Capitulo 4

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-Equipo táctico ¿estáis listos?- pregunte por radio. Ivo se encontraba tecleando cosas en su laptop y ambos nos encontrábamos a unas cuadras de la casa de los Torres.

El día había llegado, la fiesta con armas de fuego estaba por montarse y yo no daba más de ansiedad. Puse una goma de mascar en mi boca y mastiqué repetidas veces. El sol estaba fuertísimo y sonreí, me encantaban los allanamientos.

-Estamos listos comisario, esperamos órdenes.

-Genial, es nuestro momento.- revisé que todo en mi arma estuviese correctamente y mi compañero guardó su laptop.- no quiero muchos daños, que después nos joden. Ingresen tranquilos pero con precaución. Avancen.- observe como Ivo encendía el coche.

-¿Estas segura de que no hay nadie del equipo táctico que les conozca?

-Me he encargado yo misma de limpiar a todo el equipo, no hay infiltrados. Y si los hubiese, me haré cargo más tarde. Avanza.- mi compañero hizo lo que indiqué y nos acercamos a la casa.

-Ingresaremos en diez segundos, atentos.- habló Ivo por nuestra radio. Golpeteé varias veces mi muslo derecho con los dedos de mi mano, quería bajarme del coche de una vez e ir a por todos ellos.- cinco segundos.- sentí un cosquilleo en el estómago y observe a las patrullas del equipo táctico acercarse a la casa.- ahora, entren ahora.- ordenó mi compañero.

-A divertirnos.- dije antes de bajar del coche.

Entre gritos de sorpresa y de terror me hice presente, amaba esto.

-No seas tan dura.- susurro Ivo en mi oído.

-¿Que es lo que sucede aquí? Suelten a mi familia, soy comisario.- habló un musculoso y me acerqué.  Él estaba acostado boca abajo en el suelo y tenía a dos policías sobre su espalda. De seguro se había querido hacer el héroe.

-Buenas tardes comisario Torres, siento haber ingresado así a su casa, pero tenemos unos temillas por los cuales hablar.- observe a mi alrededor.- soy la comisario Navarro, tengo una orden de allanamiento.-Ivo mostró el papel en alto.- y necesito a las siguientes personas, si no se presentan por las buenas, pues por las malas serán, se que todos están aquí.- guarde mi arma detrás de mi cintura y seguí observando el panorama, varios de mis agentes redujeron a varios invitados de la fiesta.- Gonzales, Luca. Presentarse en recepción por favor.- hablé irónicamente.

-Anda, camina.- gritó uno de mis agentes mientras empujaba a un chico.

-¿Que mierda sucede aquí? Soy de los vuestros.

-Espósalo y a la patrulla.

-¿Que? ¿Por que? - él luchó con el agente que trataba de esposarle y entonces envié a dos más para ayudarle.

-Sabe como es esto agente, no se haga el difícil que el paseo en patrulla es gratis.- terminaron de esposarlo y se lo llevaron.- bien, el siguiente es...- ví como un hombre trató de salir corriendo pero dos agentes que se encontraban en la salida trasera lo atraparon.- Benítez, Fernando. No huyas porque te encuentro cariño, anda, a pasear.- lo esposaron y se lo llevaron.

-Mami tengo miedo, ellos no son amigos de papi.- escuche una delicada voz salir de algún lado.

-Tranquila cariño, todo estará bien.- una mujer se encontraba abrazando a una pequeña y la conocí así que me acerqué.

-Ni se te ocurra tocarlas.- gritó Torres.

-Stella Cruz ¿verdad?- me detuve frente a ella. En ningún momento vi miedo en sus ojos, era valiente. Quite mis esposas de uno de los bolsillos de mi chaqueta y las levante en el aire, justo frente a su rostro.- estas tienen tu nombre.

-Está mi hija aquí, ahórrale el trauma, por favor.- al parecer la loca tenía sentimientos.

-Bien, llamen al servicio social, que se haga cargo de la niña.- le ordene a mi compañero.- Tu vienes conmigo guapa.- puse una de las esposas en sus manos y se puso rígida.- no me lo hagas difícil porque la que traumara a la pequeña serás tu.- aplique un poco de fuerza y ella doblo el brazo.

-¿Por que mierda hacen esto? Joder.

-Sabes muy bien por qué lo hacemos Torres, déjame trabajar.- termine de esposar a la mujer y la niña comenzó a llorar.- tranquila cariño, que no pasa nada.- trate de calmarla.

-No puedes hacer esto, es ilegal.- una mujer se acercó agresivamente a mi y un hombre la detuvo por detrás.- déjalas en paz. Es una niña, cabrona.

-Adivina adivinador...¿a que tú eres Gloria?- pregunte.- y el que está detrás tuyo es Antonio ¿no?- ellos me observaron totalmente impactados.

-Puede explicarnos, por favor ¿que sucede aquí?- pregunto Antonio.

-Se los dire en la comisaría, ahora hay una niña aquí.- me contuve de decir las atrocidades que le hicieron a Elidia.- ambos deben acompañarme, no los esposare si no tienen problema, ingresarán en calidad de testigos.

-¿Testigos de que? Estas manejando demasiado misterio.- esta vez habló Gloria.

-Testigos de un homicidio. Así que apresúrense, que como vamos me perderé la cena.- ellos fueron escoltados por uno de mis agentes y no dijeron absolutamente nada más.

-Quiero a un abogado.- dijo Cruz mientras la acompañaba a la salida.

-Mi vida, tranquila, no se que sea todo esto pero lo solucionaré.- gritó Torres antes de que salgamos.

-Se muy bien lo que hiciste y si, necesitaras un abogado así que llamarás al que quieras cuando estés en la comisaría.- susurre cerca de ella.

Después de que le ayude a subir a la patrulla, observe cómo Ivo escoltaba a Torres junto a tres policías más. Jairo en verdad estaba furioso.

Ingrese a la casa nuevamente y me encontré a la hija de Torres llorando junto a un policía.

-¿Aún no se sabe nada del servicio social?- él adulto negó con su cabeza. No la iba a dejar sola aquí y necesitaba irme a la comisaría.- bien, me la llevo yo. Avisa que estaremos en la comisaría.

Estire mi mano y la niña me observo con miedo.

-Tranquila cariño, iremos a donde están tus padres.

-No debo irme con extraños.- dijo nerviosa.

-No soy una extraña, soy la tía Rebecca, vamos.- insistí y me observo insegura.- soy policía ¿ves? Tengo una igual a la de tu padre.- le mostré mi placa.- soy de los buenos.- asegure. Ella dudó durante varios segundos pero luego tomó mi mano.

Caminamos hacia mi coche y mi compañero me observo extrañado.

-Solo conduce.- ordene y me senté en el asiento trasero con la pequeña.

Esta era la parte que no me gustaba, cuando había hijos todo era el doble de difícil.

La chica del expediente III Donde viven las historias. Descúbrelo ahora