Para mi eres Perfecta

16. MÁGICO

Por Milena

5/junio/2021

El sol se asoma tímidamente por detrás de las montañas, pintando el cielo con tonos cálidos. El aire está cargado de nerviosismo y felicidad. En el jardín, las sillas blancas están alineadas en filas perfectas, esperando a los invitados. Los pétalos de flores esparcidos por el suelo forman un camino hacia el improvisado altar.

La decoración es sencilla pero elegante: guirnaldas de luces colgadas de los árboles, mesas con centros de mesa de flores silvestres y pequeñas velas.El patio se transforma en un rincón de ensueño con la pérgola de madera adornada con tules y flores en tonos cálidos.  Emma, la novia de Nacho, con su entusiasmo contagioso, corre de un lado a otro, ajustando detalles y asegurándose de que todo esté perfecto.

Es como si el amor mismo hubiera tejido cada detalle.

Igor, con su traje gris oscuro, parece un caballero de antaño. El pequeño ramillete de flores en la solapa añade un toque de frescura. Sus ojos brillan de emoción mientras espera el gran momento de unirse a Daniela. La brisa acaricia su cabello, y su sonrisa es contagiosa.

Y luego está Marco. El más guapo de todos, mi chico. Su traje negro se ajusta perfectamente a su figura, y la camisa blanca abotonada hasta arriba con la pajarita le da un aire sofisticado.

Y yo, con mi vestido color mandarina, soy la dama de honor. El escote de corazón le aporta elegancia, y los tirantes que caen resaltan mis hombros. El corte sirena abraza mis curvas. Marco me mira, y su sonrisa se amplía.

Doy unos pasos hasta donde están Marco e Igor,  llevan un rato charlando.

— No puedo creer que finalmente llegó el día de mi boda.

— Yo lo que no puedo creer es que vas a ser papá. — Igor sonríe lleno de felicidad, mi cuñado está feliz por su anunciada paternidad.

— Es realmente increíble. — veo algo de añoranza reflejada en su rostro— Parece que fue ayer cuando jugábamos en el patio trasero de la casa en Mallorca. Éramos un buen equipo, ¿verdad?

—Sí, lo éramos. Y lo seguimos siendo. A pesar de todo lo que ha pasado, siempre estaremos ahí el uno para el otro.— Marco e Igor se abrazan y mis ojos se empañan por las lágrimas,  extraño mucho a mi hermana,  ella no estará el día de mi boda. —¿Estás listo para este nuevo capítulo, junto a él amor de tu vida?

—Sí, estoy listo.— Igor está nervioso —Pero también tengo miedo. El matrimonio es un compromiso enorme.

—Lo sé, hermano.—dice Marco poniendo una mano en el hombro de su hermano —Pero recuerda lo que mamá siempre decía: “El amor es una elección diaria”. Siempre podemos elegir amar, incluso cuando las cosas se ponen difíciles.

— Tienes razón. — sonrie y se que se están acordando de María, su mamá  —Y tú y Milena son un buen ejemplo de eso. A pesar de todo lo que han enfrentado, siguen juntos.

—Y seguiremos juntos, siempre. — sonrío a Marco mientras me uno a la conversación.

—Juntos enfrentaremos todo lo que venga.— me toma la mano, y la besa como un auténtico caballero.

La atmósfera se carga de emoción mientras todos ocupamos nuestros lugares. La jueza, con su voz serena, anuncia que la ceremonia está a punto de comenzar. Los invitados se acomodan en las sillas blancas, y el sol se filtra a través de las hojas de los árboles, creando un juego de luces y sombras sobre el césped.

Y entonces, Daniela aparece. Si hace unos días, cuando fuimos a elegir su vestido, ya se veía hermosa, hoy parece un ángel descendido del cielo. El encaje de la parte superior abraza su figura, y el escote profundo en forma de uve realza su elegancia. La falda, compuesta por muchas capas largas de tul, flota a su alrededor mientras camina. Cada paso es como una danza, y su sonrisa ilumina todo el jardín.