"No importa que sea mi enemiga..." (Shingeki no Kyojin)

Capítulo 16: "Quiero salvarla..."

"Querido Kyle: Soy el Doctor Israel Lahm. Espero que no me hayas olvidado jeje... Necesito que vengas a mi escondite lo mas pronto posible..."

"¿Por qué querrá verme el señor Lahm?" Pensé al terminar de leer esa carta.

- Buenos días... - dijo Pieck recién levantada.

- Hola amor... - dije sin pensarlo.

Ella se quedó parada... - ¿Sucede algo? - pregunté.

- ¿C-como me dijiste? - preguntó.

- Amor... - al darme cuenta me puse rojo.

"Mierda..." Pensé.

- P-pieck, lo siento... Lo dije sin pensar - digo avergonzado.

- Te perdonaré sólo si me lo vuelves a decir... - dijo sin darse la vuelta.

- Lo siento, amor - dije y ella se giró con una enorme sonrisa abalanzandose sobre mí.

Salí de casa totalmente rojo, Pieck me había besado hasta el cansancio...

Empecé mi camino hacía el escondite. Al llegar toqué la puerta de la forma que había dicho el señor Lahm que lo hiciera.

— ¿Señor Lahm? — pregunté.

— ¿Eres tú joven Müller? — preguntó una voz desde adentro.

— Si... ¿Podría abrir? — pregunté.

  Las puertas se abrieron.

— Pasa Joven, tengo que mostrarte algo... — dijo el doctor Lahm mientras caminaba hacía su laboratorio.

— Vine lo más rápido que pude... Espero que haya encontrado algo. — dije esperanzado.

— Oh, ciertamente lo hice... Conseguí algo bastante valioso Joven — dijo poniendo un Maletín encima de la mesa.

— ¿Qué es eso? — pregunté confundido.

— Esto, contiene las respuestas a nuestras incógnitas... — dijo para luego abrirlo dejando al aire una jeringa.

— ¿Un suero? — pregunté.

— No cualquier suero... Este, es el suero de la médula de un titán. Creo que ya sabés para que se utiliza — dijo el doctor Lahm.

— ¡Mierda! — expresé emocionado.

— Sin insultar Joven... Aunque ciertamente fue bastante difícil de conseguir — dijo con una sonrisa nerviosa. — En fin, creo que con esto podremos poner aprueba tu idea de revertir los efectos del suero en los portadores del mismo — dijo mientras tomaba algunos papeles. — Para ello necesitaré de tu ayuda.— sentenció.

— Cuente conmigo — expresé emocionado.

  Al fin habíamos hecho un avance en nuestra investigación para descubrir algún antidoto o anti cuerpo para revertir la maldición de los 13 años de cada portador. O en otras palabras... Esto era el inicio para poder salvar a Pieck de ese horrible destino... O al menos eso creí.