[ En colaboración con: X-Daristarly-X ]
El joven con cabellos tan dorados como el sol se había perdido en sus pensamientos. '¿Quién diría que todo se tornaría así?'
Los alumnos querían distenderse, querían realizar alguna actividad emocionante, algo que los motivara a continuar. 'Pero no demasiadas emociones tampoco.' Daba vueltas y vueltas al asunto... No iba a mentir, cuando llegó para ser profesor de turno (y eventualmente consejero) de aquel instituto, no esperaba que presenciar batallas entre adolescentes poseídos y otros adolescentes con trajes de animales fuera el pan de cada día.
Algo tenía que ver, alguna idea tenía que ocurrírsele. - Piensa Dream, piensa. - Soltó sin darse cuenta. Se había encariñado con "sus niños", como siempre hacía. Pero, ¿Qué podía decir? Todos eran tan lindos, claro que le habían robado el corazón.
No daba descanso. Se puso de pie en su "oficina" provisional, mirando fijamente a la pared. Bingo. - ¡Teatro! - Exclamó encogiendo sus brazos en señal de victoria. - ¡Será algo divertido! - Sonrió ampliamente, desempolvando todos sus recuerdos maravillosos de su época más aniñada, cuando él estaba en un instituto.
'¡Esto no puede fallar!' Tomó como pudo su abrigo del perchero situado en la entrada, emocionado. Ya sabía a quién llamar, a ese castaño que olvidaba el hilo de sus pensamientos en menos de cinco minutos, a ese mismo.
Nada más lejos de la realidad, todas las cosas que se realizan en este libro terminan mal. ¡Pero oye! No podemos culparlo, pensar en positivo siempre será una de las cualidades más destacadas del de cabellos dorados. Ahora que se dirigía hacia donde vivía su amigo, una amplia sonrisa se mantenía dibujada en su radiante rostro como un brillante sol en primavera. No podía estar más emocionado con su idea como en ese instante, por eso en vez de agarrar su celular y marcar el número de su amigo para ahorrarse tiempo prefirió darse la molestia de pasear por las calles y aparecerse en su casa sin avisar.
Había llegado en unos minutos, bueno, no tan pocos minutos, ya que le había costado un poco el reconocer el bloque exacto en dónde vivía el asiático.
Tocó el timbre del piso correspondiente, prácticamente dando saltitos para calmar las revoluciones de su cuerpo. 'Diversión.' Era lo que le repetía su cabeza, aumentando gradualmente su alegría. Su cualidad de "mamá gallina" ya había entrado en juego.
¿"Mamá gallina"? ¿En todo caso no sería "instinto maternal"? Ahora me lo imagino disfrazado de gallina siendo perseguido por el resto de estudiantes. Regresando al punto, unos suaves pasos se escucharon a través de la puerta, indicando que alguien se acercaba dispuesto a recibirlo. Rápidamente el de cabellos dorados se quedó tieso para verse decente y "serio" frente a su amigo. Más seamos sinceros, no era la primera vez que el pintor veía la efusividad del contrario.
- . . . - No lo reconoció bien, sacó los lentes que traía consigo y se los colocó para por fin observar con claridad. - Oh, eres tu, adelante, Ink estará feliz de verte. - Rodó sus orbes ámbar. Todos ya sabemos de quién se trata, ¿Verdad? - INK. VEN AQUÍ. - Gritó sin decoro para llamar a su pareja.
- ¿Hm? ¿Pasó algo Ruru? - Se asomó por el marco de madera de la puerta que daba a su habitación. - ¡DREAM! ¡No sabría que vendrías! - Corrió casi estrellándose al suelo por andar solo en calcetines. El artista también se encontraba muy feliz de ver a su amigo, a su gran amigo.
El de coronilla no resistió las ganas de abrazar al pequeño (muy pequeño) compañero y alzarlo levemente para que el heterocromático quedara de puntillas. - ¡Haremos una obra maestra Ink! ¡Lo siento en mis venas! - Rió para tomarlo por una de sus manos y hacerlo dar una vuelta como si de una danza se tratase.
- ¡Así se habla Dream! - Saltó en el piso de madera de su departamento. - Espera... ¿De qué estamos hablando? - No tenía la más mínima idea del significado de lo que dijo el mayor, solo compartía su entusiasmo.
- ¡Una obra de teatro! - Expresó emocionado dando saltos de alegría alrededor del más pequeño. Sus ojos no podían destellar más que en ese momento, se podía apreciar cuánto corazón le ponía a esta repentina idea.
- ¿¡Enserio?! - Giró en su propio eje para mirar al moreno. - TIENES que participar, no puedes rechazar una oferta así. - Tomó de los pómulos a su pareja, apretando sus cachetes para hacerlo quedar con labios parecidos a los de un pez.
- Nooooooo... - Hizo un puchero como el de un niño. El artista ya lo estaba avergonzando en frente a un futuro empresario de una de las mayores empresas de Francia, y sin mencionar una de las potencias de Europa, ya pueden deducir que su rostro estaba colorado cual tomate.
- ¡Oh vamos! Será increíble - Insistió el de cabellos dorados poniendo sus manos sobre sus propias mejillas y haciendo la misma cara que el contrario para que no sintiera vergüenza. Quizás tenía un rango sumamente importante, pero lo alegre y aniñado que era nadie se lo quitaba.
Simplemente no pudo evitar soltar una carcajada aún sintiendo el tacto del menor en su rostro. - Ya entiendo porque el Pulpo gruñón va contigo luego del trabajo. - Carcajeó un poco más. - ¿Qué gano yo de participar? -
Retiró sus manos para posicionarlas en el brazo algo musculoso del peli-negro. - ¡Lo estás considerando! ¡Además! ¡AMAS la actuación! ¡Y yo amaría verte! - Sacudió levemente, tratando de convencerlo completamente.
- ¡Además de poder interpretar a cualquier personaje, colocarte en su papel y demostrar cuán habilidoso eres para la actuación! - Añadió insistiendo en que participara, conocía lo dramático que era cuando lo deseaba y sería uno de sus mejores actores en la obra que tenía en mente. Pero había una cosa en que no pensó antes... ¿Cuál sería la temática de la obra?
Vale, ya sabía que estaba haciendo, estaba tratando de convencerlo gracias a su propio ego. Suspiró, rendido ante las miradas de ambos seres tan enérgicos como ellos solos podían ser. - Está bien, está bien, lo haré, me uno a la obra o lo que sea. - Trataba de no sonar contento, pero le era casi imposible.
Un pequeño beso le hizo subir los colores a la cabeza (nuevamente). - ¡Gracias Ruru! - Decía colgado de su brazo.
- S- Si, claro, da igual. - Trató de mantener su compostura algo seria. - D- De todas maneras, ¿De qué es la obra? No voy a participar en cualquier cosa. - Se cruzó de brazos arqueando una ceja esperando una respuesta.
Cierto, no había meditado en ello. Se rascó la nuca mientras buscaba entre sus recuerdos una temática que pudiera utilizarse y adaptarse a las fechas en que estaban. Entonces, luego de varios minutos pensando, una idea se le cruzó por la cabeza; siendo esta la primera sugerencia para discutir.
- ¡Mitología griega! - Expresó entusiasmado. Ya que lo pensaba mejor, no era una temática muy utilizada para obras de teatro actualmente. Eso le daría puntos extras y tendría una válida razón para llevarla a cabo.
El moreno arqueó una ceja. - ¡Fantástica idea! - Complementó el castaño antes de que pudiera decir algo. - ¡Podemos hacerlo por puntos extra en Lengua e Historia! Me vendrían bien. - Rió. ¿Para qué mentir? A él no le vendría para nada mal puntos extra por hacer algo que le gusta.
- Algo caótico como se supone que reclutarás a "Dioses", pero si no hay nada mejor que hacer... Me apunto. - Acomodó ligeramente sus anteojos rojizos por el puente de su nariz.
No se equivocaba con lo de caótico tampoco para ser honestos.
- No te preocupes por eso, me encargaré de absolutamente todo. Cuando tenga listo los guiones reclutaremos a los "dioses". - Con ello finalizaría su grandiosa idea por el día de hoy, tendría un laaaaargo trabajo que hacer.
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◦•●◉єℓ ¢ιєℓσ єѕ α мσтαѕ◉●•◦ [EN EDICIÓN]
Fanfic"Una simple cosa, por más pequeña que sea, puede conectar a distintos mundos; hasta a los más precipitados e incoherentes. Al amor y al destino les gusta gastar bromas pesadas. Dime tú, ¿Quién podrá acertar en este incierto juego? Porque, al parecer...