•Recuerdo N°2•

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| Hallie |

—Si te vas a seguir quejando mejor no hubiésemos venido —Refunfuñó Archimedes molesto.— Ya te lo dije Metaxas, esto es una pérdida de tiempo.

—Si no quieres que me queje deja de leer mi mente —Bufé molesta mientras aceleraba el paso de Aphelion.— ¿Sabes que estás violando mi privacidad?

—Eres una molestia.

—Mira quien lo dice.

Evander quien estaba montando en medio de nosotros dos alzó sus dos espadas apuntándonos a ambos.

Tragamos en seco.

—¿Se van a callar? —Dijo el serio.— Estamos en una misión, si no quieren morir antes de tiempo mejor mantengan silencio.

Ambos nos callamos de inmediato. Seguimos andando en silencio, el sol comenzaba pegar su calor a nuestra piel y comenzamos a cansarnos. Gracias a los dioses ningún monstruo ha aparecido.

—Descansemos aquí —Dije bajando de Aphelion.— No queremos morir de calor y aparte los caballos necesitan descansar.

Ellos asintieron y siguieron mis pasos.

—¿Saben donde estamos?

—Cerca del Monte Osa, vamos a la mitad del camino —Dijimos al mismo tiempo con Archimedes.— Deja de copiarme.

—Y aquí van de nuevo —Murmuro Evander con el ceño fruncido.— Iré a asegurar la zona, por favor no se maten antes de que llegue.

Archimedes bufo mientras comenzaba a revisar su mapa y mientras anotaba algunas cosas. Yo por mi parte comencé a organizar la comida y mis cosas mientras pensaba lo idiota que era el hijo de Atenea sabiendo que él estaba escuchándome.

—¿Ya puedes parar de insultarme? —Refunfuñó el molesto.—Llevas 10 minutos pensado en mi.

—Si no te gusta no leas mi mente—Dije sin voltear a verlo afilando mi arma.— Siempre siento cómo estás hurgando en mi cabeza.

—N-no siempre estoy pendiente de ti ¿Sabes? —Murmuro molesto.— Ahora cállate estoy trabajando.

Bufé mientras yo también me ponía a trabajar. Minutos después Evander llegó algo sucio con hojas en el pelo.

—¿Y a ti que te pasó? —Dije frunciendo el ceño hacia el hijo de Ares.— ¿Te encontraste con algún monstruo?

Evander asintió.

—Serán mejor que sigamos avanzando —Sentenció el a lo que nosotros comenzamos a guardar nuestras cosas.— Tardaremos mas si seguimos perdiendo el tiempo.

—Que los caballos descansen no es una pérdida de tiempo —Susurre para mi misma mientras montaba en mi caballo.

—No se preocupe, Señorita —Me hablo Aphelion de forma cortes.— No estamos tan cansados.

El apunto al los otros dos caballos y ambos asintieron. Yo sonreí.

Seguimos andando por bastante tiempo, ya llevábamos 3 noches viajando y ya estaba comenzado a caer la 4 pero gracias a los dioses desde aquí se podía ver el monte Olimpo.

—Espero que este viaje sirva para algo —Dijo Archie en voz baja.— Por que si no juro que voy a matarte, Metaxas.

—¿Así? —Le conteste alzando una ceja.— ¿Después quien va a explicarle a mi papá como morí misteriosamente en una misión con un hijo de Ares y uno de Atenea? Adivina a quien van a culpar.

El gruño mientras Evander rodaba los ojos.

—Es tan irritante estar en una misión con ustedes —Dijo el acelerando el paso de su caballo.— Intentemos hablar con ellos rápido, de ida no nos encontramos con ningún monstruo por suerte, pero no promete mucho a vuelta.

«The hero of the past« | Percy JacksonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora