La chica del expediente III

Capitulo 35

POV Rebecca

-Te ves guapa cuando estás concentrada.- susurro Luca cerca de mi. Seguía enojada porque se había escapado, no tendría que haberlo hecho y sin embargo estaba aquí molestándome.

-Calla de una vez o te devuelvo a la habitación de pánico.- respondí frustrada.

-Toma ya, se ha enojado en serio.- pronunció mi primo divertido.- piensa bien tus disculpas porque hará que todo parezca un accidente.

Luca y Sebastian eran como los niños traviesos de un curso, por más seria que sea la situación, siempre estaban jodiendo en la parte de atrás.

-Susana me ha dicho que Ivo está viniendo junto a un equipo táctico. Tu auricular no funciona.- me aviso mi ahora novio.

Era verdad, el aparato no funcionaba más y no me había dado cuenta por la tensión del momento.

-Revisen sus auriculares, el mío se ha estropeado.- les avise a los otros dos y ellos me hicieron caso.

Se escucharon disparos desde el otro lado de la casa, sabíamos bien quienes estaban allí, el abuelo, papá y mi tío. Sebastian me dirigió una mirada preocupada y mi hermano trató de escuchar a Susana por el pequeño aparato en su oreja.

-Son cinco, están juntos y muy cerca de papá. Tenemos que ir a ayudarles.- Julián se veía muy nervioso, lo que era extraño ya que él era el más tranquilo de los hermanos.

-Okey, nos vamos. Uno, dos y uno, dos.- enumere señalándoles con mi dedo índice.- dos izquierda y dos derecha. Atentos adelante.- indiqué mientras hacía una seña. Era momento de callarse la boca y avanzar.

Sebastian y Julián se posicionaron del lado izquierdo del pasillo en donde estábamos, Luca y yo estábamos del otro lado.

-Escúchame, se que quieres ir adelante pero prefiero hacerlo yo, déjame ahí.- Susurro Luca mientras apoyaba una de sus manos sobre uno de mis hombros. Su idea no terminaba de convencerme.

-Como tú te has escapado vas atrás, cúbreme desde ahí.- respondí en el mismo tono. No podía manipular a esta arma tan grande detrás de él, iba a ser un obstáculo al momento de atacar, su cuerpo era mucho más grande que el mío y perdería visibilidad.

No dijo absolutamente más nada y lo agradecía, era hora de concentrarse.
Avanzamos con gran coordinación y por suerte nadie se nos cruzó por delante.

Los disparos se escuchaban más cerca y comencé a sentirme nerviosa. Observe a Julián, este con señas me indicó que teníamos a dos atacantes a un costado. Me prepare mentalmente para comenzar a actuar, estaba tensa y no podía evitarlo.

-¡Deténganse!- mi hermano trato de no gritar pero le fue imposible. Sus ojos no me decían nada bueno.- Susana está pidiendo ayuda.- se escucharon más disparos.

-Es una trampa, lo de los disparos es una trampa, van a por Raquel.- dijo nervioso Luca.

-Tengo que ir a por mis hijos.- Julián estaba al borde del colapso.

-Papá también nos necesita.- dije tratando de solucionar el problema en mi cabeza. Sentí un disparo justo arriba de mi, Luca había disparado su revólver y le mire exaltada.

Me volteé y observe hacia atrás, en unos metros más allá había un hombre muerto. No me había dado cuenta de que me atacaría por detrás.

-Sebastian y yo nos vamos a por el abuelo y los demás, ustedes dos vayan por los niños.- indicó el agente decidido. Le mire desconforme, no me gustaba para nada que estuviese lejos de mi. No dije nada porque perdería el tiempo así que avance hacia donde me correspondía pero él me detuvo sosteniéndome del chaleco.- cuídate, es en serio, iré contigo en cuanto pueda.- beso mis labios tan suavemente que no me pareció suficiente.- te quiero.

-Te quiero, trata de no morir.- respondí por lo bajo, sonrió y me pareció la cosa más encantadora del mundo. Antes de irse lo detuve tomándolo del chaleco, como había hecho el.- llévate esta arma.

-No, la necesitarás.- negué y le alcancé el arma. Él la tomó entre sus brazos delicadamente, como si se tratase de una criatura.

-Dame tu revólver...-hizo lo que indiqué y tome el revólver con una de mis manos, me quite el arma reglamentaria de la cintura y preparé ambas cosas para disparar.

-Estás demorando Rebecca...-advirtió mi hermano totalmente nervioso. Luca se acercó un poco más a mi.

-Te ves jodidamente sexy con dos armas, si no estuviésemos en esta situación te hubiese hecho quien sabe qué cosas.- susurro solo para que yo escuche.

-Pues házmelas después de todo esto...

-Es una promesa.- sonrió y beso mis labios nuevamente.

-Nos vamos, Susana no podrá soportar mucho tiempo sola.- mi hermano comenzó a avanzar sin mi. Mire por última vez a Luca y me marche con Julián.

No podía negar que estaba preocupada por todos, el peligro era inminente dentro de esta casa y los que más corrían riesgo eran los niños.

Al llegar a la habitación de pánico la escena no era muy buena. Susana estaba al lado de Richi que claramente estaba herido, podía ver como la sangre corría por una de sus piernas.

-¿La han abierto?- pregunto preocupado Julián refiriéndose a la puerta. Susana solo atinó a negar con la cabeza.

-He podido herirlos, no deben estar muy lejos.

-Quédate aquí, ayúdalos, iré a por ellos.- ordene preparándome.

Volví a salir del lugar y me detuve junto a una pared, respire agitada, me dolía el pecho. Todos estaban en peligro y yo no podía ayudarlos a todos al mismo tiempo. Cubrí la puerta, era el único ingreso a la habitación de pánico y de allí no me movería. 

Escuché varios pasos y me preparé, la orden era eliminar a todo aquel que no sea de la familia y así lo haría. 

Al ver a un hombre vestido de negro inmediatamente disparé, me importaba muy poco su vida al compararla con algún miembro de mi familia. El disparo llamo la atención de un grupo y comenzaron a acercarse a mi. Trate de disparar a todos los que pude pero me ganaban en cantidad así que me adentre a la sala y cerré la puerta tras de mi. 

-Están aquí, hay que proteger esa puerta o estamos muertos.- grité. 

-Necesitamos ayuda, tenemos a un herido aquí y son muchos.- comunicó Susana por los auriculares. 

Revise mis armas y las cargué, necesitaba algo mas grande, tenía que conseguir alguna ventaja.