Prodigium ~kookmin~

Capítulo 7: Verdades

Jimin al fin había salido del hospital, sus padres lo habían ido a recoger, lo abrazaron y llenaron de besos cuando lo vieron ahí sentado en la silla de ruedas con la enfermera. El doctor se acercó a los señores Park con un semblante serio y en voz baja les comento –su hijo sigue delicado, habrá que revisar que coma sus alimentos, el psiquiatra lo evaluó y le ha recetado antidepresivos y ansiolíticos, por mí parte aquí están los medicamentos para el dolor y necesitara suplementos vitamínicos, está muy débil el muchacho, así por al menos un par de meses deberá evitar esfuerzo físico y vigílenlo bien, eviten que se vuelva a lastimar, deberán hacerle limpieza a las heridas y cubrirlas con unas vendas, lo he notado que quiere reabrirse las suturas-. Ellos asintieron y se llevaron a su hijo, no querían verlo más ahí.

Al llegar a casa le costó trabajo entrar a ella, tenía una maraña de emociones, vergüenza, ira, odio, tristeza, culpa; una lagrima recorrió su mejilla. Caminó sujetando sus brazos como queriendo ocultarlos, esos brazos cubiertos por vendas y una mano enyesada. Miró a las escaleras y el miedo lo hizo retroceder, no quería ver su habitación, sabía que le había ganado la impotencia aquél día y había destruido las cosas que sus padres con mucho esfuerzo y cariño le habían dado, decidió mejor ir a la sala. Sus padres solo podían ver una carita triste en Jimin, ese no era su hijo de siempre, tal como había dicho Lee.

Lee bajó corriendo las escaleras y fue corriendo hacia él, lo abrazó tan fuerte que Jimin solo pudo decir –no me dejas respirar-. Lee sonrió al ver que su hermano había sonreído por esto, lo había extrañado mucho, tenía miedo de no volver a verlo, así que decidió no soltarlo en un buen rato, se quedó abrazado de él mientras el mayor acariciaba su cabeza con delicadeza, al menos una de sus manos aun podía moverse bien.

Al fin después de un rato en silencio la madre se dispuso a hablar -hijo, tenemos que hablar contigo.

Jimin completamente desconcertado sobre la situación, trataba de evitar mirar a los ojos a sus padres, tenía tanto miedo del reproche por lo que había hecho, sentía tanta culpa que si por él fuera, se haría tan pequeñito y se escondería en los sillones como cuando era niño.

Taeyeon -verás hijo, tu padre y yo estuvimos hablando y queremos saber realmente ¿qué es lo que ha estado pasando? Nos has estado ocultando muchas cosas y eso te ha llevado a actuar de este modo ¿acaso no nos tienes confianza?

-De verás lo siento mucho, jamás quise preocuparlos o hacerles daño, no sabía qué más hacer, la gente me dice (haciendo una pausa como si sintiera asco de lo que iba a decir) "maricón" porque me gusta bailar, por eso me quería morir, no sirvo para otra cosa, de verás lo siento.

JungSoo -¡Jamás vuelvas a decirte algo así en tu vida! Tú eres una persona maravillosa, que se jodan los demás si te gustan otras cosas, si eres diferente, tienes muchas cualidades, jamás te menosprecies hijo, sabes que te amaremos por quien eres.

Jimin comenzó a llorar, -¿y si los demás tienen razón?

Taeyeon -¿a qué te refieres hijo? Los demás siempre dicen cosas sin sentido, no les hagas caso amor, tú no eres nada de lo que te digan.

Jimin entre confundido y enojado –es que me gustó un chico mamá, por eso empezaron a decirme cosas, eso me hace maricón, por eso me merezco lo que me hacen, soy una basura-. Volvió a llorar, había dicho algo que jamás se había atrevido a decir en voz alta.

JungSoo se quedó mirando a su hijo, le dolía escucharlo decir eso, no sabía cómo reaccionar, pensó para sus adentro en qué había fallado. Se paró y se dirigió a la cocina, necesitaba pensar mucho lo que había escuchado, le dolía, pero le dolía más el poder perder a su hijo.

Lee al ver esto se molestó y abrazó a su hermano diciendo –yo te quiero mucho tal cual eres, pero no vuelvas a hacer algo así-. Jimin abrazaba a Lee tratando de calmarlo, pero le carcomía la respuesta de su padre, ni siquiera estaba seguro de si le gustaban los chicos o las chicas y ya lo repudiaban.