Al escuchar el grito de cecilia supe que algo no estaba bien; pensé en ir corriendo hasta donde estaba ella y ver lo que pasaba, pero, no podía dejar a max y melany aquí tratando de detener a los infectados ellos solos.
Al parecer max se dio cuenta de mi preocupación, me miro y me dijo:
—Ve por cecilia, nosotros detendremos la puerta si logran entrar —Max se siente tan seguro de sus palabras; me hizo pensar: todo saldrá bien, solo era un contratiempo, pero, que podríamos solucionarlo juntos.
Salí corriendo, quería llegar lo antes posible junto a ella. Ella estaba ahí, parada, mirando por la ventana; al verme camino apresuradamente donde estaba yo.
—¡¿Qué esta pasando ?! —Pregunto cecilia; a juzgar por su voz, estaba aterrada y confundida. No podía creer lo que estaba pasando.
—Debemos irnos —le dije —te lo explicare todo, pero antes debemos salir de aquí.
—P-pero, melany y max ?.
—Están bien, están asegurando la puerta —le respondí rápidamente —vamos, debemos asegurar que no haya otras entradas al refugio.
La tome fuertemente de la mano, deberíamos ir rápido a revisar la zona de atrás, la parte de atrás era una salida de emergencia. Comencé a escuchar sonidos provenientes de aquella habitación, nos acercamos lentamente, el sonido se intensificaba cada vez más y más con cada paso que daba, la angustia me apretaba el pecho, las manos me sudaban; al voltear cecilia me miro con cara de incertidumbre, yo solo atiné a sonreírle lentamente, como queriendo decir que todo estaba bien. Tenia la puerta frente a mi, acerque la cabeza despacio, de tal modo que solo un ojo se asomara lo suficiente para ver que pasaba.
Habían infectados, estaban empujando la puerta, trataban de entrar desesperadamente; la puerta era resistente, pero, al parecer comenzaban a llegar más infectados, esta no resistiría mucho más, y sucumbiría ante los infectados.
Cerré la puerta frente a mí, los infectados sin querer estaban acaparado nuestra salida de aquel lugar, o, ¿si eran consientes de ello?.
—¿Podrían entrar? —Me pregunto cecilia.
—No lo se —Respondí —debemos reunirnos con max y melany.
Regresamos a estaban donde; comencé a impacientarme, estábamos en una situación muy complicada; después de atravesar las puertas dobles estaríamos juntos y, veríamos la forma de matar a todos los infectados para salir seguros de allí.
Camine hacia aquella puerta, la empuje lentamente, pero, max me detuvo sosteniendo la puerta sin dejar que yo la abriera; tenia un aspecto de loco, su mirada no tenia nada mas que pavor; veía como los infectados corrían por detrás de ellos. Max empezó a correr, mientras agarraba a melany de la muñeca. Ante el peligro inminente agarre un tuvo de metal y bloquee la puerta. Una embestida me hizo caer hacia atrás, unos infectados se han fijado en nosotros y querían entrar a como de lugar.
Tome a cecilia, salimos corriendo de aquella zona.
—¡¿Que pasara con max y melany ?! —Pregunto cecilia mientras corriéramos.
—No lo se, pero ... estarán bien - le dije para que se tranquilizara, no tenia cabeza para pensar; Necesitaba encontrar una forma de comunicarme con max, Necesitaba saber que estaban bien.
—Vamos a la sala de las cámaras de seguridad, ahí podremos ver donde están —me dijo cecilia mientras me frenaba.
Yo solo me frene, trague saliva y atiné con la cabeza. Al llegar a la habitación me di cuenta de que las cámaras de seguridad aún servían, comencé a ver las cámaras con la esperanza de que a través de ellas pudieron localizar a max y melany.
—¡¡Los encontré !! —Grito cecilia emocionada.
Se podía ver como max junto a melany se encontraban encerrados en una habitación; los infectados golpeaban. La puerta era resistente pero, aun así terminaría cediendo.
Cecilia comenzó a buscar en su ropa, saco un radiotransmisor. El mismo que le habíamos dado para que se comunicara con nosotros.
—Toma —me dijo, mientras extendía su mano.
Tome el aparato, comencé a hablar mientras miraba las cámaras.
—¡Max !, ¿me escuchas?
—¡¡Hola !!, ¿san? —Me dijo impacientemente —tengo un problema amigo.
—Tranquilo iremos a ayudarte —le dije. Iba a despegarme el radio de la cara cuando escuche algo.
—Espera ... —me dijo con voz melancólica —No lo hagas.
-¡¿Qué?! —Respondí confundido —no seas idiota ¿a que te refieres exactamente?.
—Hay demasiados infectados, seria un esfuerzo en vano; además, mordieron a melany ... no puedo dejarla sola.
Miré a melany; su aspecto era malo, su piel lucia más pálida de lo habitual.
—Losiento ...— dijo ella, mientras agachaba la cabeza y acurrucaba su cuerpo contra él.
—No debes disculparte, no me hiciste nada malo, al contrario. —Él acaricio lentamente su cabello y moviendo su cabeza hizo que sus miradas se quedaran frente a frente. —Melany, hay algo que he querido decirte, pero ... no creo que se pueda dar. Si nos volvemos a encontrar, tu me dejarías ser tu novio.
—Creo ... que eso no podrá ser —respondió ella.
—¿Por qué? —Respondió él, desconcertado.
—Por que ya lo somos. ¿No recuerdas ?, fue aquella noche en que te embriagaste.
—No lo recordaba, pero ... ¿porque? me dolía la cara.
—Bueno, quisiste propasarte un poco y te tuve que dar una lección —respondió ella riendo levemente.
Ella lo tome del cuello, y le dio un tierno beso; ese beso de despedida, ese beso, que desees que nunca acabe.
Al instante de eso, melany agacho la cabeza; ya no respondía a los estímulos, su fase de transformación estaba casi completa.
Lagrimas comenzó a brotar de sus ojos, mientras abrazaba el cuerpo de melany.
Tomo el comunicador.
—Ho-hola, san !, si-sigues ahí —Dijo, tratando de retenerse.
Su voz era como la de un niño que se esta aguantando las ganas de estallar en llanto.
—Si... aquí estoy.
El ruido de los infectados se incrementó.
—Están a puto de entrar. Espero llevármelos al infierno.
De su ropa saco una pistola.
—San, cumple la promesa que le hiciste a cecilia. —me dijo, mientras apunta el arma hacia unos tanques de gas.
—¿Max q-que piensas hacer hacer?
Sabia bien lo que planeaba, solo que no quería aceptarlo, no quería aceptar la decisión que iba a tomar.
Max sonrió levemente, antes de decir sus ultimas palabras, aquellas palabras que serian las que recordaría hasta el día de mi muerte.
—Adiós... querido amigo.
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apocalipsis Z
Science FictionNo me importa lo que pase conmigo, ya no me queda nada. Déjame salvarte, déjame hacer las cosas bien al menos una vez...por favor. Santiago tendrá que dar todo, incluso su vida, para lograr proteger a los que ama, aquellos a los que considera "su fa...