Era una sensación de paz, su cuerpo se sentía ligero, como si estuviera dentro del agua flotando en las profundidades, no podía abrir los ojos, pero no sentía miedo.
Respiro lento y constante, se sentía genial. Era una calma que no había sentido desde hace mucho, como aquella vez que tocó por primera vez la guitarra de Papá Hector.
Se escuchó algo sumergirse, ni siquiera puedo ver que pero una inquietud se apoderó de él. Sintió su brazo ser jalado y luego respirar fue diferente, jadeo por aire con una tos que le siguió después de la primera inhalación.
lo que lo sostenía pareció inclinarlo un poco solo para ser apoyado en algo cálido, no recordaba sentir frío hace un momento.Murmullos a su costado se escucharon, suaves y llenos de calidez, no sabía que estaba temblando hasta que lo rodearon con algo, tomó tres respiraciones más antes de abrir los ojos.
Lo primero que vio fue un par de ojos rojos y un bonito fleco castaño, una sonrisa se formó al ver a su amigo.
–Hola. Amor– bromeó con una sonrisa cansada. El castaño entre cerró los ojos con lágrimas en los ojos.
–tú, maldito estúpido– dijo apretando los dientes, las lagrimas calleron mientras apretaba su rostro contra el cabello de Miguel. –Estupido pendejo de mierda–
Miguel solo rió bajo, ahora podía ver como lo sostenían, Leo San Juan estaba sentado en la cama con él apoyado en su pecho, podía sentir al hombre temblar murmurando insultos mientras lo apretaba más fuerte en su abrazo.
Miro la habitación y se enfocó en las sabanas, había pétalos de Cempasúchil regados en su regazo, ahora puede darse una idea. Espero paciente a que su amigo se calmara y él se enfoca en salir de la bruma del sueño.
–estas bien y eso es lo que importa– Murmuró Leo alejando su rostro de su escondite y mirando a Miguel. –no vuelvas a dormir tanto, o te arrastraré por todo el campo de la Hacienda–
–me alegro de verte– sonrió Miguel, cerró los ojos y los volvió a abrir, estaba tan cansado.
–¿Cómo te sientes?– preguntó San Juan. Miguel tarareo.
–cansado– Leo asintió.
–¿quieres algo, agua?– Miguel asintió. –Xóchitl!–
–me llamaste muchacho?– dijo la niña de cabello castaño –que nos vendiga la virgen, ya despertó el niño Miguel!–
–trae una jarra de agua– Miguel vio a la niña salir de la habitación corriendo.
–cuanto…– Leo frunció el ceño.
–la semana, Estamos en la casona, acá en puebla, Nando trajo pan hace unas horas– Miguel asintió y suspiró derrotado.
–que hay de Hamada?– Leo aparto la mirada cerrando los ojos. –Leo?–
–le dije que te quedarías hasta que te recuperaras, que volviste a México porque sus medicamentos no sirven para nada– dijo Leo. Miguel ssuspiró
–¿y mis papas?– Leo tarareo recostando a ambos contra la cabecera de la cama.
–están bien, no se les dijo mucho solo que viniste a mi casa y tuviste un ataque, parecen estar más tranquilos ahora que estás en mi rancho– Leo apretó el hombro de Miguel. –y… ese Hamada, lo heche pa su país, No lo quiero en estas tierras Rivera, No han hecho más que empeorar tu condición–
–Leo por favor– Miguel reprendió. –ya hablamos de esto–
–pos perdon por ver lo que tu no, la Garbancera y su Cabron solo se entrometen en tu vida, ya pasaron los años. Es hora de que pongan fin a su puto juego– dijo Leo. Miguel asintió sin mucho que decir.
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PERO SOLO ES CEMPASÚCHIL (Higuel/Hiroguel)
Fanfichan pasado 5 años tras su visita al mundo de los muertos, 5 años vomitando pétalos y flor entera, 5 años escondiendolo de su familia. El no contaba que seguiría viendo a los muertos pero el costo fue bajo, la catrina con dolor castigo al chico, dánd...