Infernais (𝙩𝙤𝙢𝙖𝙧𝙧𝙮)

Malfoy Mannor

Miró hacia arriba y hacia los costados, se sacudió la capa y admiro el lugar, era la mansión más grande que había visto en su vida, con sus cuatro pisos y sus dos torres a cada costado, con sus jardines laberínticos, repletos de flora y fauna que jamás había visto. Caminó por la entrada mientras recorría con la mirada todas las ventanas, las suelas de sus botas de piel de dragón hacían ruido contra el piso de piedritas, su pantalón negro se camuflada en las sombras, era de esos que iban ceñidos al cuerpo, resaltando su camisa blanca, acompañada de un saco negro, el cual, se estiraba hacia atrás y formaba una capa que acompañaba en ruido de las botas, la cual ondeaba en el aire con elegancia natural, subió las escalinatas de mármol grácilmente, y tocó la puerta, esta se abrió, dejando ver a Draco, con su cabello brillante, un traje gris oscuro en su totalidad, acompañado de una capa a juego con el escudo en hilo dorado de los Malfoy, detrás de sí, dos elfos, uno a cada lado

— Lord Potter— hizo una reverencia y Harry correspondió al gesto, viendo como el rubio aun tenía problemas para pararse correctamente, y más para caminar, por lo que se movía lentamente, queriendo parecer elegante, camuflando el dolor, lo cual lo hizo sonreír, Alguien aprendió su lección, pensó con satisfacción, mientras Draco lo guiaba por la sala principal, llena de ornamentos de oro y plata, decorados con las más finas telas. Al final del salón, en la escalera de mármol estaban Lucius y Narcissa Malfoy, ella usaba un vestido dorado de corte sirena, su cabello rubio caía rebelde en su espalda, mientras que Lucius usaba un traje negro en su totalidad con una capa similar a la de su heredero.

Harry beso el dorso de la mano de Narcissa y estrechó la mano con Lucius, prometiendo juntarse a conversar sobre la idea de convenios políticos

— Sin tanta formalidad Harry— sonrió Cissy, para luego despedirlo, e irse con su marido, dejándolo nuevamente, solo con Draco, quien lo guio hasta una puerta

— Los demás llegarán en unos días, y solo pasarán tres días aquí, el resto del tiempo es tuyo, siéntete libre de convocar a un elfo para cualquiera de tus necesidades— comento, con una reverencia, para luego irse, cojeando un poco, con una mueca.

La habitación era inmensa, bastante más grande que la de su baúl mágico, el cual había vendido hacia no mucho tiempo. Las paredes eran de madera oscura, en una de ellas reposaba un espejo redondo de gran tamaño, cuyo borde estaba adornado con serpientes de plata, en la pared de enfrente había una cama doble con acolchado azul Francia. Tenía un escritorio, con silla al lado de la cama, así como un gran armario negro y un baño privado, también contaba con un estante lleno de libros que Draco había elegido cuidadosamente para su maestro, tratando de compensar su arrebato.

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Harry sabía que Tom estaba al otro lado de la puerta, podía sentir su magia...

— ¿Qué? — dijo en tono cansino, mientras se abrochaba el pantalón y Riddle entró, reprimiendo una risita

— Creo, qué es un buen momento para que conozcas, o mejor dicho para que mis seguidores te conozcan ¿Qué opinas? Aunque debo decir, que si te quedas así mucho más tiempo, me temo que tener que postergarlo y poner unos cuántos hechizos insonorizantes en esta habitación— comento con aire coqueto

— Solo el círculo interno— respondió Harry mientras se ponía la camisa, ignorando el coqueteo de Tom, y su sonrojo

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Unas horas antes

Lucius veía el trato que Harry tenía con su hijo, y por primera vez en años, tuvo miedo. Miedo de que su hijo siguiera a un loco y lo llevara a un mal camino. Miedo de que Harry pensara como Tom antes del buen camino, miedo de que su hijo diera su vida por un futuro Lord Oscuro.

— Malfoy— llamó el azabache y el rubio apareció enseguida, cojeando ligeramente, haciendo una pequeña reverencia, la cual le sacó una sonrisita a Harry —Reporte— pidió mientras tomaba de su té.

— Los hermanos Travers ya tienen un puesto asegurado en el ministerio, Deméter está comprometida con Apol Yaxley, un séptimo año, pero al ya estar en sexto y tener un buen apellido ya tienen un puesto garantizado, ella como Inefable y el, con el departamento de Aurores— informo y el ojiverde asintió.

— Los chicos han enviado cartas, ansían seguir con el entrenamiento, ya tengo la lista de apellidos de quienes vamos a hacer los futuros leales— dijo Draco, refiriéndose a la futura lealtad al Lord Oscuro, pero eso Lucius no podía saberlo

— Nott, Lestrange, Carrow y yo— comentó. Y Lucius alucinaba, se recargo contra la pared mientras respiraba con pesadez... su hijo le había jurado lealtad a Harry, su hijo ya tenía un líder, los hijos de los más fieles mortifagos le habían jurado lealtad ¡Lestrange! ¡Carrow! ¡Nott! ¡Y seguramente serían marcados! Sin embargo no se movió de ahí, necesitaba saber más...

— ¿Algo para tomar?— preguntó Draco educadamente

— Así estoy bien ¿Has podido avanzar con el patronus?— interrogó el azabache con una ceja alzada.

— ¡Sí! ¡Es un perro!— festejo el rubio

— Estoy orgulloso ¿Alguien más? — volvió a interrogar

— Milicent tiene un oso, Abbott un gato, Zabini una serpiente y Avery un Thestral—habló el rubio, y el solo asintió

— ¿Puedo saber el suyo?— cuestiono Malfoy.

— Seria descortés que lo dijera estando solos, en cuanto los demás lleguen— afirmó el de ojos verdes.

— ¿Ya la tienes?— preguntó Harry a Draco.

— No, será cuando los demás vengan— comentó con aire triste, Potter puso su mano en el hombro de su seguidor.

— No te preocupes, yo me ocuparé de que no pase— afirmó y el rubio sollozo en el hombro de su maestro, Lucius miraba la escena atónito, eso no sé parecía en nada a la relación que Tom solía tener con sus seguidores antes del cambio, no había sumisión ni miedo ¿Verdad? Parecía haber respeto, cariño, confianza, Draco quería a Harry, y el parecía preocuparse por sus seguidores y eso era... extraño. Lucius suspiró, su hijo le era completamente leal y probablemente sería marcado... ¡Pero debía ser marcado ante Tom! No podía...

El patriarca de los Malfoy estaba seguro de una cosa, además de la guerra habría otra. Entre dos Señores Oscuros, por el poder, por ver quién era más fuerte, quien era mejor...

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Harry caminaba por los pasillos de Malfoy Mannor, con la mano de Tom en su cadera, guiándolo hacia el salón principal en el que se encontraban los principales miembros de la orden del Augurey. Malfoy, Snape, Avery y Mulciber. (Lupin y Black estaban en su casa, porque además era innecesario que estuvieran ahí)

— ¿Listo?— interrogó Tom, a lo que Harry lo tomó de la corbata acercándolo a él, juntando sus frentes, chocando sus alientos

— Nací listo— afirmó y el mayor le robó un pequeño beso.

— Tom—habló Harry antes de entrar. —Luego de esto, necesito que hablemos sobre un asunto— comunicó el menor

— ¿De qué?— pidió el ojiazul.

— Luego— se limitó a decir haciendo que el mayor rodara los ojos.