Prodigium ~kookmin~

Capítulo 21: Ansias

Los días pasaban rápido y Jimin cada vez se encontraba más ansioso, el anhelado día pronto llegaría, al fin podría empezar sus clases formalmente de baile y le quitarían el ya tan molesto yeso, sus brazos cada vez se veían mejor y eso realmente lo tenía contento.

-Tae, Tae, Tae- corría mientras le gritaba a su amigo (léase con sonido de tenis que rechinan para darle una nota cute), -¿podrías acompañarme con el doctor mañana? No quiero ir solo, tengo miedo

Su amigo sonriendo de la manera más cálida y revolviendo lo cabellos de este respondió que le encantaría. Y cómo no hacerlo si se derretía por él, sentía que era una masita de arroz y cada que podía pellizcaba las mejillas de este para provocarle pucheros y berrinches. La relación que los dos habían formado era hermosa, Jimin al fin le había confesado su más grande secreto, por eso sentía que lo necesitaba a su lado y Tae por su parte, se sentía en la necesidad de protegerlo, lo estimaba tanto que haría cualquier cosa por su amigo.

-Oye Jiminssi ¿qué opinas si saliendo del médico te quedas en mi casa? Al fin de cuentas es sábado

-¿No sería mucha molestia? Puedo regresarme al dormitorio, no hay problema

-Nada, vienes a mi casa y podríamos jugar videojuegos, es más ¿qué dices si le decimos a HaNie? Podríamos hacer noche de películas

-¿En tu casa no te dirán nada?

-Al contrario, mamá los va a amar, a parte quiero hacer algo que te va a encantar.

Los dos siguieron caminando a su ya tradicional lugar de reunión, ese árbol donde conoció a su primer amiga. Ellos esperaron a la llegada de esta mientras platicaban de cualquier cosa, reían tanto que se quejaban del dolor de estómago.

-Hola chicos, disculpen la tardanza, me entretuve un ratito con solecito

-¿Solecito?- preguntaron los 2 chicos al unísono

-Hoseok es mi solecito- dijo riéndose –es que me ha estado ayudando con la coreografía y sinceramente si no fuera por él, ya me hubiera rendido- decía esto sonriendo mientras se sentaba frente al par que la miraban muy sorprendida

-Oye corazón ¿te gustaría venir con nosotros a mi casa mañana? Para Jiminssi es un día especial y quería ver si te nos unes y hacemos una pijamada- decía esto mientras hacía un puchero en forma de súplica, Jimin no sabía en qué momento ese par se habían vuelto tan unidos, pero le encantaba.

-Además, estoy pensando en hacer una travesura y quiero que me ayudes ¿qué dices?

-¿Travesuras y películas? Viniendo de ti da miedo, pero ¿cómo podría perder la oportunidad de pasar tiempo con mis chicos favoritos? ¡Obvi! Cuenta conmigo

El par se miró fijamente y Jimin sintió que esto podría ser una mala idea, pero ¿qué podría pasar?

Después de bromear un poco se dividieron los tres para ir cada quien a terminar sus pendientes, Tae debía avisarle a Hobi que no se iría esa tarde con él, pero se verían el domingo para regresar a la academia, HaNeul debía avisar a su abuela que pasaría el fin de semana con sus amigos y Jimin debía devolver un libro a la biblioteca.

Llegando a la biblioteca Jimin se topó con una Alaissa muy distraída, -Hola Alie, vengo a regresar el libro que me recomendaste la última vez y pedirte otro más, pero ¿está todo bien?-, le decía mientras pasaba la mano frente a ella.

-Oh Jimin, no te vi, disculpa- le respondía mientras sacudía su cabeza para despabilarse

-Parece que estas dormida con los ojos abiertos

-Pues algo así- le respondió bajando su cabeza para ocultar la ruborización que sentía en su rostro –es que no he podido sacarme de la cabeza un chico que ha estado viniendo las últimas semanas, es tan hermoso- sentía algo de pena el decirlo mientras se cubría su rostro con sus manos.

-¿Y quién es?

-Ves aquel chico de la mesa que está a lado de la ventana, es él, es algo serio, pero me da la impresión que es alguien muy interesante, siempre suele agarrar libros de música, composición y arte. Solo que no me atrevo a hablarle, me da mucha pena

-Deberías hacerlo, puedes empezar preguntándole sobre los libros que suele leer, se ve que es amable, además, una chica tan linda como tú no podría ser rechazada

Alaissa tomó las manos de su amigo entre las de ella y las frotaba -Ay Jimin, eres tan bueno y tan noble, pero no todos son así como crees, hay gente que podría aprovecharse de ti

-Tranquila, es solo que- fue interrumpido por ella mientras lo tomaba de su mano para llevarlo a la sección de libros a los que habían estado yendo cada que se veían

-Ten, hace días pensé que este podría gustarte, cuando lo termines de leer quiero que me digas qué opinas de él, es uno de mis favoritos.

-Así lo haré, bueno, tengo que retirarme, espero no haberte molestado

-Para nada, adoro platicar contigo, nos vemos pronto Jimin

-Adiós Alie, te quiero y espero te animes- le guiñó el ojo y se fue a su habitación.

Llegando a su habitación la encontró vacía y había una pequeña nota en su cama y esta decía:

Hola pollito, no me esperes despierto, nos vemos el domingo, me iré este fin de semana con mi novia. No se te olvide comer y tomar tus medicamentos, me platicas como te fue con el médico, perdón por no estar pero tú sabes, la necesidad. Atte. Tu conejo musculoso.

Al terminar de leerla le dio mucha risa pero a la vez sintió un pequeño dolor en su pecho y se dijo para sí mismo –era obvio que no me vería cómo otra cosa, yo soy el raro aquí.

Preparó una pequeña maletita para poder pasar el fin de semana con sus amigos, aunque se sintiera un poco triste, la emoción le ganaba, sería la primera vez que tendría una pijamada, le daba risa la idea, le alegraba que Tae fuera su amigo y él sabía que quería hacerlo feliz, así que se dedicó a empacar ropa cómoda, un par de sombreros y dinero, tenía planeado comprarle un pequeño regalo de cumpleaños a Jungkook.

Terminó de alistarse y se fue a dormir, no sin antes platicarle a Lee sobre su día y lo que haría, extrañaba demasiado a su hermano, pero las pláticas que tenían por teléfono los hacía sentir que se aminoraba la distancia entre ellos. Colgó y se dispuso a dormir, mañana sería un gran día.