, para así interrogarlo. Aplaudió al aire, a un público invisible por su genialidad, después de todo, la poción traía como efecto secundario el olvido... así que Burke jamás sabría lo que había hecho, además con la forma de ser de Potter el solo lo alejaría sin darle opción a hablar.
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Harry caminaba junto con Draco, a regañadientes, el rubio resulto ser hábil en Legremancia y había visto lo que su maestro había hecho con las pastillas, por lo que había convocado una reunión con los demás, sin embargo había elegido no revelar la verdad, solo dijo que lo había visto ser atacado por unos Gryffindor, y ellos no necesitaron más para acceder a hacer turnos para caminar con él. Y hoy le tocaba al heredero Malfoy, y ahora eran las nueve con unos minutos, hacía rato habían cenado, pero el azabache necesitaba despejarse, y para hacerlo solía vagar por los pasillos... Por supuesto que el ojiverde sabía lo que pasaba para que lo estuviesen acompañando, una parte de él estaba agradecida con Draco por no decir la verdad, no queriendo parecer débil, pero la otra los detestaba, tanto que deseaba echarles un buen Crucio...
— Mira... ¿Andas con tu mascota?— se burló McGrey, un Gryffindor de su mismo año, ello lo ignoraron y siguieron con su caminata, pero el infeliz estaba empecinado en molestar.
— Oi, ¡Ven aquí Potter! Escuche que te gusta que te anoten la Quaffle— se burló el Gryffindor, tratando de decir que Harry era gay, aun así ellos volvieron a ignorarlo.
— ¡Responde!— exigió saltando sobre él, pero salió expulsado contra la pared antes de siquiera poder tener la oportunidad de tocarlo
— ¡Malfoy!— gritó McGonagall, y Harry trató de explicarle lo sucedido, pero ella se llevó a Draco y a McGrey a castigo, por lo que el ojiverde suspiro, encaminándose a su sala común, pero una grulla de papel aterrizó en sus manos.
La torre de Astronomía en dos horas, es importante. D.M
Él se cuestionó que podía ser tan importante para Draco como para citarlo en aquel lugar tan tarde, pero se encogió de hombros y guardo la grulla en su bolsillo. Sin embargo era otra persona la que sonreía victoriosa detrás de la columna, sabía que la cosa no sería fácil y que probablemente iba a tener que lanzarle varios hechizos y maldiciones para que se quedara a su lado en la torre.
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Harry pensaba, seguía dándole vueltas al asunto del Malfoy menor... ¿Que podría ser tan importante como para que lo cite en privado? Podría ser algo vergonzoso, o algo sobre su familia, un evento al que debía asistir, un compromiso matrimonial con alguien, quizás... tenía información valiosa sobre alguna táctica o plan de Voldemort... ¡Peor! ¡Quizás su padre había entregado la lealtad de Draco a ese hombre y debía tomar la marca! O tal vez simplemente necesitaba ayuda o un consejo y daba vergüenza pedirlo, por eso lo había citado en privado.
Se subió a la balanza mientras pensaba y comprobó lo evidente, suspiro mientras se quitaba el glamour, había pasado de pesar cincuenta y seis a cincuenta y un kilos, sus músculos estaban menos definidos por la falta de entrenamiento, y es que no tenía fuerza para entrenar, es decir, se quedaba dormido y aunque durmiera ocho horas seguía con sueño, lo único que hacía era tomar agua, sopa, whisky, café, alguna fruta, batidos, puré, y con suerte una poción nutritiva... Ahora estaba tratando de reincorporar cosas a su "dieta" cosas como gelatina, pan y flan, pero las ojeras y los posos en las mejillas permanecían, por lo que volvió a ponerse el glamour y tomo una poción de fuerza, inmediatamente reventó el vidrio contra el suelo, lleno de ira. ¡Él no tenía que estar así! ¡Riddle era un idiota y había miles de personas que lo deseaban! Se tiraría a medio Hogwarts si hacía falta, pero lo olvidaría, después de todo había sido Riddle quien lo había dejado ir, ¡Él no había hecho nada malo! Así que puso la túnica de Slytherin, y, luego bajó a informar que saldría a encontrarse con Draco, que tenían asuntos que discutir.
— Qué bonito maestro— Abbott le dio un guiño y el rodó los ojos, él era así, coqueteaba con todo lo que caminaba, y no iba a reprenderlo porque sabía que eran comentarios vacíos y que Abbott lo respetaba, solo sonrió de lado y salió de las mazmorras con rumbo a la torre de Astronomía, camino a un ritmo normal, pensando en que sería lo que Malfoy tenía que decirle, comenzó a ponerse ansioso e impaciente, por lo que apresuro el ritmo, hasta llegar. Y cuando finalmente lo hizo pudo ver una silueta en el barandal, se abrazó a sí mismo, temblaba.
— Vamos Malfoy, habla que hace frío— dijo notando que no tenía su varita con él, pero pronto se vio envuelto en el calor del hechizo calefactor, a medida que se acercaba a la baranda pudo notar que la figura se estiraba... ¿Dónde está tu estela Draco?, pensó el ojiverde
— Hay que hablar— dijo la voz y el apretó lo puños, inmediatamente se dispuso a volver, pero el rayo azul lo tocó y quedó inmovilizado hasta el cuello.
— ¿Qué necesita profesor Burke? No son horas ni lugar para citar a un alumno—habló sin emociones, pero con los dientes apretados de furia.
— No me llames así, y no es lo que crees— afirmó el mayor.
— Así se llama señor, y no sé de qué habla— Harry se hizo el desentendido.
— Lo sabes esmeralda, lo que paso en mi despacho, e-ese no fui yo... y-yo... ni lo recuerdo, s-solo lo sé porque vi tu mente, creo que estuve b-bajo una poción de odio o algo similar— explicó Riddle mirando a Harry a los ojos.
— Un mentiroso profesional— suspiro Harry con una sonrisa sarcástica
— Te amo Harry, lo hago, pase cinco años de mi vida cuidándote, dame una razón por la cual te odiaría de un día a otro sin motivo ¡No tiene sentido! ¿O que fue ese beso? Porque para mí, sí significó algo, tu, tu significas todo— las palabras salían de la boca de Tom boca sin saber cómo ni porque
— Mientes— lo acuso el menor. Dime que es verdad pensó el menor.
— ¡No miento! Jamás diría que eres un estorbo, porque no lo eres. Tus padres... tú y yo sabemos el motivo y el culpable de su muerte, y lo hicieron porque te amaban tanto que estaban dispuestos a dar su vida para que tu pudieras tener la tuya y ser feliz, además, estas lejos de ser horriblemente patético, eres el chico más inteligente y hermoso que vi en mi vida Harry, yo moriría para que tu pudieras ser feliz, incluso si eso implica que otro te amé— aseguró el mayor
— Tom—el ojiverde sonrió de lado, Riddle retiro el hechizo y caminó hasta el menor.
— Yo... me deje llevar, a-actúe cómo un Gryffindor, tuve actitudes que no debería haber tenido, actué como un bebe, d-debí haber hablado contigo, pero estaba demasiado triste y dolido como para hacerlo— comento Harry molesto.
Tom tomó la mejilla de su alumno y depósito un casto beso en sus labios, el menor frunció el ceño.
— ¿Acaso te pones en plan misterioso para llevarme a la cama?— cuestionó Harry riendo aunque medio pregunto, ya que una parte de él estaba ansiosa por acostarse con Tom
— Oh... no necesito misterio y lo sabes— susurro el mayor pasando un dedo sobre su pecho
— Aún tenemos mucho de qué hablar— afirmo Harry molesto, cruzado de brazos.
— Lo sé, y e-el día... lo q-que paso en mi despacho... y-yo te había citado con l-la idea de explicar y responder t-todas tus preguntas— dijo Tom
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Infernais (𝙩𝙤𝙢𝙖𝙧𝙧𝙮)
FanficHarry James Potter, toda su vida había sido planeada por el como si fuese una marioneta, pero ¿Que pasaría si se liberara de los hilos y no fuese lo que todos esperaban? Harry no encajaba con lo que ellos necesitaban... ¿Y que pasaría si Tom Riddle...