Capítulo 5: Una Salida

49 8 2
                                    

Jimin estaba cumpliendo con lo que su padre le había ordenado, dejó de ir a la academia de baile, ayudaba en el trabajo de campo sin quejarse, hacía todo lo que le pedían, pero había dejado de sonreír, simplemente actuaba como le decían, en lo único que desobedecía era en el comer, cada vez comía menos o prefería saltarse las comidas.

Su madre se preocupaba por esta actitud mientras su esposo le aseguraba que era normal, cuando se le pasara el berrinche volvería a la normalidad, así que había que dejarlo. Por su parte Lee no estaba de acuerdo, él sabía que no iba a cambiar, conocía a su hermano y la persona que tenía a su lado ya no era Jimin.

Así pasó la semana, parecía eterna, su único consuelo era que al fin las clases habían llegado a su fin, solo faltaba la entrega de papelería y no los volvería a ver, al menos durante el verano, tenía planeado trabajar en casa y no salir a ninguno de los paseos familiares, había perdido las ganas de hacer cualquier cosa.

Lee muy preocupado por la situación no pudo soportar más, trató de enfrentar a su hermano, pero este solo se limitaba a estar acostado, solo se levantaría si tenía que trabajar. Por más que le exigía que se parara, que enfrentara a papá, Jimin solo se limitaba a ver a la pared, y si articulaba alguna palabra era solo para referirse a él mismo de la peor forma.

El primer sábado de vacaciones acompañó a su madre al mercado, esta lo había dejado en la camioneta para seguir bajando las cajas mientras ella iba por un carrito para llevarlas a los puestos. Jimin seguía actuando frío, hasta que una voz lo hizo palidecer y tragar saliva asustado.

Hye-Seon –Vaya vaya vaya, mira qué tenemos aquí, una aberración.

Jimin solo bajó la mirada y siguió bajando las cajas, pero esto se vio interrumpido cuando Hye-Seon lo empujó -¡Hey te estoy hablando maricón! Me das asco, sabes, deberías hacerle un favor al pueblo y largarte de aquí, no vayas a contagiar a más gente, es más, debiste haberte muerto cuando te caíste en el río.

Esto puso a temblar a Jimin, se quedó estático y soltó una de las cajas, giró a ver al chico y este se fue corriendo mientras reía y se burlaba de él, sabía que le seguía diciendo cosas, pero su cabeza ya no podía procesar más información, así que solo se quedó inmóvil temblando.

Cuando su madre llegó se asustó de verlo así, tocó su frente y lo sintió sudar, pensó que tendría principios de fiebre y le pidió a un compañero del mercado que si lo pudiera llevar a casa. Todo el camino estuvo en silencio, todo lo que le había dicho Hye no paraba de darle vueltas en la cabeza.

Agradeció como pudo el viaje a casa, entró sin saludar a su hermano y se encerró con llave en su habitación dejándose caer en la puerta. Comenzó a llorar sin parar, y solo podía pensar una y otra vez en esas palabras, se repitió a si mismo NO LO SOY NO LO SOY, se paró y se miró al espejo, viendo con odio su reflejo por impulso lo golpeó lo más fuerte que pudo, logrando romperlo.

Lee en la parte de abajo escuchó el ruido, se asustó y pensó que se le había caído algo a su hermano, dudo en ir, sabía que quería estar solo, pero tenía miedo por cómo lo había visto esos días, no fue hasta que empezó a escuchar cómo se rompían más cosas que corrió asustado a la habitación de su hermano. Intentó entrar pero estaba bloqueada la puerta, tocaba con desesperación -¡ABREME JIMIN POR FAVOR, SOY LEE, ABREME! ¿QUÉ ESTA PASANDO?- Al no escuchar respuesta alguna se asustó así que corrió para buscar el teléfono y hablar con su padre a la comisaría.

Jung Soo contestó la llamada de su hijo algo molesto –hijo, estoy ocupado en este momento, podrías llamar más tarde-. Pero del otro lado del teléfono solo se escuchaban sollozos y una leve voz que decía –papá, es Jimin, no me contesta, no me abre, tengo miedo- y siguió llorando. El señor Park colgó el celular y avisó que saldría, al parecer había una emergencia en casa. Subió a la patrulla y manejo lo más rápido que pudo. Al entrar solo escuchaba a Lee gritarle a Jimin sin respuesta golpeando la puerta de su hermano.

Lee al verlo solo pudo gritarle –ES TU CULPA PAPÁ, ES TU CULPA, ESE DE AHÍ YA NO ES MI HERMANO, ES TU CULPA.

El señor Park intentó calmarlo pero el miedo de su hijo comenzó a sentirlo él, así que con la fuerza que pudo rompió la puerta y lo que vio lo hizo caer de rodillas.


💜💜💜💜💜💜💜💜💜💜💜💜💜💜💜💜💜💜💜💜

Por hoy son todos los que compartiré. Espero disfruten de esta historia.

SML

Prodigium ~kookmin~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora