capitulo 45

41 10 0
                                    


La Bestia y yo estábamos en nuestras respectivas actividades él componiendo su música y yo escribiendo el libro de vez en cuando podía notar sus gestos de concentrado, sus manías al tocarse el cabello cuando algo no le salía bien sus articulaciones de pequeñas rimas y su ceño arrugado cuando. Simplemente hermoso, jamás imaginé que podría estar en un espacio con alguien compartiendo mi arte.

Él y yo nos complementamos aunque somos seres muy distintos logramos compaginar a la perfección, pocas son las personas que logran una armonía y me siento privilegiada.

—¿Qué tanto me ves? — pregunta serio.

Dejé la laptop donde estaba escribiendo y me posicione en el sofá donde él se encontraba para acostarme en su regazo.

—Solo pensaba... —inquirí mirándolo. Eres muy linda

—Siempre quiero saber que piensa esa cabecita tuya pero luego no tendría sentido si me lo cuentas —acarició mi cabello —. Eres como un camaleón exótico para mí ya te lo he dicho pero siempre que tenga la oportunidad te lo diré.

—Eres un exagerado, soy una mujer normal un poco particular por mi carácter pero no salgo de lo común.

—La percepción es individual y para mi tú si eres distinta por todo lo que he conocido de ti. Para otros incluso para ti eres normal pero yo te veo como algo maravilloso —sonrió y beso mi nariz para luego hacerme cosquillas.

Reía y me retorcía muy fuerte por su acción, definitivamente disfrutaba las cosas buenas que me pasaban con él.

—¿Basta que me harás llorar! —suplicaba en medio de las carcajadas. Después de un tiempo más torturándome  paro.

—Te lo mereces nena, ahora levántate para que hagamos algo de comer que desde que llegamos no hemos comido nada.

Y así hice fuimos a la cocina y con lo poco que La Bestia tenía en su refrigerador comenzamos a preparar un pastel de plátano.

—Sabes hoy visité a una pequeña que hace poco despertó del coma y que tiene cáncer cerebral. Me sentí mal porque los niños no deberían pasar por ese tipo de situaciones. Ella es una niña abandonada pero mi mamá junto a todos en el hospital la estamos ayudando incluso le han regalado muchas cosas y decidí regalarle algo pero no sé qué puedo regalarle —comentó cortado los plátanos.

—No deberían traer niños al mundo si no se hacen cago, personas así deberían estar presa o muertas —golpeó con furia el mesón donde estábamos preparando la comida.

Me sacó de onda su reacción pero él tiene toda razón.

—Concuerdo yo jamás podría abandonar a un hijo sea cual sea la gravedad...

—Por eso no hay que tener hijos sin planificación, el mundo está mejor sin niños que nada más vienen a sufrir —concluyó.

—No todos los niños sufre si eres exagerado —decía poniendo a freír los plátanos.

—¿Acaso tú no sufriste en tu niñez? — me insinuó y eso fue bastante cruel.

Fui hasta el otro lado del mesón para encararlo porque no le iba a soportar este tipo de cosas a él ni a nadie.

—Lo estoy superando y tú también deberías, ¿hasta cuándo estarás con eso? Lo que pasó en el pasado no tiene porqué seguir en el presente... tampoco puedes comparar las situaciones porque son distintas Alejandro yo no dejaré que ningún hijo mío pase lo que yo pase —lo encaré.

Él se colocó muy cerca de mi chocando su pies con los míos por instinto yo retrocedí.

—Y yo porque no quiero que mi infierno no se vuelva a repetir no tendre hijos —sentenció con un tono de voz helado.

Superando el DolorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora