Capítulo 3: La Calma Antes de la Tormenta

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Jimin no sabía cómo reaccionarían sus padres a esta oportunidad, mucho menos a sabiendas que sería por danza, ellos no sabían bien a que se dedicaba en las tardes, ellos pensaban que solo ayudaba en el aseo a la maestra JiSoo, pero no sabían que él tomaba una clase privada, del pueblo ella era la mejor bailarina, una que llegó a ser muy famosa, pero por circunstancias de la vida, simplemente dejó todo, regresó a su pueblo y puso su academia de danza, ella siempre estaba feliz, nadie comprendía porqué había dejado todo por nada, pero bueno, el pueblo siempre hacia regresar a su gente, parecía una maldición, una maldición que Jimin no estaba dispuesto a tener.

Era sábado por la mañana, día en que le tocaba ayudar a sus padres a llevar la cosecha al mercado, realmente no tenía muchas ganas de ir, tenía un poco de vergüenza porque vieran su cara, los golpes que le habían propinado los chicos aun eran muy notorios, así que al terminar al día anterior subió corriendo a su habitación alegando que ya había comido algo y que tenía tarea que terminar. Se sentó en su cama con mucho dolor en el cuerpo, se dirigió al espejo y miró su labio roto, los rasguños que él mismo se propició en la tarde después y un ojo lo traía algo rojo.

Su hermano Lee entró a su habitación y lo miró, se quedó quieto en la puerta sin sorprenderse, solo negó con la cabeza y pasó a sentarse en la cama.

-¿Por qué lo permites Jimin? Déjame defenderte, no son más grandes ni fuertes que yo, sabes que bien podría evitar que te hagan algo, odio mentirles a mis padres cada vez que llegas así, pero ahora si será difícil ocultarles que pasó algo.

-¿podría pedirte un favor? –Lee asintió con la cabeza- ¿Podrías cubrirme hoy en el mercado? No me siento bien y no quiero que me vean así. Ya pensaré en algo para cubrir las marcas o inventar algo creíble, por favor, ayúdame.

–me debes varias hermanito.

Jimin rio y lo tumbó en la cama –El mayor soy yo, no tú-. Los dos reían mientras se hacían cosquillas.

–Bueno, bajaré a decir que no te sientes bien, así que no me culpes por las mentiras que vaya a decir-. Dijo esto mientras reía y alcanzaba a cerrar la puerta antes de que una almohada lanzada por el mayor pudiera pegarle.

El menor bajó las escaleras, se sentó frente a su madre y le dijo –Jimin no irá al mercado, lo supliré yo, dice que no se siente bien, esto de ser adolescente no es fácil, siempre se queja de que le salen cosas en la cara y que no se siente bien. Su madre al escuchar esto se rio disimuladamente.

Taeyeon -ve a subirle el desayuno a tu hermano, no sé por qué se empeñan en mentirle así a su madre, sé muy bien que Jimin odia ir al mercado, pero me gustaría que él mismo me lo dijera y no te mandara a ti para que le solapes sus mentiras. Por cierto, no tenían por qué inventar cosas, esta vez solo iremos su padre y yo, ya que la señorita JiSoo nos citó para hablar con ella sobre algo de Jimin, solo espero no se haya metido en problemas.

Lee abrió tanto los ojos, besó a su mamá, agradeció la comida subiendo la de su hermano y la de él juntos y corrió muy emocionado. Lee era el único en su familia que sabía su secreto, sobre la pasión de Jimin, estaba feliz, pero de repente un escalofrío recorrió su espalda, al fin sus padres sabrán la verdad. Con más razón corrió al cuarto de su hermano para darle la noticia.

Prodigium ~kookmin~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora