Aproximadamente 4 meses después.
—Pon tu dedo aquí y haz presión, así puedo poner el otro palito.
—(Nombre), me estás dando tareas muy fáciles, ¡también quiero ayudar!—se quejó con un puchero mirando a su amiga quien se le notaba enfadada, ya que tenia su ceño completamente fruncido.
—Sabes lo que pasó la vez anterior cuando hicimos esa bendita maqueta. No me discutas.—sentenció en un tono firme, sin mirarlo directamente.
Reki bufó, alzando los brazos y haciendo notar lo ofendido que se encontraba.—¡Eso fue un accidente tonto! ¡Sabes lo bueno que soy en las manualidades!
—Aún así-
—¡Aún así nada!—tomó las manos de la chica con suavidad, mientras que con sus dedos pulgares acariciaba el dorso de estas.—Tus manos están frias y se te nota en tu mirada lo cansada que estás. Déjame lo que queda, puedes confiar en mí.—explicó más calmado que segundos antes, intentando hacer que (Nombre) cambiara de parecer.
Ella titubeó por unos segundos a la vez que se mordia el labio inferior, sintiéndose acorralada.—Está bien... Termínalo tú.
—¡No te defraudaré, te lo prometo!
La radiante sonrisa del pelirojo fue contagiada rápidamente a (Nombre), quien se incorporó de la silla al unísono de un largo suspiro.—Iré al baño a despejarme y lavarme la cara. Ya vuelvo.
—Está bien, tárdate lo que quieras.
Sin decir ninguna palabra más, (Nombre) se retiró de la sala para dirigirse al dichoso baño. Con la esperanza de mejorar su humor, se observó en el espejo unos segundos analizándose así misma.
—Joder... Estoy horrible.
Al parecer, su amigo tenia razón. Su mirada era algo sombría y por la expresión plasmaba en su rostro se notaba a kilómetros que estaba cansada, además de que había dormido poco. Era un libro abierto que cualquiera podía leerlo con facilidad.
Se enjuagó la cara con algo de jabón y agua bien fria, teniendo las esperanzas de que esa frescura le devolviera las ganas de vivir, o al menos de ir a la escuela al otro día.
Cuando salió del baño inició con tranquilidad camino al lugar dónde aquel inquieto pelirojo y su maqueta la estaban esperando.
Al asomarse por la pared del pasillo, no pudo evitar sorprenderse por lo que estaba ocurriendo. Reki se encontraba guardando los materiales que usaron, a la vez que limpiaba la mesa que tenia restos de papel y pegamento.
—¿Ya terminaste?—preguntó completamente atónita al ver la maqueta perfectamente hecha y decorada.
—¡Por supuesto! ¿No crees que me quedó genial? ¡Yo creo que sí! Tengo habilidad para estas cosas.—comenzó a auto elogiarse mientras terminaba de acomodar.
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Infinidad | Reki Kyan x Lectora ✔
FanfictionLas mentiras tienen patas cortas, es algo que todo el mundo sabe o sabrá tarde o temprano, ya sea mintiendo o siendo la víctima de aquellas palabras disfrazadas con una falsa realidad. Aún así, nadie se salva de esas palabras engañosas. Todos alguna...