𝐒𝐖𝐄𝐄𝐓 𝐋𝐈𝐄𝐒 + JiRosé

XXXIII

Chapter 33:-

El timbre se había escuchado en la residencia Park, alarmando a más de uno. Seung fue atender ante la mirada esperanzada de Rosé junto con su pequeño en brazos.

Pero, aquella esperanza y sonrisa en su rostro se desvaneció, en cuanto vio un dúo completamente opuesto a lo que ella esperaba.

-No recibimos invitación, así que, hemos venido por cuenta propia.-pronuncio Kang Jiwon, él padre de Seulgi.

-No me hagas reír, quieres.-contradijo Seung cruzado de brazos.-no aparecieron al funeral de mi hija mayor, ni mucho menos, al de tu propia hermana.-señaló al hombre.

-Son pequeñeces, no le tomes mucha importancia.-río haciendo un ademán.-ellas ya están en el paraíso, no las molestes más.

-No lo puedo creer.-murmuró negando.-¡eran tu familia, demonios!

-Ya basta, Seung-ah.-exclamó Seoyun, la madre.-hemos venido tranquilos, no queremos comenzar una discusión.-decía con una sonrisa algo fingida en su rostro.

Rosé frunció el ceño al notar que ambos mantenían una de sus manos en la espalda. Miró a Minhwan, quien jugaba con su sonajero y se acercó a Jisoo.

-Unnie, llévate a los niños arriba, algo no está bien.-negó preocupada.-si no subo en dos minutos, llama a la policía.

-Rosie, que...

-Lo entenderás después.-murmuró asintiendo. Luego se acercó nuevamente a su padre, y le tomó la mano con obvias razones.

-Rosé-ah, y él niño. Me gustaría conocerle de cerca.-dijo Seoyun mostrando sus dientes y dando pasos a su dirección.

-Lo siento tía, pero había que cambiarlo. Los niños se ensucian, usted sabe.-río nerviosa haciendo que la contraria volviera a su posición anterior.

-Lastima, quería verlo. Por eso habíamos asistido.

-Bueno, será en otra oportunidad.-señaló Seung.-ahora, por favor, retírense.

-Sí, nos iremos, pero primero quiero advertirte algo, querida sobrina.-dijo Kang.-Mi hija es quien se casará con Jimin-ssi, así que, olvídate de aquel sueño de formar una linda familia, o sufrirás las consecuencias.

-¡No amenaces a mi hija, Kang!

-Papá, tranquilo... .-susurró tomándolo del brazo.-lo siento mucho tío, pero ni tú ni nadie me obligará a dejarlo. Él y yo tenemos un hijo, y lo sigo queriendo.

-Esta niña es tonta al igual que tu hermana menor, Jiwon.-soltó riendo.-entonces no lo harás, eh.

-No, ya lo dije. Así que, no se vuelvan a meter en nuestro asuntos, es mi familia, no la suya.-dictaminó duramente.-ahora, fuera de aquí.

-Haz sacado las garras, pequeña Rosie.-decía negando con una morisqueta burlona en su rostro.-pero muy en el fondo, sigues siendo esa niña frágil de cristal.-miró a su esposa y esta asintió.-la cual se quebrara en mil pedazos.

Dicho esto, ambos familiares sacaron de sus espaldas el arma que mantenían oculta y apuntaron a la menor. Los disparos se escucharon alertando a las visitas, después de ello, el matrimonio salió de la residencia encontrándose rodeados por la policía y patrullas.

-¡Suelten las armas y de rodillas al suelo! .-grito uno mientras los apuntaban.

-¡Ahora!

La pareja hizo lo ordenado, y alzaron sus brazos rendidos colocándolas tras su cabeza. Luego, un grupo los arrestó y les quitaron las pistolas, notando que en amabas habían gastado sus casquillos.