Prodigium ~kookmin~

Capítulo 68: Cayendo

El evento ya había comenzado, los grupos iban pasando sus presentaciones, se estaban luciendo y la gente se mostraba muy entretenida, ponía en alto el nombre y demostraba porque eran lo que eran, pero eso no quitaba la angustia en Jungkook, el saber que no podía estar al lado de su pollito o de su hermana, quería evitar cualquier cosa y eso lo hacía sentir mal, estaba en contacto con los chicos para evitar una catástrofe. Su calma llegó cuando miró a su padre ahí atento a las presentaciones como siempre hacía, en la primera fila de la izquierda estaba su familia, amaba que su madre y su padre se llevaran bien, tenía una familia muy numerosa y agradecía por eso.

-¿Jungkook?- llamó una chica detrás de él

-¿Sí?

-Tengo hablándote un par de minutos ¿estás bien?

-No realmente, estoy nervioso Yuna

-Me refería a otra cosa

-¿Sobre qué?

-Tu relación con Ryu

-Ya tenemos mucho tiempo de haber terminado

-Lo sé, me lo contaste, pero me refiero porque la siguiente en salir es ella, esta ocasión no obtuvo su solo, pero si el central como siempre, y desde que andas con ella te quedas ahí embobado en la ventanilla

-¿Enserio? La verdad es que no estoy bien con eso y me gustaría abusar de tu confianza y pedirte que monitorees tú en esta ocasión, sé bien que no es tu santo de devoción- le comentó riendo y se acercó a ella al ver la mueca de desagrado que puso, -pero en este momento mi cabeza no está en condiciones para verla, acabo de notar ciertas cosas que nunca imaginé que ella fuera capaz de hacer, y ahorita simplemente no puedo

-Te cubriré por esta ocasión, pero a cambio quiero que me invites a salir

-Yuna, ya hemos hablado de eso

-Oye, no me puedes culpar por intentarlo, sin embargo, no te quiero obligar a que salgas conmigo como una cita, sino como un despeje y me cuentes todo aquello que te estás callando, te he observado y mucho, y ni se te ocurra verme como una loca, lo sabes, pero gracias a ello puedo darme cuenta de que andas con un conflicto de emociones muy fuertes

-Pero no podría hacerte eso

-Me gustas y mucho, eso lo sabes y todo mundo, pero eso no quita que no me interese en tu bienestar y si es al lado de otra persona, no me importa, quiero que seas feliz, además, eres mi amor platónico, tal cual como lo manejaba Platón, me gustas físicamente, te he idealizado y sé que es un amor inalcanzable, podré decir que te amo, pero no sé si en el momento en que me des oportunidad pueda romper esa ilusión que tengo, así que me gusta suspirar por ti y saber que nunca te tendré, porque no me duele saber que no estás a mi lado, pero suspiro cuando te veo pasar y sonríes, ahorita que estás conmigo, quisiera besarte, pero estoy plenamente consciente que el beso no sería como lo imagino y eso me decepciona y no porque no beses bien o porque no me vaya a gustar, sino, por la historia que me cree en mi cabeza

-Vaya, no sé cómo sentirme al respecto

-De la misma manera que siempre te has sentido, seguiré jugando y soñando, pero quiero que siga así, porque no quiero enamorarme enserio, al menos no ahora, porque me iré el próximo ciclo de intercambio, ya solicité el cambio y lo aprobaron, no soportaría tener que decirte adiós si se vuelve real

-Oye ¿por qué no me lo contaste?

-Porque fue algo que no quería que nadie supiera hasta que fuera un hecho, me iré a Seatle en Estados Unidos, tienen un programa que me interesa y aceptaron gustosos

-Entonces habrá que festejar a lo grande antes de que nos vayamos de vacaciones

-Ahora si estás hablando mi idioma, así que quítate de ahí tonto y déjame hacer mi trabajo- le pegó en el hombro para quitarlo del lugar y le señaló la computadora que ella monitoreaba