"No importa que sea mi enemiga..." (Shingeki no Kyojin)

Capítulo 1: El Escuadrón 112

  Otro día inicia para los nuevos reclutas que en un futuro defenderán a la humanidad...  De todos estos el más motivado es Eren Jaegar... Pero eso es otra historia...

  Un jóven del escuadrón 112 está despertando emocionado puesto que hoy probarían los equipos de Maniobras tri-dimensionales.
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—Bien pedazos de porquería, hoy veremos quién de ustedes será comida para titán y quiénes serán los que al menos puedan luchar para salvarse el trasero. — Dijo el instructor Shardis con su característico humor de siempre...

— Pst... Oye Kyle, ¿Oíste lo que pasó ayer? — soy distraido por Roy que se encontraba de Mi lado.

— ¿De qué hablas? — pregunté desconcertado.

— Oí que esa chica Ackerman salió primera de su clase en el manejo de los equipos de maniobras...— dijo con un extraño brillo de admiración en su ojos.

— ¿En serio? No tenía idea... Bueno, supongo que era algo predecible por sus aptitudes de combate. Aunque sigue siendo bastante impresionante. — respondo yo susurrandole.

— ¡¡USTEDES DOS!!! — exclamó Shardis acercándose a nosotros.

— ¡¡Reclutas, escuchen bien!! ¡¡Por culpa de Müller y Schön correrán durante toda la tarde hasta que el sol se esconda!! — gritó el instructor y seguidamente podíamos sentir como las miradas de odio recaían sobre nosotros.

  Rompimos formación y comenzamos el entrenamiento cuerpo a cuerpo.

— Esta vez te haré comer polvo.— dijo Jeff confiado.

— En tus sueños amigo mío...— respondí preparándome.

— Ya Dejen sus cursilerías y empiecen — dijo Laila que estaba haciendo de referí.

  Jeff arremetió contra mi pero logré llevarlo al suelo para interceptarlo con un candado al cuello. Hice un poco de fuerza y el término rindiendose.

— Sigues en racha eh... — dijo Jeff mientras tocaba su cuello.

— Supongo que sí, pero mejoraste bastante desde la última vez. — digo extendiendo mi mano con una sonrisa.

  Lo levanté y ahora me tocaba luchar contra Laila Fletch... Mi amiga desde niños y la mejor en combate cuerpo a cuerpo de nuestro escuadrón.

— No te excedas... — digo yo algo nervioso.

— Tranquilo, prometo no romperte muchos huesos... — dijo Laila estirando sus brazos.

— Espera qué... — no tuve tiempo a reaccionar ella atacó rápido y me redujo en el suelo.

— ¿Te rindes? — susurró en mi oreja mientras hacía una llave con sus piernas en mi brazo.

  Sus muslos aunque estaban trabajados eran bastante suaves y cálidos... Escondí mi cara en el suelo para no desconcentrarme y comencé a levantarnos a ambos.

— Vaya, no te rindes fácilmente eh... — dijo ella y cambió su llave apretando mi cuello con sus piernas.

  Y ahora sí ya no podía concentrarme... Los muslos de una chica estaban en mi cuello y cada que bajaba la mirada mi corazón se aceleraba puesto que sabía lo que tenía cerca de mí.

  Mis pensamientos se fueron disipando al igual que mis fuerzas. Me negaba a rendirme y por culpa de esto Laila apretaba cada vez mas fuerte la llave hasta que caí en el suelo. Antes de quedar inconsciente alcancé a golpear su pierna dos veces y ella me soltó.

  Desperté y lo primero que ví fué un enorme cielo azul. Estaba totalmente desorientado pero mi cabeza se sentía cómoda.

— Despertaste... — dijo Laila con una sonrisa.