Dentro de la bolsa encuentro una minifalda roja tipo colegiala, un top blanco, medias negras, lentes y un libro. Busco más allá de las cosas y encuentro una nota Con esto tu profesor caerá rendido a tus pies.
Dejo la nota sobre el lavado, pienso en que podría no usarlo, al final opto por vestir con esa ropa. Lo hago lo más rápido posible, camino lentamente hacía donde está Max, él al verme pasa saliva con dificultad por lo cual me siento un poco incómoda por la situación — Profesor estoy preparada para recibir su clase —digo cruzando las piernas sobre la silla que se encuentra en la sala.
—Dudo que con una alumna como usted pueda concentrarme en la clase — contesta Max con una sonrisa con la que enseña toda su dentadura.
—No hice la tarea ¿va a castigarme?
—Unas nalgadas le vendrían bien señorita —responde sonriendo.
Narrador omnisciente
Azul se acuerda de la vez que bailaron ella y la guera en aquel bar, si bien no se considera una experta en el baile sabe que puede intentarlo. Cambia la música clásica por una que invita a cambiar el ambiente, mueve sus caderas al ritmo de la canción, lleva sus manos a sus senos y empieza a dar masajes sobre ellos, cosa que despierta el deseo de su novio quien empieza a moverse en su lugar.El ritmo va aumentando y Azul continúa bailando para su esposo, quita el único botón de la blusa para dejar al descubierto sus firmes senos, cubiertos por un sostén negro, la prenda va a dar a un lugar de la habitación sus ojos se encuentran y lo único que demuestran es pasión y deseo, se observan sin decir nada y como si fuera un imán para el otro, caminan sin perder el contacto visual.
—Me vuelves loco —dice Maximiliano, llevando sus manos al rostro de Azul —Eres increíblemente hermosa, tus ojos —sus dedos se posan en su frente, hace con ellos es como si con ello quisiera guardar esa imagen por siempre en su memoria —Tus labios pintados con ese color rojo invitan a pecar y sabes si esto que vivimos es mágico deseo que la magia prevalezca siempre.
Besa los labios de la chica con veneración, ella posa sus brazos en los hombros de su novio. Las manos de Max viajan a la cintura de Azul levantandola y haciendo que ella se abrace con las piernas a él. Ambos de dejan llevar por la pasión que ciega a las personas, sin embargo para ellos representa algo mucho más que eso, la alegría de estar juntos y pensar que nunca los podran separar.
Los labios de Azul se deslizan para posarse en el cuello de Max, mientras sus manos acarician su espalda con delicadeza, una mezcla de amor, lujuria, pasión y ternura. Él se acuesta en la cama con la chica entre sus brazos, ella se reincorpora, sus dedos avanzan hasta la parte de abajo de la camiseta de su ahora esposo.
Max la toma en sus brazos dejando caer su cuerpo sobre el de él, sonríe al verla tan sexy, sus manos viajan a sus senos. Azul se siente en una montaña rusa de emociones sus ojos avellanas observan a su esposo, se entregan el uno al otro como si no existiera un mañana, resumiendo su vida a ese pequeño lugar en el cual solo ellos se encuentran, para los dos no hay otra persona en el mundo, porque se sienten bien juntos y no se trata de que se complementen, sino de que cada uno aporta al otro algo para ser alguien mejor.
Azul siente que en cualquier momento puede colapsar, lleva sus manos inexpertas a la cremallera del pantalón de su esposo, la abre para liberar su abultada erección. Sus labios se posan en el abdomen de Max que parece una galleta bien definida, besa sus pectorales con pasión. Él la ayuda a deshacerse de la última prenda que los cubre y se quedan en esa posición por unos minutos, se admiran ante la claridad de las velas.
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Ella Es Un Tormento
RandomAzul hija del socio mayoritario de una de las inmobiliarias más reconocidas, su padre murió cuando ella tenía doce años, su madre nunca se hizo responsable de ella, la mandó a un internado lejos del país. Azul guarda en su memoria, las traiciones de...