En el corazón de Madrid, dos almas destinadas a cruzarse se encuentran en medio de una pandemia global. Marco Asensio, la estrella del Real Madrid, ha estado luchando contra una lesión que amenaza su carrera. Pero cuando el Covid-19 llega a la ciuda...
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Miro a mis bebés de 1 año dormir en sus cunitas plácidamente, y pienso en todo lo que hemos tenido que pasar para llegar a este momento y la vida comienza a normalizarse después de dos años, los amigos se vuelven a juntar, los niños juegan en el parque y van a la escuela, el Covid-19 ha sido casi erradicado gracias a las campañas de vacunación a nivel mundial. Cuando la vida no era más que temor yo conocí a mi gran amor, tuvimos nuestras altas y bajas, pero aquí estamos, siendo una gran familia.
-Parece que al menos durante una hora tendremos paz- dice Marco regalándome una amplia sonrisa de esa que dejan sin aliento a cualquiera, me abraza por la cintura pegándome a él, nos besamos y me entrega una rosa blanca.
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-Es hermosa amor, gracias- le devuelvo el beso.
-Lo mejor para la reina de la casa, por cierto se te ve muy sexy en ese mini vestido blanco, se me ocurre que puedo quitártelo. - dice el muy pícaro y me carga a orcajadas para ir a nuestra habitación.
-Estás nervioso por el partido- digo mientras permanecemos desnudos en nuestra cama después de un maratón de sexo.
- Nunca se está listo para una final de la Champions League, tenemos la presión de ganar después de la del 2018, y más que ustedes no van a estar ahí, me va a ser difícil- me confiesa, algo triste.
-Cariño, nosotros estaremos desde aquí apoyándote, además Igor, Gilberto y Lucas van a estar ahí.
-Mi niño, que está súper feliz por salir al campo conmigo.
-Lleva toda la semana hablando de lo mismo.
La despedida fue horrenda, Maryam no dejaba de llorar por su papá pegada a mi cuello y Mario se les abrazó a las piernas a su padre y su hermano, aunque estaban pequeños comprendían que estarían unos días sin ellos.
-Princesa papá vuelve pronto lo prometo- besó su cabecita.
-Papá no valla- decía entre hipidos de tanto llorar.
-Me parte el alma, es la primera vez que me voy por tanto tiempo, los voy a extrañar- dijo secando una lágrima de los ojos de nuestra niña.
-Una semana se pasa volando, cuando menos lo esperes vas a estar con nosotrosy- me interrumpe.
