•Capitulo 8•

387 57 13
                                    


"Nuevamente, la princesa, el herrero y la sirena envueltos en una nueva aventura, cargando con el demonio"

"Nuevamente, la princesa, el herrero y la sirena envueltos en una nueva aventura, cargando con el demonio"

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

| Hallie |

Oye, Hallie —Me llamó Lander haciendo que dejara de ver las cosas de su casa— ¿Qué pasó con tu armadura?

Ivy y Daila se acercaron para escucharme pero yo solo rasque mi nuca algo nerviosa.

—No me digas que la perdiste —Dijo Ivy sorprendida.

—Claro que no la perdí —Gruñi.— Unos meses después de que me fuera la armadura desapareció. Nunca mas volví a verla...

Quedamos en silencio después de eso. Daila terminó por empacar algunas cosas y se acerco a nosotras.

—Hace mucho tiempo no uso mi arco —Dijo mirando el arma dorada.—Tal vez haya perdido mi puntería... no soy tan buena como Stephen, al menos podía defenderme.

Sentí como Ivy se tensaba al oír el nombre del hijo de Apolo. Ella sintió mi mirada sobre ella pero solo volteo como si no le importara.

Solté un suspiro a la vez que Lander llegaba a nuestro lado.

—¡Estamos listos! —Dijo el emocionado alzando su martillo que casi nos golpea.

—Ten cuidado, elfo —Gruñó Ivy.— Ya vámonos, vuestra casa apesta a flores y galletas quemadas. Da asco.

Ella salió de la casa y nosotros reímos.

—Esa es nuestra Ivy...Vámonos —Dijo Daila sonriendo y nosotros asentimos.

Al salir de la casa caminamos un par de cuadras para ocupar el viaje sombra de Ivy. No podía usar mi viaje a vapor ya que pude apreciar que en la ciudades como es New York hay mucha contaminación, había muy poca agua en el aire cosa que me molestaba un poco.

—Aquí está perfecto. —Ivy nos arrastró a un callejón bastante oscuro.— Bueno ya saben las reglas, no se suelten de las manos por ningún motivo.

Los tres asentimos y nos tomamos de las manos para luego desaparecer en la sombras. Aparecimos rodeados de un montón de árboles y pude notar el ambiente mucho más fresco. De todo el gusto de Polly.

—Bien —Dije abriendo el mapa.— Gracias a los dioses este lugar es un poco más pequeño que la ciudad. En unos cuantos minutos llegaremos a la casa de Polly.

«The hero of the past« | Percy JacksonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora