-Puedes... puedes esperarme un segundo. Necesito hablar con mi compañero.- hablé apresurada. No podía dejar que se fuera así tan fácilmente.
-El comisario Suárez está de acuerdo con esto.- dijo Luca con media sonrisa en su rostro.
-No lo creo, él no me ha consultado.
-Pues ve y pregúntale.- le mire mal.- te esperare en tu oficina, quince minutos, no más.
Corrí hacia la oficina en la que se encontraba Ivo y me adentré lo más rápido posible.
-¿Que haces? ¿Que ha pasado?- pregunto mi compañero dejando una carpeta sobre el escritorio.
-¿Estas de acuerdo con que Gonzales trabaje con nosotros? ¿De que vas?- hablé agitada.
-Es la decisión más inteligente, lo dejas ir y lo matan. Preso no lo podemos poner y es la única ayuda que tendremos. Pon en una balanza imaginaria, de un lado un testigo muerto y del otro un testigo muy colaborativo.- habló tranquilo.- recuerda que yo soy el inteligente y tú la violenta.- le mire con una ceja levantada.
-Encárgate de la fuga, quiero resultados ya o me pondré violenta pero contigo.- me retire del lugar. No tenía un solo descanso desde que todo esto comenzó. Me planteé la idea en el cerebro y camine convencida hasta mi oficina. Al ingresar no lo vi y rodé los ojos, no soportaría otra fuga. Salí y tomé por un brazo a uno de los policías que allí pasaban.
-¿Donde está Gonzales?- el me observo algo nervioso.
-Ha preguntado por tu oficina y lo han enviado allí.
-Esta es mi oficina.
-Esta oficina le corresponde al comisario Suárez.- suspire y le deje ir. Camine hacia mi oficina, la mierda esa que me dieron como oficina mejor dicho. Me adentré y allí estaba parado, justo en el medio.
-Vaya porquería de oficina tienes.
-Necesita algunos retoques.- el sonrió abiertamente.- ¿Que?- me acerqué a él.
-Esto necesita ser tirado a abajo y vuelto a construir. En serio es una mierda.- observo todo por arriba y luego posicionó sus ojos sobre mi.- ¿Has decidido algo? Porque si no, me voy.
-Te quedas.- ordene.- haremos el trato. Pero me harás caso en todo lo que te diga.- lo observe bailar frente a mi y fruncí el ceño.- ¿Que haces?
-Bailo.
-¿Por que?
-Porque has aceptado.
-Eso no es normal, en serio.- seguí observándolo mientras contenía una sonrisa a punto de escapar de mi boca.
-¿Cuando nos vamos? Este lugar me tiene harto.- dejo de bailar y se puso serio.
-Todavía no podemos irnos, necesito hacer cosas aquí.
-Quiero irme.
-Escucha, has aceptado el trato tú también, así que te vas a la sala de testigos y te quedas allí esperando hasta que termine todos los papeles que debo llenar.- ordene como si fuera una madre hablándole a su hijo pequeño. Él rodó los ojos.
-Iré a por café...-camino hacia la puerta y le mire mal.- y después voy a la sala de testigos, tranquila.- me esquivo y salió del lugar.
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La chica del expediente III
RomanceRebecca Navarro, una nueva comisario enviada a investigar varios casos de corrupción en la comisaría número seis, será la encargada de revelar el secreto más oscuro de Stella Cruz, su nueva chica del expediente.