Capitulo | 06

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-¡Ya voy! -grité desde mi habitación aún con la toalla puesta.

Había quedado de verme con Sofía esa misma mañana. Me había llamado nerviosa y realmente parecía necesitar hablar con alguien o quizás con alguien no, sino conmigo y ciertamente aunque no era la persona más seria de este mundo también necesitaba hablar con ella.

-¿Acaso quieres fundir el timbre? -le encaré al abrir la puerta, pero entró sin siquiera dar los buenos días- No he podido cambiarme siquiera, ¿Qué te pasa?

-¿Por qué no me dijiste que aceptar esto -señaló su anillo de compromiso- traía tantas cosas en fila? -solté una risa confundida.

-¿Qué dices? ¿Ahora resulta que has amanecido y te diste cuenta que estás casada desde hace más de seis meses?

-No lo digas así que suena peor. -se tapó los oídos y se tiró en el sofá.

-Sofía, no estoy entendiendo. ¿Pasó algo con Blad? -me senté a su lado.

-No, todo está... excelente, es sólo que.. -suspiró- tuvimos una plática anoche, es todo.

-¿Plática de qué? -me miró con aflicción.

-Familia. Blad quiere una familia, tener hijos.

-Sofía, están casados.

-¿Y eso qué?

-¡Es tu esposo! Ya no son novios, por supuesto que quiere una familia contigo. ¿Acaso nunca lo has pensado?

-Lev, soy feliz con él y lo amo ¿Sí?, pero creo que no estoy lista. -habló con timidez sobando uno de sus brazos. Se sentía entre la espada y la pared por algo que realmente no era tan grave.

-¿Se lo dijiste? -asintió.

-Sabes que es comprensivo, pero tampoco le ha hecho feliz lo que le dije. -se calló- ¿Crees que me deje por esto?

-Claro que no. -aseguré- Son novios desde la secundaria, no va a dejarte por algo que tiene solución.

-No lo sé, amaneció triste y realmente quiere una familia, Lev.

-¿Y tú no? -movió los hombros.

-Ser madre nunca ha sido una meta para mí a como lo es para ti. Si pasara probablemente no sería planeado, ¿Sabes?

-Oye, -tomé sus manos- que no lo desees ahora no significa que ames menos a Bladie. Él lo entiende, estoy segura.

-Lo sé.

-Pueden hablarlo con calma de nuevo, aunque sabemos que tu decisión no va a hacer que las cosas cambien. Está loco por ti. -sonrió poco animada.

-Ya no hablemos de mí. El que está loco por la otra es alguien más. Dime, ¿Harán algo hoy?

Me levanté para caminar directo a mi habitación y ponerme una muda con Sofía pisando mis talones.

-¿Algo como qué?

-Salir, no sé. ¿No te ayudaría a pintar tu habitación?

-Ese era el trato, pero creo que lo ha olvidado. -dije- Tampoco se lo pienso recordar, quizás sea bueno no pasar tanto tiempo juntos.

-¿Por qué lo dices?

-No lo sé. Creo que nos estamos involucrando muy rápido en la vida del otro, ¿No crees?

-¿Sabes qué creo? Que tratas de evitar lo inevitable, nena. Admítelo, te gusta.

-Apenas lo conozco.

-Eso no responde lo que quiero saber. Soy tu mejor amiga, no puedes engañarme.

-No me gusta. Somos amigos, él lo dijo.

Para llegar a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora