capitulo 13 escape

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Y aquí de nuevo, vomitando en la madrugada al costado de la cama de hiro, directo al suelo, tadashi y hiro se habían despertado alarmados, odiaba tener que despertar a los hermanos, pero le era imposible.

-ya, está bien, ya salió todo- calmó tadashi, acariciando su espalda mientras Miguel se apoyaba en su pecho.

-no me imagino como cubrió esto por cinco años, si es capas de despertarnos a nosotros, como su familia jamás lo escucho- se cubrió la cara con su almohada, maldiciendo las flores que salían del tórax del moreno.
Había llegado tan feliz al local hace horas, se sentía con la alegría a tope y ahora se sentía cansado, débil y odio eso, las lágrimas amenazaron con salir, apesar de soportarlo, era muy incómodo y siempre lo recalcaria.

-donde... Dónde hay... un cementerio... aquí- eso alarmó a los hermanos, aún jadeante Miguel fue recostado a la cama, hiro y Miguel peleaban algo seguido, desquitandose del otro durmiendo juntos, eso le hacía gracia tadashi, hiro solo se quejaba pero nunca negaba que el otro durmiera con el, apesar de ser una cama individual, ambos cabían perfectamente.

-no irás a ningún cementerio- Miguel miró a hiro fruncir el seño mientras lo arropaba -y si me dices que te rendiras después de cinco años, juro que te llevo yo mismo al psiquiatra- gruño al ver a Miguel a la cara.

-n-no soy... Un niño... Y no voy... A rendirme... Solo debo... Ver a alguien- hiro negó.

-por la mañana rivera y tal vez lo piense mejor- Miguel asintio lamentándose al ver a tadashi limpiar el desastre que expulsó.

-perdón- le murmuró al mayor que solo le sonrió compasivo.

-por ahora solo descansa- dijo mientras Miguel volvía a cerrar los ojos.

-y si lo...-

-no...- respondió tadashi, el otro solo murmuro y volvió a acostarse.

(...)

-ok déjame ver si entendí, su hermano exige que te hagan una operación, apesar de que puedes morir?- pregunto San Juan por el teléfono.

-eso piensa, dice que no pasará nada, pos como no es su vida- se encogió de hombros, mirando su guitarra y la bolsa donde tadashi había guardado el cempasúchil de esa mañana, una vez más, estaba solo y baymax tenía prohibido dejarlo salir.

-y me recuerdas por qué estás encerrado?- Miguel solo se quejo.

-por qué hoy en la madrugada dije que quería ir a un cementerio- gruño a lo bajo, las risas no se hicieron esperar.

-hay Miguelito, estos gringos ya piensan que quieres colgar los tenis!- la voz del San Juan mayor fue la que se escuchó está vez, Miguel negó tras el comentario.

-colgar los tenis, si como no, no voy a matarme si eso es lo que piensan- miró la ventana del cuarto -si ellos no me llevan, iré yo solo- sonrió tomando la bolsa y su guitarra.

-que piensas hacer Miguel?- miró tras él, baymax no estaba y esa era la oportunidad.

-pues que más, correr y buscar el cementerio- hablo por lo bajo, salió y cerro la ventana tras él, bajo con cuidado hacia la calle, miró a sus lados y se alejo sonriente.

-y no piensas en el susto que le darás a la ñora Cass?- la insistente voz de su amigo grito por el aparato.

-le deje un mensaje que saldría a ver a kubo, no creo tardar, es buscar a la catrina, hablar con ella y listo- explico su "perfecto" plan.

-tu familia lo intento de todo! Por qué crees que sería diferente contigo?- Miguel lo considero unos momento pero no detuvo su andar.

-por qué soy insistente, no voy a qué me la quité, solo quiero saber cómo acortarla a una vez al mes o algo así- miró a ambos lados de la calle, esperando que no hubiera otra camioneta al asecho.

-dios se apiade de ti, inconciente cordero- murmuró como si rezara.

-oh cállate nardo- se acercó a un hombre que estaba mirando el aparador de una tienda.

-puedo ayudarlo?- pregunto el hombre, Miguel bajo el teléfono y contesto.

-sabes donde hay un cementerio?- el mayor le miró confundido.

-uhhh, está algo lejos de la ciudad...- murmuró a lo que Miguel suspiro.

-puede decirme dónde exactamente?- Miguel escuchó la indicación con toda concentración, tratando de recordarla de memoria, agradeció al mayor y se alejo, miró su celular y leo aún estaba en llamada.

-dime que no te dijeron donde esta- suplico y su hermano se burló de él.

-lo hicieron- se burló del quejido de su amigo.

-si tu doctor no te mata lo haré yo cuando te vea-

-tambien te quiero mi San Juanito, en fin te llamo cuando llegue a un acuerdo- colgó sin esperar respuesta, como dicen, si no joteas con el amigo no es amistad verdadera.

-muy bien, ahora- miró la calle que le indicaron y luego al cielo -hay virgencita, hazme paro como en tu novela y ayudame a llegar sano y salvo- y se dispuso a caminar, decidido a encontrar el cementerio.
El camino no había sido tan largo, era como ir a... A quien engaña, el camino se extendió por sus paradas a descansar, juraba que si no llegaba, hiro lo mataría por desobediente.

-no pos ni que fuera chucho para seguir sus ordenes- miró frente a él, la entrada tan esperada, suspiro aliviado y entro en el cementerio, todo era tan... Diferente, no había juguetes, ni retratos, ni rosarios o algo similar, algunas tenían su escultura de granito mientras otras solo tenían las lapidas.

-se ve tan... Triste- miró uno de los recintos, justo como el que tenía de la cruz, espero a que nadie lo viera y entro en esta sin mucho esfuerzo, miro la tumba y pidió perdón por profanarla, regó el cempasúchil y acomodó su guitarra para tocarla.

-espero funcione- cerro sus ojos, respiro profundo y tocó como la primera vez.
Los pétalos se alzaron al rededor de él, al abrir sus ojos pudo ver el puente, ahora desierto, la única entrada y salida existente para el, miró atrás y solo había negro, tomo uno de los pétalos y lo guardo en la bolsa de la chamarra.

-una bendición y volveré a casa, pan comido- dijo mientras se ponía la capucha y avanzaba por el camino -ahora... a buscar a la catrina-

PERO SOLO ES CEMPASÚCHIL (Higuel/Hiroguel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora