Capitulo 7: Un nuevo comienzo

782 53 6
                                    

  Mientras era arrastrado por esta chica miré a los alrededores de la ciudad, todo era nuevo para mí, sentía como si hubiera avanzado años en el tiempo. La gente transportaban cosas en una especie de carreta a motor y con cuatro puertas.

  Pero más allá de lo increíble que pareciera se sentía un gran dolor y tristeza en el aire por los malos tratos que recibía una parte del pueblo.

  Nos adentramos a otra parte más alejada de la ciudad principal, esta pequeña ciudad estaba totalmente rodeada de rejas y dos puertas enormes. Afuera de estas se encontraban dos guardias que notaron nuestra presencia.

— Oye, ¿Dónde vas chico? — preguntó el soldado.

— Oh, el está conmigo oficial — respondió Pieck con una sonrisa.

— No te pregunté a tí, sucia Eldiana. — dijo el soldado mientras se acercaba.

  Pieck sólo agachó su cabeza dejando que su cabello cubriera su cara.

— Responde la pregunta joven... ¿Por qué un noble ciudadano de Marley viene a esta pocilga? — preguntó el Soldado que me trataba de forma totalmente diferente a la que trataba a Pieck.

— ¿Será que vienes a pasar un buen rato con ella?... — dijo el soldado con una sonrisa repugnante. — Puede que sea una sucia Eldiana, pero aún así tiene buen cuerpo — dijo el soldado mientras acercaba su mano para tocar el pecho de Pieck.

  Instintivamente tomé la mano del Soldado y lo empujé hacia atrás.

— Lo que yo tenga que hacer con ella no es de tu incumbencia — respondí mirándolo seriamente.

— Maldito hijo de... — dijo el guardía mientras se acercaba para pelear. Inmediatamente fué detenido por su compañero. — Ten cuidado, es una de los guerreros — le susurró al oído de su compañero que solo se dió la vuelta y no nos molestó.

Solté un suspiro — ¿Estás bien? — pregunté mirando a Pieck.

— Si... No te preocupes — respondió fríamente y siguió caminando.

  Nos adentramos a esta zona y comencé a ver las casas. Todas se parecían y no destacaban ningún tipo de lujo, eran lo justo y necesario para poder vivir. Aquí el ambiente era distinto, se podía sentir una sensación de hogar pero aún se sentía esa opresión que reciben diariamente los moradores de aquí.

  Mientras miraba las casas noté que en las entradas habían placas con apellidos, pero de todos solo uno me llamó la atención.

— Braun...— solté mientras miraba serio la plaqueta.

— ¿Qué sucede?— preguntó Pieck al notar que yo me había quedado parado.

— No es nada... — dije y seguimos nuestro camino.

"Debo volver..." Pensé, pero no tenía ni la más mínimo idea de como lo haría. Por el momento debía conseguir información y tratar de que no descubran que no soy de por aquí.

— Llegamos...— dijo Pieck entrando por una puerta.

  Antes de entrar noté que en la entrada estaba una plaqueta con el apellido "Finger".

— Papá, ya volví — Dijo Pieck sin recibir respuesta. — Ponte cómodo, iré a ver a papá y empezaré a cocinar — me dijo mientras subía las escaleras.

— Está bien — respondí y esperé hasta que subiera.

  Me fuí a la sala de estar y comencé a observar alrededor. Sabía que si me descubrían probablemente tendría que encontrar alguna salida. Vi únicamente un par de ventanas que serían fáciles de romper en caso de que fuera necesario. Mientras recaudaba información ví una especie de dibujo raro dentro de un marco.

"No importa que sea mi enemiga..." (Shingeki no Kyojin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora