Capitulo 3

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-Hoy será un día largo.- mi compañero dejó varios papeles sobre el escritorio.- ¿me dejarás sentarme en mi sillón o también tengo que cederlo?- cuestiono.

-Ivo ¿Tú has solucionado el problema de mi oficina?.- me acomode mejor sobre el cómodo sillón.

-No tengo porque.- se paro frente a mi y yo cruce mis brazos.

-Entonces si tendrás que ceder tu sillón, me duele la espalda si estoy mucho tiempo sentada en esas sillas de mierda.- él rodó los ojos y se sentó en las sillas que tenía para sus visitantes.- comencemos por el principio, ¿como ha llegado este expediente a nuestro escritorio?

-¿Ahora es nuestro? Bueno, por lo menos no es totalmente tuyo.- habló por lo bajo y le mire mal.- este expediente ha llegado por una denuncia anónima.

-¿Cuando?

-Hace un mes.- volví a mirarle mal.- no sabía cómo actuar, como ves, es un caso complejo con mucha corrupción. No se me hizo fácil poder encontrarte, mucho menos pedir que te trasladen.

-Y pensar que has dicho que no me esperabas aquí, más imbecil no había.

-Centrémonos en lo importante, el expediente.

-Bien, ha llegado a tu escritorio por una denuncia anónima. ¿Que es lo que tiene adentro?

-Registros precarios de lo que ha pasado aquel día, pocas fotografías, una autopsia incompleta, declaraciones inconclusas, peritos de poca confianza... si quieres sigo.

-No, ya me he dado cuenta de que esto es una ensalada de mierda. Comencemos a reconstruir la supuesta historia, tal vez podríamos encontrar algo.

-Bien, según la denuncia el abatimiento de Elidia Nuñez ha sido un homicidio, realizado supuestamente por Jairo Torres y Luca Gonzales, planificado por Stella Cruz y su socio o cómplice Fernando Benítez.- anoté todo lo que dijo en una pequeña libreta.

-Haremos una pizarra, nos servirá más.- comencé a armar todo.

-Lo primero que debemos pegar allí son estas cartas de amenaza que nuestra víctima recibió.- me alcanzó los papeles y leí concentrada.

"No debiste meterte con mi marido, zorra. Mantente alejada o te arrepentirás. Sal de mi casa" Decía la primer carta.

"Jairo está loco por mi, puedes darte cuenta sola. Aún no te quiere escuchar ¿no?. Ten cuidado Elidia, me acerco cada vez más a ti." Decía la segunda.

-Tengo tres cartas más, son parecidas a esas.- indicó mi compañero.

-¿Algo que sobresalte? ¿alguna amenaza de muerte?

-Si, en la última.- me alcanzó la carta y la leí.

"Has intentado arrebatarme a mi marido, has querido quedarte con mi casa, así que yo a cambio me llevaré tu vida. Cuídate Elidia, porque te mataré en cualquier momento y me encargaré de que sufras."

-Tenemos a una psiquiátrica aquí. ¿Como es posible que nadie se dé cuenta?- pregunte poniendo la carta en la pizarra.

-Suelen fingir muy bien. No te sorprendas si en el allanamiento te encuentras con una persona angelical, tu misma has leído esas cosas.

-Cada vez me sorprendo menos, con este trabajo he perdido la esperanza en las personas.- hablé mientras leía otra de las cartas.

-No puedes perder la esperanza en todos solo por algunos.- respondió.- hay personas buenas aquí, tu y yo somos buenos.

-Que no seamos corruptos no significa que seamos buenos.

-Yo soy bueno.- afirmó y rodé mis ojos.

-Sigamos con el caso, anda.

-Bien, tenemos la denuncia y la prueba de amenaza. Estamos vacíos a partir de aquí.- indicó y le mire con el ceño fruncido.- no sé cómo sigue la historia, solo tenemos las declaraciones del día del homicidio. Nada más antes y nada más después.

-Okey...-trate de pensar.- es hora de revisar las pruebas.

-Ninguna indica que Cruz haya planificado las cosas. Las pruebas son del lugar de los hechos.

-Joder...-él estaba empecinado en bloquearme. Tome el expediente y lo leí varias veces.- he encontrado un cabo suelto.- dije después de varios minutos.- En la declaración Torres dice que su esposa estaba internada, averigüemos por qué.

-Llamaré a los de registros de hospitales.

-No, no te dirán nada. Son datos privados.- pensé.- solo hay que saber en qué hospital estuvo, iremos personalmente a averiguar cosas.

-Investigare en la comisaría, alguien debe saberlo.- soluciono Ivo e inmediatamente salió de la oficina.

Observe todos los papeles que había sobre el escritorio, eran muchos y al mismo tiempo, no me servían de nada. Faltaban detalles y los Torres llegarían en cualquier momento.

Revise la computadora y puse el nombre de nuestra víctima en la base de datos. Mire con detalle la foto que aparecía en la pantalla, Elidia tenía rostro precioso y recién lo estaba conociendo. Era bonita y joven, una lastima que su vida había sido truncada por unos asesinos.

Imprimí la foto y la puse al principio de nuestra investigación en la pizarra. En la academia nos han enseñado que no es necesario ponerle rostro a las víctimas, el trabajo sería más fácil. Pero eso era imposible.

Después de casi cuarenta minutos Ivo apareció frente a mi.

-He traído café, fue mi excusa para conseguir información en la cafetería.- dejo los vasos sobre el escritorio y le mire.- ¿Has descubierto algo en mi ausencia?- pregunto.

-Ese es su rostro.- señale la imagen y la observo.- ha estado detenida por drogas. Durante tres meses ha estado en el programa de protección a testigos y ¿sabes quien ha sido el encargado de cuidarle? Torres.

-Lo agregaré a la pizarra.- él camino hacia donde estaba y escribió el detalle.

-¿Que has averiguado en la cafetería?- pregunte organizando los papeles.

-Stella Cruz ha estado internada grave en el hospital regional "Las acacias". Parece que le han disparado.

-Bueno, entonces tenemos algo. Debemos ir a allí.

-¿Ahora?- pregunto escribiendo lo que había dicho.

-No, en las vacaciones.- hablé irónicamente.- claro que vamos a ir ahora, no tenemos tiempo que perder así que muévete.

Salimos de la oficina y cerramos la puerta con llave, no podíamos confiar en nadie aquí adentro, porque si lo hacíamos significaría poner en riesgo a todo el caso. Debíamos ser muy cautelosos y precisos con lo que estábamos haciendo.

-¿Que preguntaremos?

-Déjame a mi, soy buena con las personas.

-No es cierto, eres mala y sarcástica.- alce una ceja.

-Déjame a mi he dicho.- hablé segura.

Era buena con las personas cuando quería obtener algo de ellas y si podía aplicar un poco de sarcasmo o violencia, pues mejor para mi.

La chica del expediente III Donde viven las historias. Descúbrelo ahora