Capítulo 6: Un Viaje de Dudas

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Pronto la noche llegó, y Reki no pudo permanecer más tiempo en el departamento de su amiga

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Pronto la noche llegó, y Reki no pudo permanecer más tiempo en el departamento de su amiga. Su madre acababa de enviarle un mensaje diciéndole que haga unos mandados antes de volver.

Sin esperar mucho tiempo para no enojarla, él tomó su patineta y se volteó ligeramente para poder ver a (Nobre), quien estaba cruzada de brazos y apoyada en el marco de la puerta.

—¿Estarás bien sola?—preguntó, acomodando la tabla entre su brazo.

Ella quedó pensando unos momentos.—Mi padre no tardará en volver, no te preocupes.

El pelirrojo le regaló una suave sonrisa, cosa que ella rechazó mirando hacia un lado y frunciendo el ceño molesta.—Perdón por lo de hace un rato, te lo compensaré mañana.

—¿Ah, sí?—se acercó un poco a la chica, mirándola con curiosidad.—¿Y cómo lo harás?

—Mañana después de clases. No veo la necesidad de faltar una semana, estoy bien emocionalmente, así que vayamos a comer algo. Yo invito.

—(Nombre), mañana trabajo.

—Maldición.—chasqueó la lengua, cada vez más enfadada.—En ese caso te llevaré comida, así que espérame con hambre.

Él rió con ternura a la vez que intentó darle un abrazo de despedida a la castaña, cosa que esta rechazó empujándolo algo brusco.—No me gustan los abrazos.

—No te gustan cuando te conviene.

—¡Agh! ¡Da igual! Vete ya, no querrás que te castiguen.

—Bueno, bueno~—canturreó dando unos pasos junto a un ademán en forma de despedida.—Nos vemos en clases, te quiero~

—Yo no.

[...]

Masaki.

Ante el llamado de su hermana, el nombrado giró su cabeza para poder divisarla. Esta tenia la cara completamente roja y con el ceño más arrugado de lo normal.

—¿Qué quieres? Estoy acomodando las compras para tu estómago infinito.—se quejó acomodando los dichosos productos en las alacenas y refrigerador.

Se pudo percibir como la menor tragó saliva nerviosa. Luego de unos escasos segundos, habló.

—Creo que me gusta Reki.

Un silencio abrumador invadió cada esquina del departamento. El hombre detuvo su accionar quedando completamente estático, sin mirar a su hermana menor.

—¿Cómo que "creo"?—cuestionó, girando sobre sus talones bastante ofendido.

—¡No lo sé! Lo que sucede es que hoy me dijo algo que...—sin encontrar las palabras exactas, se tapó el rostro con las manos.—Se sintió diferente.

Infinidad | Reki Kyan x Lectora ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora