Capítulo 4: La recuperación de Trost

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La misión era sencilla, Eren se transformaría nuevamente y nosotros debíamos cubrirlo mientras colocaba una enorme roca en donde se encontraba el agujero que había hecho el Titán Colosal.

- ¡Müller, conmigo! - gritó un oficial y lo seguí separándome del grupo de Mikasa y el resto.

- ¿Qué sucede? - pregunté .

- Nuestra misión es distinta, debemos asegurarnos de eliminar a los Titanes que están a los alrededores de la ciudad, hay que tratar de Minimizar los daños - me dijo el oficial.

- Entendido - dije y comenzamos a liquidar a los Titanes.

Habíamos matado a una buena cantidad de Titanes por lo que volvimos con Eren. Al llegar me sorprendí bastante al ver que Armin le había clavado una espada al titán de Eren.

- ¿Qué fue lo que pasó? - pregunté.

- Eren perdió el control... - respondió Mikasa preocupada.

- Mierda... ¿Y qué demonios hace Armin? - pregunté.

- No tengo idea - Respondió Mikasa.

No paso mucho para que obtenga una respuesta.

- ¡Prometiste que veríamos el Mar! ¡Ahora levántate y lucha! - Gritó Armin haciendo que Eren vuelva a recobrar la compostura.

Mikasa sonrió Aliviada al igual que todos los del grupo. Pero esto aún no terminaba. Eren levantó la roca y comenzó a llevarla mientras que una gran cantidad de Titanes se acercaban a él. Poco a poco fuimos avanzando hasta llegar al agujero, Eren Arrojó la enorme Roca y tapó el Hueco.

Pasaron unas horas y la ciudad ya estaba totalmente limpia de Titanes o eso creíamos. Volvía junto a Roy y Jeff cuando de la nada un Anormal Salió desde la sombras... No nos dió tiempo a Reaccionar pero Jeff sí y nos empujó a Roy y a mí dentro de una casa.

Por culpa del impacto quedé inconsciente... Comencé a escuchar una voz.

- ¡Kyle!... ¡Kyle! - llamaba la voz pero yo no lograba reconocerla. - ¡Kyle....! ¡¡Gaz!! - volvió a Gritar y pude despertar.

No veía nada y noté que mi cara estaba empapada de mi propia sangre por culpa de un corte en la ceja, traté de levantarme pero sentí el peso de unos muebles y maderas en mis piernas. Con mucho esfuerzo logré salir, pero también me había golpeado la pierna.

- Kyle... - escuché decir a una voz algo débil. Seguí el rastro y encontré a Roy con las piernas aplastadas por una de las paredes que había roto el titán.

Al verme comenzó a gritarme que lo ayude, estaba desesperado. Traté de levantar la pared pero no había manera, de pronto sentí como una gran sombra se asomaba, era el anormal de antes.

- Mierda, ya está aquí... - Dijo Roy viendo al titán. - Vamos, apresúrate o nos comerá...- dijo mientras trataba de safarse.

- ¿Nos? - pregunté mientras lo miraba.

- Alto... ¿No irás a dejarme verdad? Recuerda que somos amigos... - dijo Roy con una sonrisa nerviosa.

- También eras amigo de Laila y la dejaste a su suerte... - respondí serio.

- ¡¿Y qué querías que hiciera?! Tenía miedo, jamás pensé qué debía luchar contra un Titán. Pensé que mi vida sería normal dentro de las murallas. - dijo Roy mientras comenzaba a Llorar.

- Aún así... Mostraste tu verdadera forma de ser... Eres un cobarde que en lo único que piensa es en si mismo - dije mientras comenzaba a alejarme.

- ¡¡Alto!! ¡¡No me abandones...!! - gritó Roy.

- ¡¡Te daré lo que quieras, pero por favor sálvame!! - suplicó.

- Lo único que quería era tu amistad... Pero no puedo confiar en alguien que me dejaría morir con tal de salvarse... - Dije y comencé a acercarme a la puerta del edificio.

- ¡¡Maldito hijo de perra...!! ¡¡Prefieres a una puta antes que a tu amigo!!... Te contaré un pequeño secretito... Pregúntale a esa ramera si sigue siendo virgen... - gritó Roy mientras el Titán lo levantaba. - Aghhh... Cuando oigas su respuesta, te acordarás de mí por siempre... ¡¡Pídele que te cuente todo y con lujo de detalles como imploraba ser penetrada por mí esa vez en el campamento de entrenamiento!!- Gritó Roy.

En ese momento una enorme ira creció en mi interior... Tome el equipo de maniobras y maté al titán.

- G-gracias... Amigo... - dijo Roy mientras estiraba su mano para que lo levantara.

Tomé su mano y con las espadas corté sus piernas. El soltó un grito desgarrador y comenzó a pedir ayuda... Una lástima que por culpa del grito se quedó sin Voz. Comencé a golpearlo con mis puños una y otra y otra vez, golpe tras golpe cargado de ira y rencor por lo que había revelado, los gritos se fueron apagando poco a poco hasta que lo único que se oía eran los huesos de su cara romperse por los impactos de mis puños...

Al acabar mis manos estaban totalmente bañadas en sangre y lo único que se podía ver de lo que alguna vez fué el Rostro de Roy ahora era únicamente algo hueco y lleno de sangre.

Me levanté jadeando y al ver lo que había hecho no pude evitar vomitar, comencé a llorar en ese callejón mientras soltaba golpes en el suelo haciendo que mis heridas se abrieran aún más... No podía creerlo, Laila ya había tenido su primera vez y da la casualidad que justo fué el día de nuestra cita...

"No... Debe haber una explicación... Espero que la haya..." Pensé mientras me limpiaba las lágrimas.

Antes de irme recordé a Jeff, volví a dónde lo había visto por última vez pero ya era demasiado tarde, lo único que restaba del que alguna vez fué mi amigo era únicamente su camiseta empapada de sangre...

"Descansa en paz, amigo..." Pensé mientras hacía una reverencia.

- Alguien... Por... Favor... - alcancé a oír, la voz provenía desde una casa destruida.

Me adentré y exploté de emoción al ver a Jeff, estaba vivo, pero por desgracia había perdido un brazo.

- Tranquilo amigo, ya te tengo... - dije haciéndole un torniquete con su camiseta.

- ¿Kyle...? - preguntó totalmente confundido por el Shock.

- Soy yo, te llevaré a casa amigo, solo descansa... - respondí. El sólo me dió una sonrisa y cayó inconsciente.

A duras penas salí de allí con Jeff, de por sí ya me dolía caminar pero me prometí a mi mismo que lo llevaría cueste lo que cueste.

Pasados unos minutos llegamos al cuartel dónde se encontraban todos, pensé que celebrarían por haber recuperado Trost, pero la cantidad de caídos no permitía hacerlo... Por culpa de mi pierna rota me fuí difícil frenar con el equipo de maniobras por lo que al llegar al suelo terminé cayendo y haciendo que Jeff caiga junto a mí.

Trataba de levantarme pero ya no tenía fuerzas... Mis ojos comenzaron a cerrarse... Tenía sueño...

"No... No aquí" pensé y comencé a hacer el mayor esfuerzo posible para ponerme de pie, hasta qué sentí una suave mano en mi nuca.

- Tranquilo... Ya estás bien... - dijo una dulce voz.

Terminé por ceder y caí inconsciente...

"No importa que sea mi enemiga..." (Shingeki no Kyojin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora