Capitulo 21

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-¿Estas preparada para la depilación con cera?- pregunto una de las chicas que me atendía.

-No...-dije acobardada, sabía lo que se sentía, no quería repetir el sufrimiento.- puedo hacerlo en casa...gracias.- me levante de la camilla en donde estaba y comencé a caminar hacia la salida. La mascarilla, la toalla en mi cabeza y la pedicura lo hacían realmente difícil.

-¿Que haces aquí? Vuelve.- dijo Luca entre risas. Él se encontraba sentado en uno de los sillones de la entrada.- Por dios, he dicho que resalten tu belleza, me han estafado.

-Señorita Navarro, vuelva a su lugar por favor.- dijo la chica que se encargaba de mi.

-Esto ha sido una mala idea.- me queje. Luca se acerco a mi y puso un dedo en mi rostro.

-Tienes una mascarilla, ¿estás segura que quieres salir así? Parecerás uno de los monstruos de Raquel.

-Puedo quitármela y ya, vámonos.- avancé pero él se interpuso en mi camino.

-Por favor... quédate.- dijo muy cerca de mi.- solo será esta vez, prometo no volver a obligarte a entrar a uno de estos lugares.- se puso serio.

-Señorita  la cera ya está caliente.- avisó la chica desde cerca. La observe preocupada.

-¿Quieres que sufra contigo? Me depilaré yo también.

-Si claro, como si supieras lo que es.

-No se lo que es pero puedo probar.- habló convencido. Lo delibere por unos segundos y concluí en que sería muy divertido verle.

-Bien, entremos. Si tu te depilas yo también lo hago.- propuse el trato. El asintió y me acompañó a la sala en donde estaba.

-Me depilaré yo primero.- dijo quitándose la camiseta, el pobre no sabía ni lo que era pero aún así tomó la iniciativa.

La mujer le observo divertida y yo me senté a presenciar el espectáculo. Luca se recostó en la camilla y dejo que la chica pusiera cera caliente en su pecho.

-Respira...-dije a modo de consejo.

-Eso hago...

-Pues respira mejor porque eso va a doler.- después de unos segundos la mujer cincho la cera y Luca soltó un grito, aunque no fue más fuerte que mi risa.

-Está bien, si no quieres no lo hagas.- dijo con una mueca de dolor.

-Aún no termine señor.

-Y no lo hará, no volveré a pasar por ello, gracias.- volví a carcajearme y él también lo hizo.

-Anda, ve afuera que sigo yo, tiene que haber alguien valiente entre nosotros dos.- dije decidida.

-Me ofendes, pero aceptaré que seas más valiente que yo, te espero afuera.- se vistió y salió del lugar.

-Su novio es muy simpático.- dijo la chica preparándose para depilarme.

-No es mi novio...-aclare.

-Pues debería, son lindos juntos.- sonreí levemente ante sus palabras y luego me quede en silencio para que lograra centrarse en su trabajo.

Cuatro horas dentro de la estética fueron suficientes como para quedarme histérica. Estaba a punto de irme cuando Gin interrumpió mi huida.

-Falta lo principal, ropa.

-Estoy vestida.- respondí de mala manera.

-Estás vestida, pero no bien vestida. Anda, sígueme.- camino por varios pasillos y le seguí, no me quedaba otra, debía terminar.

La chica del expediente III Donde viven las historias. Descúbrelo ahora