Capitulo | 05

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Prestaba atención a lo que decía Sofía a través de la otra pantalla mientras removía la pintura para mi habitación. Ya que no tenía mucho por hacer ese día, me decidí por iniciar lo que ya había atrasado. Harris había quedado en ayudarme, teníamos un trato, pero si era sincera, no quería molestarle. Además no tenía su número todavía y seguía sin saber donde vivía exactamente. Realmente desconocía cómo iba a cumplir el trato con evidente desconexión.

—No puedo creer que hayan tenido su primera cita mejor que la de Bladie y yo. —sonreí levemente antes de pintar la pared.

—No fue una cita, ya te lo dije.

—Por supuesto que lo fue. ¡Ah! Y me ha molestado que lo llevaras a ese lugar antes que a mí, que lo sepas. —me encorvé completamente indignada.

—¡Te he pedido que vayas conmigo y siempre dices que no!

—Sí, pero es injusto que fuera primero que yo, soy tu mejor amiga. —rodé los ojos— Si te hace sentir mejor, te perdono.

—Realmente no lo lamentaba, pero gracias. —gruñó.

—¿No pasó nada interesante ayer?

—Nada. El viaje fue cómodo y divertido. Hace mucho no tenía días así, ¿Sabes?

—¿Crees que sea buen tipo?

—Lo es. —respondí casi de inmediato. Me escuchaba demasiado confiada para hablar de alguien a quien apenas y conocía— Quiero decir, eso parece. Me siento bien cuando estoy con él. Creo que confío. —me quedé pensativa unos segundos— En realidad sí pasó algo… extraño más bien. Hubo un momento, mientras contestaba una llamada en el que parecía molesto, no lo sé. No dejaba de mirarme, fue raro.

—¿No preguntaste nada?

—No quise entrometerme, parecía una llamada personal. —dije mientras batía la pintura.

—Nena, todos tenemos problemas en nuestra vida.

—Tú no los tienes. —le recordé.

—Por ahora. Se dice que los primeros meses de matrimonio son todo un encanto, espera al año y ya no se van a soportar. —reí.

—Sabes que eso no va a pasar.

—Sí, ya lo sé. —suspiró— Lev, ¿No crees que Harris tenga un propósito?

—¿Un propósito? —asintió.

—Sí, me refiero a qué, no lo sé, se conocieron de la noche a la mañana y todo ha surgido muy extraño. Dime que no sólo yo lo he notado.

—Creo que prefiero dejar que todo siga a su paso.

—Oh, vamos. Vas a cumplir veintisiete, Lev. Si no es Harris realmente no sé qué va a ser de ti.

—Apenas lo conozco, Sofía.

—Ya lo sé, sólo digo que es extraño. —guardó silencio un momento— Si no será el amor de tu vida al menos espero que te lo lleves a la cama. Está muy guapo. —movió los hombros como si lo que acabase de decir fuese cualquier cosa.

—¡Sofía!

—No me regañes, tengo razón. —su rostro se iluminó— ¡Dios! ¡Ya sé! Invítalo a pasar el fin de semana en la cabaña de mis padres.

—¿Qué?

—Blad y yo planeamos ir a la cabaña este sábado. Dile que vaya, a Blad no le va a importar. —negué con la cabeza no porque me negaba, si no porque todo lo que estaba diciendo no tenía sentido para mí

—Lo conozco de nada.

—¿Y eso qué?

—¡Es un desconocido! —chasqueó la lengua.

Para llegar a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora