Capitulo Cuarenta Y Tres

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Fue una cena muy incómoda para todos. Flor no dejaba de mirar a Romina, que no paraba de mirar a Federico. Estaba muy molesta por la presencia de esa chica. <<"Que desubicada, estoy yo acá presente y no le importa">> pensaba Flor mientras la miraba.
Cuando terminó, los más grandes se quedaron tomando un café y conversando en la sala.
A Fede también se lo notaba incómodo y muy molesto con Juan por haber traído a esa chica sin conocerla.
-"Bueno, ya es tarde no?"- dijo Federico mirando a Flor.
-"Si, la verdad que si"- acotó ella que no le sacaba los ojos de encima a Romina.
-"Fede, me podrías acompañar hasta mi casa?"- dijo parándose y acercándose a él.
Flor le clavó la mirada indignada, <<"Cómo se atrevía a preguntarle eso sabiendo que yo estoy acá?!">>
-"Yo te acompaño"- acotó Juan parándose.
-"Si, me parece perfecto"- dijo Federico acompañándolos hasta la puerta.
Los despidió y cerró la puerta.

-"Fede, me podrías acompañar hasta mi casa?"- se burló Flor en un tono gracioso, muy enojada. -"Pero quien se cree que es?"
-"Bueno mi amor"- la toma de las manos y la dirige hasta la habitación -"Ya está."
Flor venía protestando todo el camino hasta el cuarto.
-"Es una desubicada"- dijo mientras Fede cerraba la puerta de la habitación.
-"Ya se fue."
-"No te paró de mirar en toda la noche!"
-"Estás celosa?"- pregunta Federico.
-"Me estás cargando?"- pregunta Flor realmente sin entender si se lo decía enserio o era broma.
-"No, no entiendo porque te pones así."
-"Porque no te sacó la vista de encima. Además no paraba de tirar cada comentario desubicado."- estaba que trinaba -"Te juro que la próxima vez que la vea, la voy a mat..."
No pudo terminar la frase que Fede la estaba besando.
-"Ya está?"- pregunta para ver si se había calmado.
-"Me parece que necesito un poco mas"- respondió haciéndolo reír. Fede la volvió a besar y luego la miró a los ojos.
-"No te tenes que poner así. Sabes que yo solamente tengo ojos para vos"- dijo sin sacarle la vista de encima.
-"Yo confió en usted"- respondió mientras Fede le apretaba los cachetes -"Pero tenga cuidado."
-"Te amo"- le dijo mientras largaba una sonrisa.
-"Yo también lo amo"- respondió mordiéndose el labio inferior de ternura y besándolo nuevamente.

Fede se había despertado temprano porque tenía que ir a la oficina, se cambió y antes de bajar a desayunar, besó la frente de Flor.
Bajó lo más rápido y en el camino se encontró con Juan.
-"Buenos días!"- dijo saludándolo.
-"Buenos días? Vos y yo tenemos que hablar!"- le dijo metiéndolo en el escritorio.
-"Que manera de empezar la mañana primito."
-"Cómo vas a traer a esa chica? Estás loco?"- cerró la puerta molesto.
-"Es que no pensé que estaba tannn interesada en vos"- se excusó -"Es más, la traje porque estaba intentando conquistarla para parece que no hay caso, está muerta con vos."
-"Bueno. Que se olvide. Yo no tengo ojos para nadie más que Flor."- dijo saliendo del escritorio.
-"Como digas..."

Pasaban los días y los celos de Flor aumentaban cada vez más.
Casa vez que Federico llegaba luego de una larga jornada de trabajo en la oficina, Florencia le hacía un interrogatorio que podría durar hasta el horario de la cena. Eso ya lo tenía cansado a Federico. No entendía cómo Flor podía desconfiar de él. Pero la realidad es que las circunstancias se prestaban para malos entendidos.
Un día, Flor lo fue a visitar a la oficina, al abrir la puerta de su despacho, la encontró a Romina limpiándole la camisa a Federico muy cerca. Ante esa situación, ella hizo un planteo el cual Fede negó mientras que Romina agregaba más leña al fuego.

-"Ya estás lista mi amor?"- preguntó Fede esperándola junto a las escaleras.
Se tenían que ir a una cena en honor a los sesenta años de la empresa Fritzenwalden en la Argentina.
-"Y, qué le parece?"- dijo Flor bajando con un vestido color champán, al cuerpo, que hacía resaltar sus rasgos faciales y su hermoso cabello rizado.
-"Estás hecha una princesa"- apenas pudo decir eso debido a que estaba deslumbrado por la belleza de Florencia.
-"Usted también esta hecho un príncipe"- acotó acomodándole el moño y mirándolo con los ojos brillosos, como toda una enamorada.
-"Si no fuera porque tendríamos que ir a la cena, te juro que te encerraría conmigo en el cuarto y no permitiría que salgamos nunca más de ahí."
-"Ay Don freezer, me va hacer poner colorada."- dijo ruborizándose y sonriendo.
Fede la tomó de la mano, la miró y la besó.
-"Vamos princesa"- acomodó la mano de ella en su brazo.
-"Vamos príncipe"- respondió apretando su brazo junto al de él.

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