Prodigium ~kookmin~

Capítulo 81: Un adiós

El infame día había llegado, ahí estaban todos en el aeropuerto para despedirlo, incluso contra la petición del chico, su familia estaba ahí, su hermano menor lo tenía entre sus brazos negándose a soltarlo, mientras sus amigos trataban de aguantar las lágrimas, pues ese pequeño había sido el pegamento para unirlos a todo

-Pórtate bien Jiminie, pero cualquier cosa puedes llamarnos y haremos todo para ir por ti- decía la madre en lágrimas

-Me cuentas todo por favor, no importa la hora, quiero saber todo lo que mi hermanito haga allá

-Soy más grande que tú

-No importa, ya estoy más alto y soy fuerte, así que eres mi pequeño hermanito mayor, al que cuidaré de todo lo malo para que no vuelva a perder su sonrisa- esto solo hizo sonreír a Jimin

-Sabes hijo, verte aquí, rodeado de tanta gente, sonriendo a pesar del miedo que sientes, me hace darme cuenta de que ya no eres más mi pequeño y estoy orgulloso de quién te has convertido, aun sigo lamentando el que hayas tenido que vivir tantas cosas feas, pero por ahora, quiero ser ese padre que siempre te dará la mano, no importa qué, así que hijo mío, ve y triunfa, vive tu sueño y crece más, aquí tu familia siempre te recibirá con los brazos abiertos, aunque te caigas, siempre seremos la mano que te ayude a levantarte

Jimin ya no lo soportó más y se lanzó a los brazos de su progenitor y lloró desconsoladamente, sabía que su padre lo amaba incondicionalmente, pero saber que no importaba el camino que había decidido tomar, él siempre seguiría ahí lo hizo sentirse pleno

Los demás chicos también corrieron a abrazarlo, le dijeron palabras de aliento, le llenaron de regalos, pero había 3 personas ahí que necesitaban hablar con él seriamente, la primera fue Hanie

-Bebé, no llores más- le limpió las lágrimas con sus pulgares de una manera muy delicada, -el tiempo se irá muy rápido y nos volveremos a ver pronto, aún tenemos muchas pláticas pendientes y sabes que no importa la distancia, siempre tendrás en mí una confidente

-Te digo lo mismo princesa, sé que estos meses han sido algo difíciles para los dos, pero aun sé que hay cosas que no me estás diciendo, no te quiero presionar, pero cuando al fin quieras hablar, sabes que yo estaré dispuesto a escucharte, te amo ¿lo sabes verdad? Así que, cualquier cosa, puedes confiar en mí

La chica no aguantó y se lanzó a sus brazos, duraron un par de minutos diciéndose cosas al oído que necesitaban, se separaron con sonrisas en el rostro y promesas de hablarse seguido

Los demás chicos fueron haciendo lo mismo, quedando Jungkook hasta el final. Él esperaba pacientemente con una sonrisa en su rostro, no quería llorar frente a su pequeño, sabía que eso lo terminaría por destruir, así que se mantuvo firme hasta que llegó su turno

-Muy bien pollito mío, ya casi es hora de que empieces tu aventura

-No quiero dejarte

-Ya hablamos al respecto- tomó un mechón de su cabello y lo pasó por detrás de la oreja, -ya lo tienes más largo

-Así es, no lo cortaré hasta volver

-Me encantará verte con tu cabello largo, eres tan hermoso que todo te queda

-Calla- se rió

-Sabes que digo la verdad ¿para qué te haces?- acompañó la risa de Jimin con la suya, se abrazaron fuertemente y decidió susurrarle al oído, -sabes bien que es tu momento, por mí no te preocupes, cuando vuelvas seré todo tuyo, pero quiero que vivas y experimentes, que conozcas, disfrutes y salgas, yo estaré siempre para ti, ya sea como amigo, hermano, pareja o simplemente como un conocido, tú lo definirás, pero a partir de hoy, te lo suplico, no te quedes con las ganas de nada, solo cuídate mucho y se feliz- se separó, tomó el pequeño rostro entre sus manos y le sonrió, -recuerda todo lo que hablamos- besó su frente, -tú siempre eres prioridad ante todo-, le besó la nariz, -no dejes que nadie se burle de ti, eres grandioso por dentro y por fuera, nada de tus marcas eres tú, ese fue tu pasado quien te impulsó a llegar hasta donde estás ahora, así que no dejes que nadie te pise ni te haga sentir menos- le besó en los labios, no le importó que fuera frente a todos, quienes se quedaron sorprendidos ante esta acción, .y jamás olvides que te amo, eres todo para mí, por eso quiero que seas muy feliz y me cuentes absolutamente todo, cuando el tiempo terminé, estaré justo frente a estas puertas esperándote con los brazos abiertos