capitulo 28

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—Disculpen no era nuestra intención interrumpirlos— dijo Alexa.

—Les dije que se buscaran un hotel.

—Cállate Luis, y fuera todos de aquí, Teresa y Alexa quédense con nosotros para que ayuden a Angeles a cambiarse y luego llevarlas a su casa— ordenó La Bestia.

Serpiente me miraba decepcionado y atrás de él estaba Paulina con una sonrisa y tratando de sacarlo de allí.

En ese momento me di cuenta que esa perra infeliz planeó que esto sucediera.

—Angeles no te preocupes amiga que ese mal olor te lo quito como sea— sentenció Teresa.

—Alejandro sal un momento por favor— le indiqué y el sin chitar lo hizo.

—Todo esto lo planeo esa maldita de Paulina— declaré.

—Te lo dije, no debías ayudarla en nada, ¿ahora cuéntanos que sucedió? —preguntó mientras sacaba una loción en crema y me la aplicaba.

Les conté todo a las chicas y ellas botaban humo por las orejas, estaban muy molesta y yo también por creerle a esa loca.

—Debes decírselo a Serpiente para que amarre a esa cabra— decía Alexa mientras amarraba mi cabello.

—Hablaré con él, ojala que me crea.

—Tiene que creerte porque si no hago que la pase mal ese imbécil— advirtió Teresa.

Después de un rato y teniendo un olor pasable me coloqué la camisa de La Bestia que olía riquísimo y por supuesto me quedaba grande pero mi blusa y la chaqueta quedaron hechas un asco, las tres salimos del dichoso baño y Alejandro estaba esperándonos y tenía una camisa puesta.

— ¿Quién te prestó ropa?

—Los chicos y que bueno que estés mejor, llevemos a las chicas y después te llevo a tu casa.

Nos despedimos de los chicos menos de Serpiente y la loca porque no estaban por ningún lado y a medida que íbamos saliendo la gente se nos acercaba para felicitar a La Bestia y otros mirando como tenía puesta su camisa, ya en la salida llamó a un taxi que llevó a las chicas a sus casas pero se desvió del camino a mi casa

— ¿A dónde vamos?

—Te tengo una sorpresa— besó mi mano.

Eso no me lo esperaba pero sonreí pasar tiempo con él es agradable.

Reconocí el caminó por dónde íbamos y sabía que iríamos al centro, después de un rato recorriendo llegamos al lugar de comida rápida donde me pidió conocerme más.

— ¿En serio? ¿Esta es la sorpresa? —dije entusiasmada.

Él beso mi frente. 

—Claro que sí después de tanto ajetreo debemos cerrar la noche con broche de oro y que mejor que aquí, en nuestro lugar.

— ¿Nuestro lugar?

—Sí, nuestro aquí nos dimos la oportunidad de conocernos.

—Eres el mejor— lo abracé.

Nos sentamos en las últimas mesas para tener privacidad, de fondo se escuchaba La Curiosidad-Jay Wheeler - ft. Myke Towers y el ambiente estaba muy activo el lugar casi que estaba a reventar, una chica se nos acercó y realizamos nuestros pedidos.

—Esta noche fue perfecta— tomó mis manos.

—Bueno ni tanto terminé vomitada y con tu ropa puesta.

—Mi ropa te queda mejor a ti que a mí, más seguido debes ponértela.

—Bueno señor campeón veremos si me pondré más seguido su ropa— coqueteé.

Superando el DolorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora