capitulo1: el inicio del fin

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 Ese día cuando me desperté me puse a cuestionar mi vida, me di cuenta que no había hecho nada interesante, ni siquiera en el colegio, nunca me escape del colegio o me pelee con alguien. De hecho, ni siquiera tenia muchos amigos, tan solo compañeros que pretendían ser amables, aunque, si forme un amigo Max fue el único que se mostro sincero expresándome su bienvenida.

Mientras estaba pensando, un fuerte ruido me hizo levantar de la cama. Era la voz de mi madre.

— !! levántate, ya es tarde !! —Grito mamá

Me cambie rápidamente y me dispuse a bajar a tomar desayuno.

 — no quiero ir a la escuela, (pero no tengo de otra) —pensé mientras bajaba las escaleras.

Me senté a tomar el desayuno, mi mamá, como siempre había sintonizado el canal de noticias antes de irse al trabajo. La verdad no se de donde saca la fuerza para seguir día a día, quedo muy mal cuando se fue papá, sin embargo, siempre se ve feliz, enojada pero feliz.

En las noticias se veía a los de salubridad y al presidente hablar algo sobre una enfermedad que había mutado y se había vuelto mucho mas agresiva; ya era tarde por lo que no le tome importancia y me apresure a salir para llegar a tiempo al colegio.

No te olvides de venir temprano que hoy tengo que ir a comprar comida ella.

—Si, ok, ok —le dije —adiós mamá.

Me apresure a ir a la escuela, cuando vi salir de su casa a Cecilia, mi vecina, la chica mas linda de la cuadra, bueno era la única de la cuadra que había visto. Me quede mirándola, ahí, parado como un acosador, sin importarme nada, cuando de repente:

- !! ¿¿No te ibas a la escuela ?? ¡¡—Grito mi madre desde la ventana.

Cecilia volteo y, me vio hay, parado mirándola; yo estaba avergonzado por lo que solo atine a comenzar a caminar rumbo a la escuela.

Apenas llegue a tiempo a la escuela, hay estaba Max esperándome con un asiento a su lado, el era la única persona de el aula con la que podía hablar de mis asuntos personales.

—Oye, ¿por que llegaste tarde? —Me pregunto Max.

—Es que me quede mirando a la vecina —le respondí, con un tono humorístico.

—¡¿En serio? —Pregunto max —vaya si te viera que la espías, pensaría que eres un acosador.

—Me vio, y me dio una gran vergüenza, solo me puse a caminar. 

Las clases comienzan, siempre era la misma rutina, era viernes por lo que para la última hora nos tocaba clase de educación física. Sinceramente no me gustaba, si bien no tenia un "buen cuerpo" tampoco estaba fuera de forma. Pero, algunos eran de mi clase que no tenían que asistir, eran aquellos que pertenecían a equipos deportivos, como futbol o beisbol.

El líder del equipo de beisbol era un chico de mi clase, él era demasiado arrogante: siempre se creía mejor que los demás y le gustaba molestarme, cada vez que lo veía me hervía la sangre. Las clases acabaron, Max se tuvo que quedar un poco mas en el colegio ya que tenia que ver unos asuntos con los profesores.

Me dirigí a casa, vi a algunos militares pasar, era curioso nunca vi pasar a tantos tan fuertemente armados seguí caminando cuando vi que la policía había cerrado la calle por donde me iba para llegar a mi casa. Sin nada que pueda hacerme dirigí por otro camino pasando por un callejón, comencé a escuchar gritos y disparos detrás de míos, por lo que me asuste y corrí.

 Seguí caminando cuando por un callejón, cuando de repente comenzó a escuchar ruidos extraños, vi a una mujer tirada ya un chico a su lado, cuando me acerque a ellos me quede perplejo ante lo que vi.

—Ma...ma, mamá —susurre 

Era ella, no podía creer lo que estaba viendo, el chico se percato de mi presencia, era el, el maldito que siempre me molestaba, estaba con toda la boca cubierta de sangre y con carne entre los dientes, su bate de beisbol estaba tirado a un lado, lo recogí, y sin previo aviso el se abalanzo sobre mi, le di un golpe con el bate en la cabeza, y cayo al suelo y seguí golpeándolo hasta que dejase de moverse.

Después de eso me acerque a mi madre, que aun seguía con vida, la agarre, su pierna y abdomen estaban lastimados, era una escena demasiado deprimente. No pude contener las lagrimas, ella solo me miro, me seco las lagrimas con la poca fuerza que le quedaba y me dijo.

—Eres...un chico tan bueno...vi...vive —me dijo con voz entrecortada, mientras cerraba los ojos.

—¡No !, por favor no te vayas, por favor no !.

Me miro con una sonrisa cálida y me dijo.

—Tranquilo, hijo ... yo siempre te cuidare.

Ella murió, ahí, en un callejón, donde nadie la vería tan solo el hijo que tanto amo.

No contuve las lagrimas salí corriendo, vi que esas cosas se estaban comiendo a las personas, no eran humanos, tenían un aspecto similar pero con la piel mas pálida. Personas corrían de un lado al otro tratando de escapar.

Llegue a casa, me encerré allí, aun no terminaba de proceso todo lo que había pasado, cuando de repente, alguien, llamo a mi puerta.

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hola, querido lector si te esta gustando la historia dale corona para poder saberlo, así me estas apoyando para seguir trayendo capítulos todos los días, ya que me es un poco complicado hacerlo, por todo esto de las clases y las tareas.

GRACIAS; D.



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