<< ¿Qué está pasando a mi alrededor? >>
Solo escuchaba gruñidos; sabia que estaba en peligro, pero, no me podía levantar.
Desperté momentos después; sentí que había estado en la WWE y, que había sido yo el luchador al que agarraron a golpes con una silla; la espalda me ardía, me dolía. Miré a mi alrededor, max estaba a mi lado, me dio la mano para ayudar a levantarme.
- ¿Que Paso? —Pregunte desconcertado, mientras me levantaba adolorido.
—La criatura se fue —respondió firmemente —eso es lo importante.
Mire a melany, estaba de rodillas en el suelo; su mirada lucia triste y perdida, mirando hacia la salida de aquel lugar.
—Melany, ¿Qué paso? —Le pregunte mientras me acercaba a ella.
Ella me miro fijamente y dijo:
—¡Max le disparo!
En ese momento max se puso delante de ella, comenzando a hablar:
—¡Melany! Por favor; dinos ... ¿Qué es esa cosa?
Melany estaba dolida, no quería hablar.
—¡Melany! Fuente max insistiendo.
—Esa cosa ... era mi padre —respondió ella.
—¿Tu padre? ¿Por qué se ve así?
—Recibir el virus puro ... causo mutaciones en él —respondió ella con tono triste.
¿Cómo ella sabia eso ?, ¿acaso, ya sabia ... de su estado?
—Espera melany, ¿tu ya sabias que tu padre estaba en ese estado? —Dije interrumpiendo su plática. Ella bajó la mirada, y lo pensó un momento, para después responder:
—Si ... lo descubrí hace unas semanas, pero, ¡puedo curarlo!
—¿Cómo podrías hacerlo ?, no lograste crear la vacuna disponible.
—P-pero, si conseguimos un buen equipo medico podremos hacerla, con la sangre de cecilia, podremos curar a mi padre y ...
—Cecilia tenia razón —dije interrumpiendo sus palabras —tu!, Solo la vez como una vacuna, solo nos has utilizado para tu beneficio.
—Eso no es verdad !, ustedes son amigos, ¡créanme! ... no les mentiría ofrecer ella mientras se levantaba. Sus palabras parecían sinceras.
La situación se torno tensa. Volvimos cabizbajos con las mochilas, y dentro de ellas la gasolina; observe la ciudad, todo estaba desolado como de costumbre, pero, sentí que "algo" o "alguien" nos observaba, seguí caminando.
Un gran ruido hizo retumbar las calles, causando eco en los edificios, los ruidos provenían de una presencia atrás de nosotros, al voltear vimos al paciente cero, el padre de melany, el cual se veía sin ninguna herida aparente; la criatura siguió gritando y, de las otras calles se comenzó a escuchar gruñidos y pisadas; de las calles laterales comenzó a salir varios infectados, los cuales pasaban por detrás de él, corriendo hacia nosotros, como si fuera una orden.
—¡¡Corran !! —Grito max.
Por un momento me quede perplejo antes de lo que acababa de ver, de repente las piernas al fin me respondieron, empezamos a correr con todas nuestras fuerzas, los infectados se acercaron cada vez más y más; ya estábamos cerca del refugio, pero yo llevaba la mochila con la gasolina, por lo que no podía correr igual de que cuando no la llevaba, sintió que me pesaba más que hace unos momentos. Voltee hacia atrás para ver, y me di cuenta de que los infectados no eran normales; eran más veloces, agresivos, se empujaban entre ellos como compitiendo por quien llegaba primero.
Corrí con todas mis fuerzas, pero aun así, no podía ser tan veloz como max, no podía alcanzarlo. Melany toco mi hombro, mientras corríamos saco una botella de gasolina de mi mochila, se rasgo la ropa sacándole un trozo de tela y la metió a la botella dejando un poco de la tela aun afuera, saco un mechero de su bolsillos y la prendió. Lanzó la botella, al voltear vi como esta caía al suelo, justo enfrente de algunos infectantes que nos perseguían, los cuales no pudieron reaccionar a tiempo y esquivarlo; al entrar en contacto con la gasolina se prendieron fuego, saliendo corriendo con quemaduras, lanzando quejidos de furia y dolor. Otros simplemente rodearon el fuego.
Max ya había llegado al refugio, permanecía sujetando la puerta, mientras que hacia señales para que nos apuráramos. Al llegar cerramos la puerta, y empezamos a traer cosas para bloquear la entrada y evitar la entrada de los infectados.
Al llegar, los infectados comenzaron a golpearse con las paredes; comenzaron a dispersarse un poco, como buscando otros lugares por donde entrar; estábamos asustados, pero escuchar el grito de cecilia me hizo reaccionar.
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apocalipsis Z
Science FictionNo me importa lo que pase conmigo, ya no me queda nada. Déjame salvarte, déjame hacer las cosas bien al menos una vez...por favor. Santiago tendrá que dar todo, incluso su vida, para lograr proteger a los que ama, aquellos a los que considera "su fa...