capitulo 43

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Durante el recorrido por el lugar me di cuenta que es exótico tiene salas que son muy diferente una de las otras, unas son delicadas como la habitación de Bárbara, otras rusticas como el estudio, que por cierto hay tres más, la sala principal parece una discoteca hay una barra de licor y todo. Ahora nos dirigimos a un tipo de sótano estamos bajando escaleras y hace más frío que en la superficie.

Mientras seguíamos bajando él me contaba acerca de todo este sitio el cual Ronaldo y su mujer había creado básicamente para que freestyler y raperos tuvieran un lugar donde empezar ellos nacieron en este barrio y por eso este sitio tan lujoso está aquí. La Bestia se notaba muy apasionado hablando sobre esto que es su vida y me encanta verlo así.

—Es hermoso verte ese brillo en los ojos cuando hablas sobre lo que amas —le dije en el preciso momento que encendió la luz del sótano donde estamos.

El sótano no era otra cosa sino un estudio de grabación improvisado era de colores fríos, tenía una pequeña consola y una laptop, en el medio estaba una silla y un micrófono, frente de este había otro espejo gigante. Esta gente tiene unos fetiches con los espejos ya que por todos lados ahí.

—Este es el primer estudio aquí nació todo para los chicos de esta ciudad, solo he estado aquí una vez y ahora son dos contigo, ¿puedes creer como ha crecido todo? El amor y la pasión que dieron por lograr que el rap, hip hop y el freestyle creciera es digno de admirar. En estas paredes crecieron grandes que pudieron acabar su vida en drogas, en la delincuencia o incluso muertos pero con una sola oportunidad pudieron cambiar sus vidas.

—Tu vida cambió mucho —agregué.

—Y sigue cambiando porque tengo a mi lado a alguien que me inspira muchas cosas — emitió de forma segura pegándome a la pared.

—Quiero saber algo antes de continuar —comenté mordiendo mi labio inferior.

—Puedes decirme lo que tú quieras —indicó llevando su dedo pulgar a mis labios para dejarlo de morder.

—¿Tú fumas marihuana? No tengo nada en contra de quien  fume cada quien con su vida hace lo que quiera pero si me incomoda un poco su olor.

La Bestia pego su frente a la mía con delicadeza y coloco sus manos en mi mejilla. —Yo no fumo, no tengo esos tipos de vicio mi único vicio eres tú.

Yo chillé con su ocurrencia, la vedada este hombre me derrite.

—Deja tu labia ya te he dicho que es de las baratas —besé su nariz.

—Yo sé que a ti te encanta porque no te pones como una fiera en cambio te saco una gran sonrisa que me enloquece —finalizó besándome.

Sus besos sí que eran una adicción la suavidad de ellos hacían que yo no quisiera dejar de besarlos, su sabor era como agua de manantial en pleno desierto y su lengua era como un dulce que no dejarías de lamer nunca.

Él era un experto nunca he estado en el espacio ni sumida en la gravedad cero pero creo que esto puede compararse a esa sensación.

Tengo mucho tiempo sin sentir una intimidad como esto que una persona recorra mi cuerpo con deseo carnal y con tanta pasión, este hombre me toca con tanta delicadeza como si fuese un pergamino antiguo a punto de deshacerse siento como el calor que desprende nuestros cuerpos inundan la habitación como lo rústico de la pared incomoda mi piel pero no al punto de querer separarme de ella. Mi respiración empieza a acelerarse la falta de oxígeno la complemento con el aliento de él.

Sus manos se afincan en mis caderas como si fuese un tesoro el cual no quiere perder mis piernas están perdiendo el equilibrio y siento que tiemblan como si un terremoto las azotaran, sé que lo nuestro es algo más que físico pero el deseo nos consume y caigo en la tentación del pecado.

Superando el DolorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora